Calderón, o cómo patear el avispero
Roberto Vizcaíno jueves 7, Oct 2010Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Una cosa es que lo sienta y piense, y otra que lo exprese públicamente. Se supone que es el Presidente de México y como tal el Presidente de todos los mexicanos, incluidos López Obrador y sus pejeadictos, le guste o no
Sin ninguna duda, ninguna, Felipe Calderón tiene su propio estilo de gobernar. De entrada se puede afirmar que su sensibilidad, su manejo de tiempos, y su prudencia es la que la voz popular califica como de “chivo en cristalería”: simplemente le da en la mother a todo lo que está a su alcance.
Cuando en el mundo estalla la peor crisis financiera del último siglo él se declara jubiloso de enfrentar el reto que para el México gobernado por él será –asegura-, apenas “un catarrito”; cuando aparece lo del virus de la influenza, decreta el aislamiento total del país dándole en la torre al flujo turístico internacional y nacional, y dejando en el desempleo a miles de mexicanos y en la bancarrota a innumerables empresas y negocios y en una situación al país de la cual todavía no se recupera; cuando Slim advierte de los riesgos que enfrenta la nación, en lugar de escucharlo y tomar precauciones, le declara la guerra y cuando manda a la PGR a detener a alcaldes y funcionarios michoacanos porque un testigo protegido dijo que eran narcos, resulta que su procuraduría no puede probarle a ninguno, ni siquiera a uno, que eso es cierto y todos salen libres.
Y mientras el país se prepara para enfrentar su sucesión, proceso en el cual el PRI y su más firme prospecto, Enrique Peña Nieto, han adquirido un papel por demás predominante, sale y dice estar dispuesto a entregarle el cargo a un tricolor, siempre y cuando gane… “lo que está por verse”. En boca del Presidente de la República, el comentario público se convierte en una advertencia, una amenaza, una declaración de guerra.
Y por si el resumen anterior no fuese suficiente, en el momento en que él y el país menos lo necesita, le avienta un tanquezototote de oxigeno político al peor de sus enemigos, a Andrés Manuel López Obrador, quien estaba buscando desesperadamente un arnés suficientemente sólido del cual asirse para relanzarse como un prospecto viable a la Presidencia de la República en el 2012.
A ver ahora cómo se la acaba Calderón.
Por si usted no está enterado –lo cual creo difícil porque el asunto ha sido tema central de las pasadas 24 horas en México-, le informo que, entrevistado por Pablo Hiriart y Salvador Camarena para sendos programas de radio, Calderón dijo:
– Que la frase de campaña de que Andrés Manuel López Obrador era un peligro para México, fue correcta y válida. “…lo dije y lo estoy diciendo ahora…: es una persona con muchos atributos y muchos defectos… le hizo un daño terrible a México con su campaña de rencor y de odio, antes y después de las elecciones. ¡Y el primer damnificado fue él! ¿Por qué? Porque la gente es sensata, hombre, la gente tiene sentido común, a la gente no le gusta eso. Le gusta a sus fanáticos, a un extremo superradical, a esta especie de feligresía… pero no le gusta al mexicano común que trabaja, lleva a sus niños a la escuela y quiere vivir en paz y tranquilidad… (dijo haberlo conocido antes de ser candidato)… el gran problema es la peligrosidad que implicó precisamente para los mexicanos… (la frase) ‘un peligro para México’, en primer lugar, es cierta; en segundo lugar, es válida y, en tercer lugar, pues era realmente lo que pensábamos y lo que pensaron 15 millones de mexicanos… siempre ha habido sectores que no me reconocen ningún mérito y que todo lo que hago o logro es fruto de la casualidad o factores ajenos a mí. Lo que (les digo) es: ‘Piénsale como quieras, la verdad es que yo me levanté de la lona en el PAN y gané, y a un adversario que llevaba 80% de preferencia electoral (López Obrador), y gané’… la verdad es que lo que hizo que México votara por mí, mayoritariamente, (fue) porque se sembró una campaña de odio, clasista, revanchista… (hablar del) despertar en México, eso de los ricos, los privilegiados (elementos esgrimidos por AMLO durante su campaña en 2006), pues pueden ser muy populares, pero la verdad es que se generó un odio que polarizó mucho…
“Honestamente tenía yo razón y lo sigo considerando, que fue una decisión correcta decirlo ( lo que era un peligro para México) en una campaña electoral. ¡El colmo de un país democrático es que no pueda ni siquiera decir eso!, pero la siembra de odio, revancha, rencor y de los insultos mismos, que me prodigan a mí, no sé si a ti, pero si tienes cuenta (en Twitter) seguramente te tocan mentadas de madre, pero forma parte de ese espíritu que no es nada constructivo. ¡Hubiera sido catastrófico para México ser gobernados por la revancha y el rencor (es decir, por López Obrador)!”.
Durante las entrevistas, ante la pregunta directa de si está preparado para entregar la banda presidencial a un priísta, respondió:
“Sí… por supuesto… si gana la elección, que es un supuesto todavía, como se dice, está por verse”.
Hubo más comentarios, pero estos son los centrales.
Ante los dos periodistas Calderón se expresó como lo haría cualquier ciudadano, como usted o yo, ante un amigo un día cualquiera en la sala de su casa. Pero el caso es que lo hizo ante micrófonos de dos estaciones de radio y el asunto central es que es el Presidente de la República.
Y lo dicho tiene implicaciones más allá de lo que cualquiera pudiera imaginarse.
Es obvio que la respuesta de que si entregaría la banda presidencial a un priísta tiene un tufo fujimorista. ¿Por qué no habría de entregársela no sólo a un priísta, sino al mismo López Obrador si este ganara las elecciones en 2012 si se supone que eso sería el resultado de un proceso legal, democrático y así está señalado en la Constitución ?
Entregar el poder no es resultado de un sentimiento, sino de un acto institucional.
Claro que está por verse que un priísta o cualquiera gane la Presidencia. Eso dependerá de a quién le da su apoyo y voto la mayoría de los electores de este país el 1 de julio de 2012, pero dicho por Calderón, suena a amenaza.
¿Qué va a hacer para impedirle llegar a un priísta?, ¿qué está dispuesto a hacer para no entregarle a uno del tricolor?
En cuanto al asunto de López Obrador, la frase respecto de que “es un peligro para México” no sólo es respaldada por millones de mexicanos, sino que va más allá de cuestiones electorales… pero hay otros muchos que advierten que el peligro para el país es Calderón. ¿Cómo no pensar esto último luego de ver sus declaraciones? ¿A que le tira, a incendiar México?
Una cosa es que lo sienta y piense, y otra que lo exprese públicamente. Se supone que es el Presidente de México y como tal el Presidente de todos los mexicanos, incluidos López Obrador y sus pejeadictos, le guste o no.
Él mismo lo dice cuando habla de su cuenta de Twitter… ¡si sumara las mentadas!
En fin, todo un chivo en cristalería… lo que pasa es que esta cristalería es nuestro país.
Yo creo que su cuenta de Twitter quedó ayer saturada y no precisamente de felicitaciones…