El “show” político, en su punto
¬ Augusto Corro lunes 24, Oct 2016Punto por punto
Augusto Corro
Por ahora, son dos ex gobernadores, que tras recibir la información de que eran buscados por los representantes de la ley, decidieron fugarse.
Se trata Guillermo Padrés Elías, de Sonora, y Javier Duarte de Ochoa, de Veracruz. Ambos casos tratados ampliamente en este espacio.
El “show” protagonizado por los personajes citados empezó con las denuncias en su contra por un sinnúmero de delitos relacionados con la corrupción.
Según las investigaciones desviaron los recursos públicos para beneficio personal. De los dos casos, primero se conoció el del sonorense. Pasaron meses para que se emitiera una orden de aprehensión. Después el asunto del veracruzano estalló recientemente, ante la imposibilidad de mantenerse en el poder, por el tamaño gigantesco de los delitos.
Las policías buscan, eso dicen, a los ex gobernadores por todas partes. Los días transcurren y los fugados no aparecen.
Mientras, en sus respectivos partidos se preparan para expulsarlos de sus filas. A ambos les cancelaron sus derechos de militantes, pero nada más.
Es posible que esta misma semana las dirigencias del PAN y del PRI los echen de sus respectivos partidos.
Para empezar, Padrés Elías envió una carta a la Comisión Anticorrupción panista, en la que explica que no podrá asistir a la comparecencia programada para hoy en la tarde, para que se defienda de las acusaciones en su contra, porque lo persigue la policía, con orden de capturarlo.
De Duarte de Ochoa también se pronostica ya la inminente expulsión del instituto priísta.
Sin embargo, el simple hecho de correrlos de sus respectivas militancias partidistas no será suficiente para lavarle la cara sucia de corrupción al PRI y PAN.
Los días transcurren y no disminuye la atención sobre el destino de esos dos personajes que saquearon los recursos públicos sin medir las consecuencias. Los panistas le piden a Padrés Elías que dé la cara; los priistas le demandan a Duarte de Ochoa que se entregue.
CAYÓ FELIPE FLORES VELÁZQUEZ
Tras dos años de búsqueda fue capturado Felipe Flores Velázquez, uno de los principales responsables de la desaparición de los 42 normalistas de Ayotzinapa, ocurrida el 26 y 27 de septiembre de 2014.
El detenido se desempeñaba como jefe de la Policía Municipal de Iguala, Guerrero, cuando se registró la tragedia, cuyo final se desconoce, luego de que fue rechazada la “verdad histórica” de lo que aconteció en aquella fecha.
Además, el testimonio de Flores Velázquez es muy importante por la cercanía con el presidente municipal José Luis Abarca (son primos), pues se le consideraba como su lugarteniente y brazo ejecutor del cártel “Guerreros Unidos”.
De acuerdo con información de las autoridades, el jefe de la policía ordenó el arresto de los estudiantes normalistas y posteriormente él mismo los entregó a los sicarios que los ejecutaron.
Desde el inicio de las investigaciones, Flores Velázquez fue el eslabón que faltaba para tener una idea más completa del secuestro colectivo de estudiantes, que tiene en prisión a 130 personas, 422 resoluciones judiciales y 850 declaraciones.
Es posible que el ex funcionario policiaco proporcione nuevos datos sobre el caso de los normalistas de Ayotozinapa, que siempre estuvo lleno de dudas.
LA IZQUIERDA,
DIVIDIDA
La semana pasada estuvo en México el ex presidente de Uruguay, José Mujica, quien impresionó al mundo por su manera austera de gobernar un país.
Visitó a nuestro país invitado por la Sociedad Interamericana de Prensa a su 72 asamblea anual, que se llevó a cabo en la Ciudad de México.
Mujica se hizo famoso porque se alejó de los lujos y de la fastuosidad con la que se gobierna en el mundo, incluidos países pobres.
Desde luego, el ex mandatario fue un ejemplo de congruencia entre su ideología y la manera de practicarla.
Al ser entrevistado, por el diario El Universal, el ex presidente Mujica, quien también formó parte de un grupo guerrillero, opinó que aquí (en México) la izquierda está dividida y así no ganará.
Se pronunció por la política de la unidad que es aprender a respetar la diversidad y negociar internamente, “unirnos por un programa para una etapa y no pedir estar de acuerdo has el juicio final. No. Estemos de acuerdo en cosas que vamos a hacer ahora, en este tiempo. Después, en filosofía cada quien”.
Y añadió: “Eso nos ha permitido que varios que pensamos distinto estemos, pero no por una coyuntura electoral, sino para construir un país y llevamos 45 años. Vengo a México, ando por el mundo y me encuentro con una izquierda peleada entre ellos, que uno no sabe si la pelea interna es más grave o importante que la pelea con la derecha…”. ¿Alguien de los rijosos de la izquierda lo entenderá?