Secuestran y torturan a cura de Catemaco
Seguridad lunes 14, Nov 2016- Revuelta
Luego del secuestro de un sacerdote en Catemaco, que fue aprovechada por grupos violentos para causar desmanes, incendiar edificios públicos y saquear la Presidencia Municipal, el prelado José Luis Sánchez Ruiz apareció con vida, no sin antes haber sido torturado por sus plagiarios.
Y fue la Diócesis de San Andrés Tuxtla, Veracruz, la encargada de informar acerca de la aparición del párroco, que a través de un comunicado dio a conocer que el padre fue abandonado con “notables” huellas de tortura.
La organización católica señaló que Ruiz Sánchez había recibido amenazas de ser secuestrado y el viernes pasado fue reportado como desaparecido, lo cual detonó los disturbios. “Pedimos a todos respeto ante la situación del padre y esperaremos la intervención puntual del fiscal, quien ha estado y seguirá estando en constante comunicación con la Diócesis.
Se agradeció la intensa búsqueda y la solidaridad de la Conferencia del Episcopado Mexicano. Todo ello detonó a grupos violentos, que se unieron para vandalizar la ciudad de Catemaco. Esta protesta la encabezó la Organización Autónoma Indígena, que encabezó Wilfrido Reyes, a la que se sumaron miebros de Antorcha Campesina, procedentes de Oaxaca.
Además del bloqueo a la carretera 180 Costera del Golfo por más de 24 horas, que cruza por la ciudad, fueron destrozadas las instalaciones de la CFE.
Tres centenares de vándalos con palos, machetes, piedras y armas de fuego incendiaron primero el Palacio Municipal, las sedes del DIF, los bomberos, el Registro Civil, Protección Civil y la casa del alcalde, Jorge González Azmar.
Al iniciarse los incendios a instalaciones públicas, el comercio cerró sus puertas y las calles se quedaron desiertas, y por la noche del sábado fueron tomadas las instalaciones de la comandancia de policía y se apoderaron del armamento que ahí se guardaba, independientemente que llevaron celulares y cámaras de intrépidos reporteros que pretendían hacer la cobertura de la información.
Luego, procedieron a asaltar las tiendas Coppel y Rodeo, a destrozar cajeros automáticos; las gasolinerías cerraron y protegieron sus instalaciones.
Sin embargo, la Fiscalía del Estado no ha querido informar nada acerca de quién o quiénes secuestraron al párroco.