¿Ejemplo de democracia?
Ramón Zurita Sahagún miércoles 6, Oct 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Sorprendidos se quedaron algunos en la Cámara de Diputados por la camaradería existente entre el gobernador saliente y el entrante de Aguascalientes.
Luis Armando Reynoso Femat y Carlos Lozano de la Torre, acudieron juntos a la Cámara de Diputados para negociar, en forma conjunta el presupuesto con que contará esa entidad y encontrar la fórmula para aumentar el flujo de recursos tan necesarios para esa entidad.
Es un gran ejemplo para la democracia mexicana el que el gobernador entrante, postulado por un partido contrario al que tenía el gobernador saliente, y el que se encuentra en funciones dejen de lado las diferencias y trabajen conjuntamente por el bienestar de la entidad, mencionaron algunos.
Y es que Reynoso Femat llegó al gobierno de Aguascalientes en 2004 postulado por Acción Nacional, bajo cuyas siglas ganó antes la alcaldía de la capital del estado y Lozano de la Torre compitió con la bandera del PRI y recuperó el estado para esos colores doce años después.
Pero para sorpresa de muchos, lo ocurrido en Aguascalientes no es muestra de la madurez política, ni siquiera signos nuevos de la transición.
No, en Aguascalientes sucedió que el gobernador en funciones mantiene una relación afectuosa y cercana con el gobernador electo y fue un factor determinante en su triunfo electoral del pasado cuatro de julio.
Tan lo fue que esa ayuda proporcionada al candidato de otro partido ajeno al suyo motivó la expulsión del gobernador Reynoso Femat de las filas del partido blanquiazul.
Ni siquiera fue necesario ahondar mucho en la investigación, Reynoso Femat fue víctima de un juicio sumario y se determinó su expulsión, por actuar en contra de los intereses de su partido y apoyar a un candidato ajeno a su militancia.
Esta no fue siquiera la primera ocasión en que el gobernador que entregará la estafeta el primero de diciembre se encontraba acusado de actuar en contra de su partido, ya que antes de eso, sufrió otra amenaza de expulsión, luego de confrontarse con su Congreso del estado que le desaprobó sus planes de endeudamiento.
En esa ocasión todo quedó en una simple amenaza, pero cuya cuenta fue cobrada por el gobernador, según se dice en Aguascalientes, al provocar la derrota de su partido en los comicios del 2007, cuando el PRI recuperó la capital del estado, luego de ser gobernada doce años por Acción Nacional, al tiempo que el mismo tricolor se posicionaba como la primera fuerza en el Congreso del estado.
De esa forma se sentaron las bases para el triunfo del candidato del PRI, sin importar el nombre del mismo, aunque la postulación de Carlos Lozano contribuyó en grande para ello.
Lozano era el eterno candidato derrotado, ya que antes de esta victoria, contendió por el ayuntamiento de la capital y perdió, luego compitió por la senaduría de mayoría y también fracasó, hasta que los enfrentamientos entre los grupos de poder le permitieron escalar la victoria.
Por eso ahora, los dos gobernadores, el entrante y el saliente, buscan en forma conjunta un presupuesto adecuado para su estado y mostrar a los ciudadanos que no se equivocaron al emitir su voto en las urnas el pasado cuatro de julio.
Desenfadados y siempre juntos, Reynoso y Lozano visitaron a los principales cuadros priistas en San Lázaro, departieron con ellos, ofrecieron una conferencia de prensa y salieron ufanos de haber mostrado al mundo como un gobernador es capaz de sacrificar su militancia y soportar su expulsión del partido que lo cobijó y lo lanzó a la fama política, con tal de salirse con la suya y evitar que su enemigo (Martín Orozco, candidato del PAN) triunfara en las urnas y se convirtiera en su sucesor y posible perseguidor.
Eso sí, ambos (Lozano y Reynoso) dejaron claro que los equipos del gobernador en funciones y del electo, se encuentran trabajando en armonía por el bienestar del estado, mostrando que la transición es posible y que conjuntando esfuerzo se puede trabajar por el bien común de los habitantes del estado.
Pero para no mostrarse como políticos con mala educación, .los dos gobernadores visitaron a todos los coordinadores de las fracciones legislativas asentadas en san Lázaro.
Claro que su propósito fundamental fue la visita realizada al priísta Francisco Rojas Gutiérrez y después Josefina Vázquez Mota y los coordinadores de las fracciones menores.
*En Chihuahua todavía no salen de su asombro ante el desaseo político con que se manejó la federación en la toma de posesión del gobernador César Horacio Duarte.
Ni siquiera fue informado el gobernador entrante del cambio de representante y conoció del asunto porque el senador Manlio Fabio Beltrones le informó que el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora no había viajado en el avión que le correspondía.
Y la sorpresa es tan grande para todos, ya que en Chihuahua se vive un grave problema de ingobernabilidad motivado por la violencia, por lo que se requería de un mensaje de aliento a la población como el que envió el nuevo gobernador quien se pronunció por recuperar las calles y se comprometió a conseguirlo en el término de un año.
En Chihuahua se asegura que el triunfo de César Duarte en las urnas se debió a que no era el candidato del ahora ex gobernador, José Reyes Baeza Terrazas. De otra forma, se dice, hubiese fracasado.
Mencionaba Patricio Martínez, ex gobernador, lo decente que se portó César Horacio Duarte al mencionar a su antecesor, José Reyes Baeza, como gobernador hasta ayer. Él, Reyes Baeza, me presentó en su toma de posesión como ex gobernador, cuando él apenas asumía funciones. Se ve que el distanciamiento entre ambos es grande.