Enfermedades sexuales, sin control en reclusorios del DF
Cd. de México jueves 7, Oct 2010Advierten especialistas que los principales padecimientos que tienen los internos son hepatitis B y C, VIH, gonorrea y sífilis
Las enfermedades de transmisión sexual e infectocontagiosas no tienen control entre la población penitenciaria del Distrito Federal, y es que los resultados preliminares de la Evaluación de Salud en el Sistema Penitenciario capitalino advierten que los principales padecimientos que tienen los internos son hepatitis B y C, VIH, gonorrea y sífilis.
Males que aquejan a los reclusos carecen de un diagnóstico oportuno que derive en un tratamiento adecuado para que se evite su propagación, e incluso campañas preventivas y de información.
Los análisis que recopiló personal de la Clínica de Especialidades Condesa y el Instituto Nacional de Salud Pública forman parte de un tamizaje de internos e internas para detectar enfermedades infecciosas, crónico-degenerativas y metabólicas.
Especialistas del sector salud que laboran en los centros penitenciarios explicaron que la hepatitis y las enfermedades de transmisión sexual son consecuencia de la promiscuidad, falta de higiene y hacinamiento en que viven los internos.
Mencionaron que en las unidades médicas de cada reclusorio atienden padecimientos menores, como infecciones de vías respiratorias, gastroenteritis, enfermedad de ácido péptico, accidentes menores, infecciones en las vías urinarias y dermatosis.
En el caso del VIH, las autoridades tienen un programa de atención en la penitenciaría de Santa Martha Acatitla, donde atienden a internos que muestran el cuadro sintomático y que confirman con estudios de laboratorio.
“No se tiene dato de otras enfermedades”, contestó la Secretaría de Salud a una solicitud de información pública, en la que menciona que hasta agosto pasado apenas 716 reos seguían un tratamiento por enfermedad crónico-degenerativa.
Un informe del Servicio Médico Forense indica que 60 por ciento de los fallecimientos en los reclusorios es por muerte natural derivada de bronconeumonía, infarto agudo al miocardio, enfermedades oportunistas relacionadas al VIH, cuadro séptico no traumático y edema agudo pulmonar, entre otros.
Los internos entregaron tres muestras de sangre, respondieron un cuestionario sobre antecedentes familiares, actividades físicas, conductas sexuales y consumo de sustancias prohibidas. La participación en el estudio fue voluntaria sin repercusión en sus derechos jurídicos, como el tratamiento preliberacional.
Aunque se garantizó la confidencialidad, los internos que dieron positivo en la prueba de Elisa serán trasladados a la penitenciaría de Santa Martha Acatitla.
Planean nuevo penal que sustituya al de Santa Martha Acatitla
El Gobierno del Distrito Federal analiza la posibilidad de construir un nuevo reclusorio para ampliar y mejorar la capacidad carcelaria, el cual sustituirá a la penitenciaría de Santa Martha Acatitla, que tiene más de 50 años de operar, por lo que su remodelación resulta inviable.
Lo anterior lo dio a conocer el secretario de Gobierno capitalino, José Ángel Ávila, quien ayer rindió su cuarto informe de labores ante diputados de la Asamblea Legislativa, como parte de la glosa del mandatario local, Marcelo Ebrard.
“Analizamos construir un nuevo penal para sustituir a la penitenciaría. Para ello hemos pedido a la Secretaría de Finanzas nos defina la viabilidad de diversos mecanismos financieros”, comentó Ávila.
Inicialmente, la penitenciaría del Distrito Federal fue planeada para la sustitución del llamado “Palacio Negro” de Lecumberri durante la década de 1950. El proyecto se realizó entre 1957 y 1958, cuando tenía una capacidad para 800 reclusos.
Santa Martha Acatitla fue inaugurada el 14 de octubre de 1957, pero los primeros 72 internos llegaron en enero de 1958.
Por otra parte, recordó que desde agosto pasado inició la edificación de dos penales de máxima seguridad que estarán ubicados en la delegación Tláhuac, y se prevé que los trabajos concluyan en 14 meses. Con estos nuevos inmuebles se pretende disminuir la sobrepoblación.
De acuerdo con cifras de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario del DF, actualmente hay casi 40 mil 500 internos, pese a que la capacidad de los 10 penales de la Ciudad de México es para 23 mil reos.
En su informe, Ávila expuso el trabajo de la Secretaría de Gobierno para la generación de condiciones de gobernabilidad en la ciudad, la contribución a la normalidad democrática en el funcionamiento de las instituciones y las aportaciones al sistema de justicia penal mediante los reclusorios.