Guerra mediática
Luis Muñoz viernes 8, Oct 2010Segunda vuelta
Luis Muñoz
Las recientes declaraciones del presidente Felipe Calderón contra Andrés Manuel López Obrador reavivan la pugna y el encono que ha existido entre ambos personajes.
A pesar de los años no olvidan el pasado. Si entonces el Presidente decía estar convencido de que Andrés Manuel López Obrador era un “peligro para México”, esta semana volvió a poner “el dedo en la llaga”.
Eso bastó para convulsionar, de pies a cabeza, a la clase política, desatando una ola de reacciones a favor y en contra de los protagonistas. Hubo quien consideró qué no había necesidad de revivir el pasado.
El PRI, que debió mantenerse a distancia, también se sumó a la guerra de “dimes y diretes”.
El presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, calificó de inoportunas e innecesarias las declaraciones del titular del Ejecutivo, Felipe Calderón, contra Andrés Manuel López Obrador.
El legislador priísta dijo que “en estos momentos todo lo que contribuya a la unidad es bienvenido y cualquier señal que pueda significar un debate innecesario nos parece, por lo menos, que no se produce en el momento oportuno”.
Para Ramírez Marín la opinión de Calderón sobre AMLO no es un tema para el debate parlamentario, pero admitió que “en general vale más la prudencia y centrarnos a discutir los temas importantes para el país”.
Seguramente se refería a lo que señaló un diario nacional, en el sentido de que el Presidente parece estar más en campaña que ocupado de los asuntos propios de su investidura.
También el dirigente de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), Emilio Gamboa, calificó de desatinadas las declaraciones de Calderón.
Gamboa criticó al titular del Ejecutivo federal, quien no debió tomar partido, pues él se encuentra en otra esfera de responsabilidades. “Él es gobernante de todos los mexicanos, de todas las instituciones. Su comentario fue desatinado, porque lo que requiere el país es unidad y tranquilidad, no regresar al 2006”.
Para el dirigente de la CNOP, “hasta ahora el tabasqueño se ha mostrado congruente con sus acciones y ha sido el único que mantiene su lucha desde ahí”.
A todo esto, los perredistas, presurosos, se refirieron al tema.
Apenas dos días después de fustigar a López Obrador por boicotear la alianza PAN-PRD en el Estado de México, el perredista Jesús Zambrano sostuvo que al calificar al tabasqueño como “un peligro para México”, Calderón reedita la “guerra sucia” de 2006.
El mismo Zambrano llamó a las autoridades electorales a reconvenir al Presidente de la República por esos dichos.
Pero el consejero presidente del Instituto Federal Electoral, Leonardo Valdés Zurita respondió en los siguientes términos al referirse a las acusaciones que el presidente Calderón hizo contra López Obrador, al que asoció de nueva cuenta como “peligro para México”, y las críticas al desempeño reciente del IFE: “Es un posicionamiento personal respecto de una muy polémica elección presidencial; respetable, pero no puedo compartir señalamientos que pudieran poner en duda la actividad profesional del instituto para organizar y arbitrar elecciones”, dijo.
Al Ejecutivo no le fue nada bien ni con los de su partido.
El senador Santiago Creel aseguró que el presidente Calderón está fuera de contexto con sus descalificaciones contra AMLO.
Observó el legislador que cada quien ve las cosas conforme a sus propias condiciones; “la competencia electoral de 2006 es una circunstancia, pero saliendo de ella los dichos y los hechos adquieren otro contexto”.
“Una cosa es lo que se dice en campaña y otra es la realidad propia en donde cada cosa adquiere su lugar”, explicó.
En el mismo tono habló el vicecoordinador de la bancada del PVEM, Pablo Escudero, quien secundó las críticas y advirtió que las desafortunadas declaraciones del presidente Calderón no contribuyen a la conciliación. “Vemos lamentablemente que se maneja otra vez como dirigente de un partido y no como el Presidente de una República que tiene serios problemas. No está al contentillo de que si entrega la banda presidencial, ni él decide, sino los que deciden son los mexicanos y él tendrá que acatar la decisión del pueblo”, dijo.
Para ubicar en su justo contexto lo señalado por Escudero, recordemos lo dicho por el primer mandatario en los medios electrónicos:
Palabras más, palabras menos, dijo que conoció a López Obrador antes que fueran candidatos, “pero la verdad es que el gran problema medular es que sí era un peligro para México, pues le hizo un daño terrible al país, antes y después de las elecciones de 2006”.
En entrevista en W Radio, el Ejecutivo federal afirmó que después de cinco años, la gente sensata desaprueba a López Obrador, ya que “le gusta a sus fanáticos, pero no al mexicano común que trabaja, lleva a sus niños a la escuela y quiere vivir en paz y tranquilidad”.
“Honestamente tenía razón y sigo considerando que fue una decisión correcta decirlo en una campaña electoral”, agregó Calderón.
Las declaraciones del Presidente, en primera instancia, favorecieron al perredismo.
Dicho en forma más clara: la descalificación presidencial a Andrés Manuel López Obrador, al insistir en que es un “peligro para México”, reunificó a todas las corrientes del PRD. Se acusó a Felipe Calderón de haber violado la ley que prohíbe las campañas negras y es la peor manera de preparar el proceso sucesorio de 2012.
El vicecoordinador Silvano Aureoles dijo que Calderón acusa a López Obrador de sembrar el odio y el rencor, pero con esas expresiones el Ejecutivo regresa a la época foxista de entrometerse a las campañas.
¿ENTREGARÍA A UN PRIÍSTA LA BANDA?
El presidente Felipe Calderón, no sabemos si para bien o para mal, aseguró estar dispuesto a entregar a un priísta la banda presidencial en 2012 si gana la elección, pero aclaró que esto aún está por verse.
En entrevistas radiofónicas con los periodistas Pablo Hiriart y Salvador Camarena, Calderón habló sobre el PRI: “Conozco priístas de todo tipo, algunos muy buenos y algunos muy malos”, y enderezó baterías hacia López Obrador, su adversario en las presidenciales de 2006. Cuando se le preguntó: ¿Sigue (AMLO) siendo un peligro para México?
La respuesta del Ejecutivo federal fue titubeante:
-Pues ojalá y no… no sé, ojalá se… mira, la verdad, lo dije entonces y lo estoy diciendo ahora: me parece una persona con muchos atributos y muchos defectos, como cualquiera, pero el mayor defecto es que le hizo un daño terrible a México con su campaña de rencor y de odio, antes y después de las elecciones. ¡Y el primer damnificado fue él! ¿Por qué? Porque la gente es sensata, hombre, la gente tiene sentido común, a la gente no le gusta eso. Le gusta a sus fanáticos, le gusta a un extremo super-radical, le gusta a esta especie de feligresía, pero no le gusta al mexicano común que trabaja, lleva a sus niños a la escuela y quiere vivir en paz y tranquilidad. En la medida que corrija eso va a poder sacar a relucir los talentos que como cualquier persona tiene y ojalá le vaya bien.
Y enseguida afirmaría que en la campaña de 2006 “si algo se sembró fue odio, la verdad es que fue lo que hizo que México votara por mí, mayoritariamente, porque se sembró una campaña de odio, clasista, revanchista. El despertar en México, eso de los ricos, los privilegiados, eso que empezó a correr de que, pues pueden ser muy populares, pero la verdad es que se generó un odio que polarizó mucho”.
¿QUÉ DIJO AMLO A TODO ESTO?
Andrés Manuel López Obrador advirtió que jamás afirmaría que el presidente Felipe Calderón “es un peligro para México”, pese a que durante su gobierno han muerto más de 30 mil mexicanos.
Durante su participación en la Feria Alternativa del Libro, que se realiza en la Alameda Central de esta ciudad, afirmó que en vez de pedir perdón “por el desastre actual”, Calderón opta por la mentira, la ofensa y la confrontación.
El tabasqueño respondió a la afirmación del presidente Felipe Calderón sobre el uso de la frase “López Obrador es un peligro para México”. Dijo que se trata de un calificativo acuñado por los publicistas Dick Morris y Antonio Solá, que tuvo un impacto eficaz para manipular e infundir miedo entre algunos sectores de la población.
“Esa frase no refleja la realidad de nuestro país y es del todo burda y ofensiva, al grado que ni siquiera me atrevería a usarla contra FCH, insistió.
Ante sus simpatizantes, AMLO aseguró que debido al control de la mayoría de los medios de comunicación, sobre todo de la televisión, se encargaron de repetir mentiras para tratar de convertirlas en verdad, “como se hacía en la época de Adolfo Hitler”. Agregó que en una sociedad democrática, con medios de comunicación no sometidos a grupos de intereses creados, dicha frase no tendría ninguna relevancia. Afirmó que después, en Estados Unidos, el publicista Morris usó la frase contra Barack Obama, diciendo que era un peligro para ese país.
EBRARD DEFIENDE A AMLO
Como un “error” calificó el jefe de gobierno del DF, Marcelo Ebrard, las declaraciones del Presidente, de que el ex candidato, Andrés Manuel López Obrador, hubiera sido un peligro para México en el 2006.
“Es un error hacer ese tipo de declaraciones. ¿A quién le sirve eso?”.
Ya se verá “a quien le sirve eso”.