Panistas inconformes
¬ Augusto Corro martes 25, Oct 2016Punto por punto
Augusto Corro
En el Partido Acción Nacional (PAN) se avecina una lucha sin cuartel derivada de las ambiciones políticas, en concreto la candidatura a la Presidencia de la República.
Un grupo de “notables” blanquiazules no están conformes que su líder, Ricardo Anaya, utilice al partido para su proyecto personal. Ven en la actitud del dirigente acciones propagandísticas ventajosas. Es decir que sea presidente de Acción Nacional y se promueva como aspirante a ocupar la residencia de Los Pinos, aunque públicamente lo niegue.
En una carta, 18 personajes del PAN, entre otros Ernesto Cordero Arroyo, Roberto Gil Zuarth, Manuel Gómez Morín, Alejandro González Alcocer, Gustavo Madero, etc., consideran “indispensable garantizar que las estructuras, atribuciones y prerrogativas del partido se destinen exclusivamente para el fortalecimiento de la institución e impedir que se distraigan para la promoción de proyectos personales que beneficien una aspiración particular”.
Afirman que “es deber de la Comisión Permanente atender esta situación y conflicto de interés “del doble rol de presidente y aspirante a candidato a presidencia de la República postulado por nuestro partido”.
También señalaron que si Ricardo Anaya piensa competir es necesario que lo asuma públicamente, permitiendo que, lo más pronto posible se elija a quien esté dispuesto a procurar las garantías necesarias para un proceso armónico y a conducirlo de principio a fin.
Los firmantes de la carta demandaron a su líder y a los integrantes de la citada comisión que “tutelen con eficacia la unidad del partido, garanticen imparcialidad, claridad y piso parejo para la gesta épica, que estamos a punto de enfrentar”.
ERROR HISTÓRICO, LA DIVISIÓN
El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN respondió a los inconformes para señalar que la actual dirigencia está concentrada totalmente en sus responsabilidades.
Planteó que “sería un error histórico dividirnos en estos momentos en que Acción Nacional se perfila como la gran alternativa del cambio”. Luego explicó que la suma de esfuerzos derivó en los exitosos resultados electorales del último año.
Dijo que se trabaja con toda dedicación en los preparativos para las elecciones del próximo año que se efectuarán en el Estado de México, Coahuila, Nayarit y presidentes municipales en Veracruz y “llegados los tiempos políticos y legales, los panistas sabremos resolver en unidad y congruentes con nuestro espíritu democrático las diversas candidaturas para el proceso electoral del 2018”.
Teóricamente, la idea del CEN panista es buena, salvo que las aguas se encuentran ya muy agitadas. Conforme avance el tiempo, Ricardo Anaya enfrentará más obstáculos si es que en realidad aspira a la candidatura presidencial.
Por ejemplo, el grupo de gobernadores panistas ya representan una fuerza importante en Acción Nacional y es de suponer que juntos o separados tendrán que participar en la nominación de su candidato. Ellos mismo podrían elegir a su representante o inclinarse por Rafael Moreno Valle, Margarita Zavala o por Ricardo Anaya. ¿A quién apoyarían los nuevos gobernadores panistas?
Es de suponer que en el PAN la lucha apenas empieza. No será fácil para los panistas llegar unidos en el 2018. Por lo pronto, los blanquiazules piden a su líder Ricardo Anaya que deje de beneficiarse de su cargo.
LOS COMERCIANTES INFORMALES
¿A quién llena de orgullo desalojar a comerciantes informales de la vía pública? La pregunta va directa a Ricardo Monreal, jefe de la delegación Cuauhtémoc, que ordenó el desalojo de 150 vendedores de la acera de San Cosme, esquina con Insurgentes la semana pasada.
Personal de servicios urbanos balizaron, pintaron, arreglaron las jardineras y desconectaron los “diablitos”. En fin, el lugar quedó “chillando de limpio”. ¿Y que fue de los comerciantes informales?
Seguramente se fueron a ocupar otras aceras de diferentes calles, porque tienen una necesidad fundamenta: conseguir dinero para su alimentación, medicina, renta, transporte, ropa, etc. Y los mejores lugares para vender son aquellas avenidas donde circula mucha gente.
Así pues, si los quitan de un sitio, tendrán que buscar donde continuar con el negocio que deja pocas ganancias, pero es lo único que medio les resuelve sus problemas económicos. Además, no hay manera de que se ocupen en otros trabajos.
Tenemos, pues, un problema social sin solución y con posibilidades de que crezca. Sin empleos, las opciones de las personas se reducen. O se dedican al comercio informal, a la piratería, o a otras actividades ilícitas.
Sin duda, las avenidas lucen mucho sin los comerciantes informales, ¿pero qué hace la autoridad para resolver ese conflicto permanente?