Pleitazo
¬ Augusto Corro miércoles 6, Oct 2010Punto x Punto
Augusto Corro
(A mi querido hermano Isidro, en su cumpleaños. Felicidades.)
En busca del poder sin reflexionar en ideologías ni principios partidistas es lo que refleja la fracción que encabeza Jesús Ortega, presidente del Partido de la Revolución Democrática, supuestamente de izquierda, quien se encuentra empeñado en concretar alianzas con el Partido Acción Nacional (PAN), de derecha y ultraderecha, para futuras elecciones, entre otras las próximas en el Estado de México.
Los resultados que obtuvieron las alianzas en Oaxaca, Puebla y Sinaloa, estimularon a perredistas chuchos y panistas a continuar unidos, no obstante que el costo de esa mezcla resulte muy elevado por el desconcierto de sus militantes, que no alcanzan a entender que tienen que votar por un candidato que no tiene su misma ideología.
A lo anterior hay que sumarle los discursos y pronunciamientos de los dirigentes que están a favor o en contra de las alianzas. Andrés Manuel López Obrador, líder de la izquierda, rechaza las alianzas y de plano le exige a los dirigentes chuchos del PRD que se quiten la careta y expliquen cuáles son los acuerdos y compromisos que contrajeron con Felipe Calderón en materia de coaliciones.
Por su parte, Jesús Ortega, el chucho mayor, invitó a AMLO a serenarse y a dejar de llamar traidores a los perredistas que no comparten sus puntos de vista. Luego calificó de autoritarismo esa actitud del tabasqueño que no se detiene a discutir o a reflexionar el asunto.
La discusión de los dirigentes perredistas será más ríspida cada día. No se ve alguna solución. Inclusive, AMLO manifestó que si el PRD y el PAN van en alianza en el Estado de México, él pedirá licencia para retirarse de su partido una temporada.
En los términos prácticos, un PRD más dividido ni siquiera le servirá a los panistas en futuras alianzas. El partido del sol azteca es un cascarón que no tardará mucho en romperse. De poco le servirá a Manuel Camacho Solís ser “ajonjolí de todos los moles” de ser el coordinador de una izquierda destrozada. Su alumno, Marcelo Ebrard, deberá preocuparse ante tal divisionismo, porque en caso de ser ungido como precandidato presidencial tendrá pocos simpatizantes.
Por el momento, se evidencia que la lucha por el poder no se detiene y que saltan a la vista los intereses de unos y otros que están relacionados con la conducta de Jesús Ortega y su banda, de total entreguismo al gobierno calderonista. Ahora, las tribus perredistas lopezobradoristas están empeñadas en echar de la dirigencia a Jesús Ortega. Éste se defiende como puede y se irá hasta el próximo marzo, a pesar de que el propio líder moral perredista dice que el chucho mayor debe dejar la plaza.
Se trata pues de un laberinto político en el que no se encuentra la salida, porque todos están montados en sus intereses. Y sin lugar a dudas, esto representa un problema de difícil solución a lo que se hace llamar izquierda mexicana, que va rumbo a su debilitamiento. Por el momento, los militantes de esa ala política se encuentran confundidos. El pleitazo es inminente.
¿Y LA SELECCIÓN?
En una llamarada de petate se convirtió la rebelión de los miembros de la Selección Mexicana de Futbol. Los incautos pensaron que la actitud de Rafael Márquez, el capitán del Tri, tendría repercusiones importantes para mejorar el futbol mexicano. Se trataba de un sueño guajiro que comprometía la carrera de los jóvenes futbolistas.
Rafa ya cumplió su ciclo en el balompié. Sin duda, uno de las mejores defensas del fut nacional e internacional. Seguramente tiene sus ahorros y una fama bien ganada de buen jugador en la cancha. Esa condición excepcional le permitía asumir el papel de líder y así lo hizo.
A raíz del escándalo derivado de la fiesta de los seleccionados en Monterrey, después del mediocre juego entre las selecciones de México y Colombia, del que resultaron sancionados los jugadores, a éstos no les gustó la forma en que fueron exhibidos por el titular de la Comisión de Selecciones Nacionales, Néstor de la Torre. Este funcionario dio santo y seña de la reunión de los seleccionados con licor, mujeres y un travesti. Nada de qué espantarse.
Las autoridades de la federación dijeron que las sanciones obedecían a la indisciplina de los seleccionados que no respetaron el reglamento. Es decir, que no estaba permitida fiesta alguna en la concentración. Total, que los seleccionados pegaron de gritos por la manera en que los trató Néstor de la Torre, pues argumentaban que la ropa sucia se lava en casa.
Sin embargo, el meollo del asunto no fue la indisciplina de los jugadores, sino el conato de rebelión que intentaron protagonizar, con Rafa al frente. Este envió una carta a las autoridades de la Federación Mexicana de Futbol, supuestamente apoyado por sus colegas, en la que demandaba mejor trato hacia la selección y pedía la cabeza del multicitado Néstor de la Torre y además planteaban su negativa a participar en el próximo partido entre Venezuela y México.
Los dueños de los clubes que integran la Federación Mexicana de Futbol pusieron el grito en el cielo, como se dice coloquialmente, tomaron las medidas adecuadas y las inconformidades empezaron a apaciguarse. Seguramente hablaron con los jugadores y éstos optaron por llevar las cosas en paz.
El motín a bordo fue lo que más preocupó a los amos del futbol. Poderosos y ricos, nunca permitirán que ni por asomo se forme una agrupación sindical que exija mejores condiciones laborales para los jugadores. Los dueños de los clubes tienen en sus manos los contratos de quienes juegan en sus equipos y ellos deciden cuándo y a quién los venden, claro, esto ocurre en cualquier parte del mundo.
Los futbolistas, como esclavos, tienen que cumplir sus compromisos con quien es dueño de su contrato. La rebelión es castigada con severidad, de ahí que un sindicato de jugadores es imposible. Este experimento ya fracasó en múltiples ocasiones.
Por cierto, los seleccionados ya aceptaron participar en el juego amistoso de México-Venezuela.
Todo se permite, menos la insubordinación. ¿Cómo iban a permitir los amos del balompié que sus esclavos se sublevaran? Imposible.