García Luna, tras campaña de La Calderona

Francisco Rodríguez viernes 11, Nov 2016

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Francisco Rodríguez

 

 

Es realmente infame lo que se hace escudándose en el productivo negocio de las empresas “demoscópicas” en México. Son capaces de lograr que un burro, por aclamación supuestamente popular, se declare lugarteniente del peor narcotraficante. Tienen precio para todo. Aunque hay que reconocer que levantar a un muerto, cuesta un ojo de la cara.

Desde el momento en que todos los contlapaches encuestadores se ponen de acuerdo para sostener al agraciado con números parecidos en los foros televisivos, ya nadie puede trastocar su opinión, más falsa que un billete de treinta pesos. Se equivocan diametralmente, y nadie puede evitar que sean contratados de nuevo, porque la gente está ansiosa de conocer resultados.

Mire usted si no es así, cuando de todos fue conocido el ridículo que hicieron, todas juntas y por separado, en las famosas encuestas, que en las pasadas elecciones para gobernadores levantaron a petición del PRI, en las cuales daban a éste como triunfador indiscutible en todos los estados, incluso en las que decían haber levantado a boca de urna —los famosos exit polls— y que resultaron un gran fiasco a la hora buena. El dinero lo recibieron, cierto, pero los pronósticos estuvieron demasiado lejos de la realidad.

Y así fue en el 2000, en 2006 y hasta en 2012.

Encuestadoras perpetran el fraude perfecto

Lo cierto, es que el PRI fue arrasado, adelantando con mucho los resultados que recogerá el otrora partidazo en la elección del 2018.‎ Como disculpa, los encuestadores a modo dijeron que “ellos sólo tomaban la foto de la realidad, en el momento que había sido levantada” y que no se responsabilizan de que ésta se hubiera movido.

Nadie podría confirmar, jamás, lo cierto de esa aseveración. Pues a nadie le consta si las encuestas se levantaron físicamente y nadie podría imaginar qué pensaba la masa votante en el minuto del día que decían haberla efectuado. Una engañifa monumental, que más parece el relato de un fraude perfecto.

Punteros de las encuestas, les llegaron al precio

Las empresas encuestadoras no tienen palabra de honor. Ni quieren tenerla. El garlito de ser fotógrafos de la realidad, desconocida por cierto, los hace inmunes ante la ley y ante la opinión pública. Es sólo un señuelo de los muchos que utilizan para seguir medrando con la fe pública… y viviendo del presupuesto.

Tampoco tienen predilección. El dinero no tiene color. Quienes aparecen arriba de las encuestas, son aquéllos que les llegaron al precio. Y éste varía: si se trata de levantar un muerto, cuesta demasiado caro, fuera del alcance de cualquier ser viviente. Los ganadores son producto de auténticas mafias publicitarias que involucran algunas voluntades poderosas.

Factura de los ataques a Ricardo Anaya

En cualquier país medianamente serio, una “equivocación” de este tamaño provocaría de inmediato no sólo la desaparición de la empresa de marras, sino una severa sanción pecuniaria y penal por parte de la autoridad, pues no se puede atracar en despoblado, y de manera tan impune. Pero no se preocupen… estamos en México.

Aquí, los “comunicadores” profesionales de todos conocidos, que integran, junto con el encuestador oficial del zedillato, Liébano Sáenz, y con el llamado Policía de Titanio, Genaro García Luna, la pandilla que se hace llamar el “Grupo Miami”, saltan de gusto cada vez que logran cualquier descontón, como el que le acaban de propinar a su enemigo visible, el otro chaparrito Ricardo Anaya, líder del blanquiazul.

De golpe y porrazo, apoyados por sus casas radioeléctricas y editoriales, y con las empresas encuestadoras del millón, han logrado en la cúspide de las preferencias de los electores rumbo al 2018 a una dama desangelada y sin atributos, que responde al nombre de Margarita Zavala de Calderón, la hermana del fraudulento Hildebrando y prima de Marcia Gómez del Campo, aquélla de la Guardería ABC de Hermosillo.

Zavala debería estar a resguardo del Ministerio Público

 Margarita Zavala de Calderón, una persona que debería estar a buen resguardo de las autoridades ministeriales por su participación en la guerra contra el narcotráfico que enlutó a decenas de miles de hogares mexicanos, que saqueó las arcas de los presupuestos públicos desde su sitial de primera dama… es hoy la esperanza electoral del rancho grande.

Sin saber de dónde nacen los apoyos populares a ese bodrio mordedor de rebozos, el “Grupo Miami” —integrado por periodistas sudamericanos e isleños, en su mayoría— se encarga de investirla de prendas desconocidas. Sólo la ubican por encima de todas las mediciones habidas y por haber… sin una explicación satisfactoria sobre su despegue y mucho menos sobre el financiamiento que llena sus alforjas.

Y ello se comprueba plenamente al constatar que su jefe de campaña y apoquinador es el dueño del cerebro de Felipe de Jesús, el mismo personaje al que la revista Forbes enlistó dentro del catálogo de los diez personajes más corruptos del país, el involucrado en los casos de tortura y de corrupción más lesivos del calderonato, el saqueador de todos los presupuestos militares, el jefe de la campaña de la feroz y fallida guerra contra el narco… ¡Genaro García Luna, el llamado Policía de Titanio!

La negra historia del Policía de Titanio (jejeje), García Luna

El mismo Genaro García Luna, al que Edgar Valdez Villarreal, La Barbie, jefe de sicarios de la familia Beltrán Leyva acusó de “recibir dinero de la delincuencia organizada desde 2002, igual que Luis Cárdenas Palomino, Facundo Rosas, Ramón Eduardo Pequeño y Gerardo Garay Cadena (preso en un penal de alta seguridad en Nayarit, inculpado de ser parte del cártel de Sinaloa)” todos parte del equipo de García Luna en la SSP.

El mismo que dijo Edgar Valdez Villarreal jefaturaba el grupo de “quienes forman parte y reciben dinero de la delincuencia organizada y de mí”… y a quien culpa de su captura “por haberse negado a participar en un acuerdo que Felipe Calderón quería hacer con los principales cárteles de la droga”, seguramente para seguir encubriendo las actividades de El Chapo Guzmán.

El mismo Genaro García Luna, que no ha podido evadir los señalamientos sobre el accidente aéreo en el que perdió la vida el delfín de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, Camilo Mouriño, misteriosamente desaparecido por ser el único obstáculo en la carrera delincuencial del Policía de Titanio.

García Luna, quien desde su poderosa posición de comandante en jefe de todas las operaciones delincuenciales del calderonato, aquél que con sus influencias llenó de contratos carreteros, petroleros, de puentes federales y penales a las empresas del senador panista Federico Martínez Urmeneta, dueño de Tradeco y K-SA, la Higa de su sexenio.

El autor de todos los montajes publicitarios que Televisa manejó para hacer célebres sus capturas, que después cayeron en el ridículo internacional por el indebido manejo de los procedimientos, hoy es el flamante jefe de la campaña electoral de la dama del rebozo. ¡Para eso nos gustaban!

Faltaría que el PAN soslaye los estropicios de Calderón

Así es que la tripleta del crimen civil y electoral ya está montada: los encuestadores al servicio del “Grupo Miami”, por el lado de los estudios científicos de pulsos demoscópicos. Los esposos Calderón-Zavala, como los abanderados de ese despropósito nacional, y el prestigio que rodea a uno de los peores delincuentes, Genaro García Luna, para completarlos.

Se han sumado al juego los propietarios de tres pequeños periódicos de aparente circulación nacional, que se desviven en elogios hacia la nueva ungida.‎ Tienen mucho que ganar y por lo visto, nada que perder. Su reputación nunca ha sido la mejor arma.

Falta que en su partido de origen, el blanquiazul, olviden todos los estropicios causados por Calderón Hinojosa, para que no se opongan, hasta el último aliento, en cerrar las vías de esta‎ obscena truculencia que trata a toda costa de ungir a la hipócritamente compungida y feroz depredadora dama del rebozo. Urge poner un alto a sus perros de presa. ¿No cree usted?

Índice Flamígero: No se lo platique a nadie, pero tras los sucesos del 8 de noviembre en los Estados Unidos se barajan dos posibles posiciones para el ahora ¿reivindicado? Luis Videgaray Caso. La primera, embajador de México en Washington, a partir del próximo enero. La segunda, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, donde la actual ocupante, la sobrina de Carlos y Raúl Salinas de Gortari, ha resultado una calamidad —la ha salvado su cercanía con EPN, dicen. Los observadores se inclinan por la segunda opción, toda vez que en el primero de los casos el ex secretario de Hacienda y autor del desaguisado de la visita de Trump a Los Pinos, tendría que pasar por el molesto trámite que resultaría su comparecencia en el Senado. + + + Y sobre la más que evidente crisis en la SRE un lector muy informado me dice: “Día con día emergen los conflictos y crisis interna, porque predomina el mal carácter de Claudia Ruiz, quien choca con todo y con todos. Es impredecible, no cumple acuerdos, prepotente, irascible y se siente intocable. Como botón, una muestra: el martes pasó casi toda la tarde/noche en el estudio del segundo piso de la residencia Miguel Alemán de Los Pinos, analizando el proceso electoral de EU. + + + Desde Torreón, don Miguel Ramírez apunta: “El triunfo de Donald Trump en las pasadas elecciones de los EU ha hecho que los incondicionales del Presidente digan que fue un acierto de éste haber invitado a venir a México al empresario neoyorkino. Como, afirman ellos, esta visita evitó que continuara disminuyendo su aceptación ante el electorado estadunidense, ahora Donald Trump tomará en cuenta el gesto del mexiquense y anulará las amenazas que profirió. Muchos de los que por él votaron lo hicieron por sus promesas ultra-radicales. Si no las cumple se lo reclamarán. Trump tomará posesión de su cargo en enero del próximo año. Tiempo después se verá si lo que hizo EPN fue acertado o no”. + + + Y acertadísimo, desde Fresnillo, Zacatecas, El Poeta del Nopal nos comparte un buen consejo: “Quién hubiera imaginado / que el voto duro latino / facilitaría el camino / al bravucón del condado; / con el fatal resultado / yo me quedé viendo bizco / y algún político arisco / puntualizó: sin llorar, / sólo nos queda rezar / ¡y apretar el asterisco!”.

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