Grilla futurista
Freddy Sánchez martes 1, Nov 2016Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Ricardo Anaya no ha dicho que sí quiere ser candidato presidencial panista, pero tampoco dice que no.
El líder del Partido Acción Nacional trata inútilmente de convencer a propios y extraños de que lo único que le ocupa por el momento, es la organización electoral del blanquiazul ante el proceso electoral del año próximo, incluido el cambio de gobernador en el Estado de México.
Aseguró el actual dirigente de los panistas, (un joven que de la noche a la mañana se subió a los cuernos de la luna tras el éxito panista en las pasadas elecciones con una derrota histórica para el PRI y la pérdida de siete gubernaturas), que por ahora solamente piensa en consolidar el crecimiento electoral de Acción Nacional.
Que de plano buscar la candidatura presidencial de su partido no le quita el sueño ni trabaja exclusivamente para ese fin.
Claro que eso no se lo cree nadie. Menos los declarados aspirantes presidenciales que “mueren de ganas” por portar la camiseta del PAN.
La esposa del ex presidente Felipe Calderón y el gobernador saliente de Puebla, particularmente.
Eso ha llevado a los partidarios de Margarita Zavala y Moreno Valle a exigir públicamente que el dirigente de su partido se abra de capa y diga si va o no a buscar ser candidato presidencial del partido.
La metralla retórica contra Anaya para obligarlo a definir una posición proviene primordialmente de quienes manifiestan su indignación bajo el supuesto de que el líder blanquiazul aprovecha los recursos económicos del partido para una promoción personal.
Por eso el interés de quienes demandan al joven Anaya que exprese su voluntad de ser candidato y deje la dirigencia del partido evitando así que “los dados” se carguen a su favor en este momento de intensa competencia preelectoral entre panistas que se han postulado abiertamente y los que se mantienen agazapados.
Los equipos de quienes están a la vista e incluso aquellos que quizás estén pensando en algún externo que pudiera llegar de sorpresa a la disputa por la candidatura presidencial panista, no quieren que su líder nacional se mantenga en el cargo si esto lo piensa aprovechar para llegado el momento presentar su propia candidatura.
Una hipótesis que lógicamente asumen los adversarios del dirigente de Acción Nacional, que bien saben que en este personaje tienen al oponente más peligroso para sus aspiraciones.
Así que la decisión de Anaya de negar lo que todos suponen obviamente es lo que más le conviene.
Porque si dejara el liderazgo panista anunciando en este momento su precandidatura, prácticamente estaría poniendo su cabeza en bandeja de plata para que se la corten.
Algo muy distinto si Anaya se mantiene al frente del Partido Acción Nacional, logrando un triunfo electoral en el Estado de México al sacar al PRI del gobierno local.
Tal cosa sería el equivalente a una carambola de tres bandas. Un golpe brutal para los afanes priístas de conservar la presidencia, el desinfle de sus adversarios internos y el afianzamiento de su candidatura a la presidencia.
Claro que esto simplemente es una de tantas elucubraciones como parte de la grilla futurista.