36 años por una vivienda digna
¬ José Antonio López Sosa viernes 11, Nov 2016Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Hoy hace treintaiséis años, se constituyó una de las asociaciones más importantes a nivel político y social en la Ciudad de México.
La Angostura, A.C., liderada por Rosa María Ayala es hoy día uno de los conglomerados más activos en la capital del país a nivel político y sobre todo social.
Nacieron como producto de una injusticia, la expropiación de un predio en la zona sur de la ciudad, en Álvaro Obregón que había sido destinado por un particular para vivienda de sus trabajadores, dichos terrenos ya habían sido preparados en contubernio con las autoridades locales para hacer un gran campo de golf, fue ahí donde comenzó esta lucha que ha dado resultados muy positivos y que aún no cesa.
En el año 2010, obtuvieron la expropiación a favor de los vecinos, una zona conformada por 10 mil personas aproximadamente. Antes de eso, ya habían pagado sin ayuda gubernamental la electrificación del predio, habían comenzado la urbanización y llevaban años pagando por un servicio de agua que no llegaba.
Desde hace años, esta organización tiene programas sociales financiados por sus propios integrantes, desde médico, dentista, atención psicológica, atención especial al niño maltratado, casa de la cultura, granja interactiva y una serie de festividades culturales a lo largo del año en las cuales, ni el gobierno delegacional y mucho menos el de la ciudad dan apoyo alguno para ello.
Rosa María Ayala y La Angostura, A.C. han tenido una participación política importante en la ciudad, desafortunadamente cuando se acerca el período electoral se acercan políticos y aspirantes de la zona, prometen de todo a cambio del voto y al llegar al poder, se olvidan de las promesas y no vuelven a dar la cara a la gente.
Este fenómeno que se repite sistemáticamente se puede ver claro y preciso en La Angostura. En el último año hay compromisos incumplidos por parte de las autoridades capitalinas y delegacionales, también fueron víctimas de la represión cuando una manifestación fue bloqueada por granaderos que terminaron golpeando a los integrantes de la organización.
Son muchos años de trabajo social, que devengan también en trabajo político. Para nuestra desgracia en la ciudad y en general en el país la clase política funciona al revés, primero hacen trabajo político (con todos los beneficios tangibles e intangibles que ello implica) y después quieren hacer trabajo social sólo en tiempo de elecciones y para las personas que puedan ser potenciales votantes.
Seguramente Rosa María Ayala y sus afiliados a La Angostura estarán en alguna boleta electoral en 2018, sin necesidad de ser cobijados por partido político alguno, ello será sin lugar a duda un avance más a la organización y una desgracia principalmente para el PRD, quien cree que cuenta con el apoyo popular en todos lados solo por sus lindas siglas, no será así.