Importantes avances científicos en tratamiento de cáncer de mama
¬ AAPAUNAM jueves 10, Nov 2016AAPAUNAM INFORMA
Jorge Delfín Pando
A cuatro años de la puesta en marcha del Programa de Investigación en Cáncer de Mama del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM, está dando resultados prometedores que permiten mejorar diagnóstico y tratamiento de pacientes afectadas por esa enfermedad, principal causa de muerte entre mujeres en edad reproductiva. Su perspectiva es a corto plazo y sirve para encontrar diagnósticos tempranos que incrementen la posibilidad de sobrevivencia, así como mecanismos para el control de tumores, señaló el académico Alfonso León del Río del referido Instituto.
En este proyecto participan nueve laboratorios del IIBm en el campus de Ciudad Universitaria, más otros en los institutos nacionales de Cancerología y de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, así como el Centro Hospitalario ABC. A la fecha se han identificado dos nuevos marcadores tumorales: proteínas denominadas NHERF-2 y TTP, cuya expresión cambia cuando las células pasan de ser “sanas” a cancerosas y que podrían utilizarse como método de diagnóstico o abrir la puerta a nuevos tratamientos.
Resalta el investigador que una proteína (oncoproteína) funciona como “acelerador” y la otra como “freno” (supresor tumoral) de la división celular. Cuando la regulación de los niveles de estas proteínas se pierde el resultado es la división sin control de las células. Explica, en sentido figurado: “Si dejamos el pie pegado en el acelerador de un auto o nos quedamos sin frenos el resultado es que nos estrellamos”, así funcionan las células, requieren de un monitoreo constante de la velocidad de crecimiento, una función realizada por oncogenes y supresores tumorales.
También se ha encontrado que la Dexametasona –fármaco análogo al cortisol-, que se utiliza para controlar el vómito en pacientes que reciben quimioterapia, echa a andar un mecanismo que protege a las células, incluidas las malignas, por lo cual el efecto es contrario al deseado. Los niveles de cortisol en el organismo cambian durante el día, siendo más elevados por la mañana, justo cuando la mayoría de pacientes recibe quimioterapia. Si esa hormona natural está involucrada en proteger a las células contra la apoptosis o muerte celular programada, podemos sugerir que el tratamiento se administre por las tardes.
Otro de los resultados de la investigación ha sido identificar una proteína denominada ERAP-1 (Estrogen Receptor Associated Protein), que producen las células de cáncer de mama en cantidades muy elevadas y aumentan su velocidad de proliferación y capacidad para formar tumores. En cultivo de laboratorio, esas células no responden al Tamoxifen (fármaco que desde la década de 1980 ha logrado reducir la tasa de mortalidad), por el contrario crecen y forman más tumores. Ahora tratamos de entender e identificar qué hace esa proteína, que es un factor de transcripción que al unirse al ADN altera los patrones de expresión de diversos genes.
Conocer cómo los genes cambian su expresión en respuesta a esta proteína es importante, porque nos ayudará a comprender la causa por la que los tumores dejan de responder al fármaco. Entender el mecanismo de resistencia tumoral al tratamiento hormonal puede contribuir a encontrar tratamientos para que el Tamoxifen vuelva a ser efectivo cuando la paciente tenga una recaída.
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