Caos en Veracruz
¬ Augusto Corro miércoles 2, Nov 2016Punto por punto
Augusto Corro
Maral
Al gobernador con licencia de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, se lo tragó la tierra. Su paradero es toda una incógnita. El martes en la noche fue ubicado en un rancho de Chiapas, pero el miércoles las autoridades federales dijeron que el prófugo no se encontraba en ese lugar.
Mientras buscan al ex mandatario, en Veracruz hay problemas por falta de dinero en las alcaldías. La escasez de recursos económicos llevaría a cerrar las puertas de 50 administraciones municipales. En Apazapan, los integrantes del ayuntamiento ya no despachan en sus oficinas.
Dijo el alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes, que los municipios veracruzanos están al borde del colapso. “No hay gobierno en Veracruz”, recalcó.
Los ediles exigen que les entreguen 14 mil millones de pesos que el gobierno federal destinó para los ayuntamientos, pero que desvió el ex gobernador a otras áreas. El gobierno estatal tiene deudas económicas con diferentes sectores sociales, entre otros maestros, pensionados, empresarios y burocracia. La situación se complica porque el mandatario electo, Miguel Ángel Yunes Linares, tomará posesión del cargo el próximo 1 de diciembre.
El descontento de los alcaldes no cede. Manifestaron que continuarán acampados en el palacio de gobierno en Xalapa hasta que les resuelvan el problema. A la hora de redactar estas líneas, el gobernador interino, Flavino Ríos, no asistió a la reunión con los munícipes rebeldes, “porque, según dijo, no había condiciones de seguridad para sostener un diálogo”.
Se informó que durante el transcurso de la mañana de ayer martes, se reunirían los representantes del gobierno saliente y entrante para tratar asuntos relacionados con el cambio del poder, que ostentaron los priístas por décadas, para entregarlo al candidato ganador de la alianza PAN-PRD.
La derrota priísta estaba anunciada con mucha anticipación en aquella entidad, debido al pésimo gobierno de Duarte, que de acuerdo con sus detractores, logró acumular una riqueza fabulosa con el saqueo del erario. Pero no fue el único en beneficiarse de los recursos públicos, también salpicó del dinero mal habido a una banda de amigos. ¿Será Veracruz un estado fallido? Prevalece la incertidumbre de su futuro.
MÁS VALE TARDE…
Al Instituto Nacional Electoral (INE), al fin se le ocurrió frenar la campaña política del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, que busca la candidatura presidencial panista para el 2018. La imagen del político poblano aparece hasta en la sopa, como se dice coloquialmente, además de figurar en los llamados espectaculares, revistas en todo el país.
La semana pasada el mandatario estatal estuvo en Colombia para participar en una reunión internacional de empresarios. ¿Qué obtuvo el gobernador para su estado? Nada. Si acaso el logró que lo conocieran los hombres de negocios. Apenas el domingo estuvo en Chiapas para continuar su campaña.
El gobernador dijo que una vez que termine su administración, en febrero próximo, se dedicará “en cuerpo y alma a buscar ser el candidato (presidencial)”. En la realidad, Moreno Valle se promueve desde hace varios meses, sin ningún obstáculo en su camino. Por lo menos recorrió 14 estados: Zacatecas, Estado de México, San Luis Potosí, Morelos, Hidalgo, Colima, Guerrero, Quintana Roo, Tlaxcala, Oaxaca, Tabasco, Yucatán y Nayarit.
El panista José Luis Luege, ex funcionario calderonista, declaró que el gobernador Moreno Valle debe explicar cómo financia su campaña propagandística, “porque las consecuencias por gastos anticipados pueden llegar al PAN. Estamos ante un claro problema de ostentación de gastos y eso debe importarle al partido”.
También agregó que si fuera el presidente del PAN “ya le hubiera ordenado que frenará esa campaña”.
El INE, después de pensarlo mucho decidió frenar la campaña de Moreno Valle y le ordenó suspender y cancelar la difusión de su propaganda con la leyenda “el nuevo presidenciable”, colocada en espectaculares, transporte público, y en versiones impresas y digitales de medios.
¿Obedecerá la orden el ambicioso político?
