La “escoba” priísta
¬ Augusto Corro lunes 31, Oct 2016Punto por punto
Augusto Corro
Ahora, un ex gobernador priísta podría ocupar el banquillo de los acusados y ser expulsado de su partido, esta vez por su presunta relación con grupos del crimen organizado.
El líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Ochoa Reza, así lo manifestó durante una gira política en Michoacán.
Ese posible candidato es el ex mandatario Fausto Vallejo Figueroa, a quien señalaron en años pasados por su cercanía con el líder de “Los Caballeros Templarios”, Servando Gómez Martínez “La Tuta”.
El escándalo fue mayúsculo por los tratos de Rodrigo Vallejo, hijo de Fausto, el presunto contacto del político con el cártel de “Los Caballeros Templarios”, como quedó demostrado en videos conocidos por la opinión pública.
El problema hizo crisis cuando el gobernador interino, Jesús Reyna García, fue detenido y enviado a prisión, por sus nexos con la delincuencia.
Como se informó, Fausto Vallejo Figueroa se ausentó del poder para atenderse diversas enfermedades. En esa época Michoacán quedó a la deriva y fue presa fácil de los cárteles de la droga.
Al final, del sexenio priísta, Salvador Jara se quedó como gobernador y sigue en la política como funcionario de segunda en la Secretaría de Educación Pública (SEP).
¿AMENAZA?
El affaire de los Vallejo ya estaba olvidado. ¿Qué pretendió el líder del PRI, Ochoa Reza con soltar esa amenaza a un priísta que nada quiere saber de la política? ¿A quién iba dirigido el mensaje?
Porque los casos de los ex gobernadores corruptos van directamente a la corrupción por el saqueo a las arcas públicas y no a relaciones con el crimen organizado.
¿No son suficientes los casos de ex mandatarios priístas que están en el banquillo de los acusados con posibilidades de echarlos del partido? Se supone que se debe terminar lo empezado.
Después de la expulsión de Javier Duarte, otros ex mandatarios seguramente esperan ya su turno para rendir cuentas ante su partido, pues sus gobiernos fueron determinantes para que el tricolor perdiera hasta siete gubernaturas.
¿Y esos ex mandatarios cuándo serán expulsados? Por ejemplo, el ex gobernador de Chihuahua, César Duarte, enriquecido inexplicablemente durante los seis años que estuvo en el poder.
LAS ELECCIONES DEL 17
Mientras el dirigente Ochoa Reza recorre el país con su mensaje de castigo a los priístas corruptos, Duarte de Ochoa sigue escondido en algún lugar de México. El hecho es que nadie encuentra al prófugo ex tricolor y continúa su búsqueda.
Cada día que transcurre, las denuncias contra el ex gobernador jarocho aumentan, como es el caso de 20 alcaldes de Veracruz, panistas y perredistas, que no recibieron el dinero que les enviaron las autoridades federales. De manera simbólica clausuraron el edificio de gobierno.
A los pocos días de la persecución se tuvo la idea que todas las policías y las autoridades correspondientes irían tras el prófugo, pero no ocurrió así. Duarte de Ochoa se volvió ojo de hormiga y surgieron un sinnúmero de especulaciones, entre otras, que se encuentra dedicado a preparar su defensa.
Esa demora de la justicia afectará al PRI, que tiene pendientes elecciones importantes el próximo año y si Duarte de Ochoa no es encarcelado, el tricolor tendrá problemas con el electorado.
Se votará por nuevo gobernador en Coahuila, Nayarit, Estado de México y presidencias municipales en Veracruz. Se supone que para esa fecha (el año que entra) el PRI tendrá solucionados los problemas de sus ex gobernadores. ¿O no?
SE DEFINE O DIVIDE
El líder del Partido Acción Nacional (PAN), Ricardo Anaya, si continúa jugando “con dos cachuchas” se va a dividir el blanquiazul.
Así lo declaró el ex gobernador de Jalisco, Alberto Cárdenas, al referirse a la situación en la que se encuentra el dirigente de su partido, al continuar como presidente del PAN y al mismo tiempo aspirante a la candidatura presidencial del 2018.
El “Joven maravilla”, como le llaman a Anaya, es objeto de un sinnúmero de inconformidades por parte de sus correligionarios que le demandan una definición política: ¿o líder del PAN o aspirante presidencial?
La principal exigencia partió del grupo de los calderonistas, que ven en Anaya una amenaza para las aspiraciones de Margarita Zavala, la esposa del ex presidente Felipe Calderón, que ya se autodestapó como aspirante a la candidatura para regresar a Los Pinos.
En ese jaloneo entre los grupos albiazules, se corre el riesgo, según los propios panistas, de una división al interior del partido, que, seguramente, nadie desea. ¿O sí?