Inolvidable gala Pasión por la ópera con el tenor Javier Camarena
Espectáculos lunes 24, Oct 2016- Celebró 25 años de encuentros en el Auditorio Nacional
Asael Grande
Como parte de las conmemoraciones por los 25 años del remodelado Auditorio Nacional, se celebró la gala Pasión por la ópera, con el virtuoso tenor Javier Camarena, la soprano Désirée Rancatore, la mezzo-soprano Tara Erraught, el barítono Armando Piña y la Orquesta Sinfónica de Minería, bajo la dirección del maestro Paolo Bressan.
Camarena, uno de los tenores mexicanos más reconocidos a nivel nacional e internacional, considerado como un gran candidato para suceder a Luciano Pavarotti, presentó un programa conformado por piezas de Gioachino Rossini, Guiseppe Verdi, Camille Saint Saens, Léo Delibes, Georges Bizet, Charles Gounod, Héctor Berloiz, Vincenzo Bellini y Gaetano Donizetti.
La pieza que abrió el recital operístico de Javer Camarena, mismo que estuvo bajo la batuta del Director Huésped Paolo Bressan, fue La gazza ladra (del idioma italiano, ‘La urraca ladrona’), un melodrama u ópera semiseria en dos actos, creada por el compositor italiano Gioachino Rossini en 1817. La obra es mejor conocida por su obertura, la cual se destaca por el uso de redoblantes. El programa continuó con Le comte Ory, II barbarie di Siviglia, del jismo Rossini, piezas engalanadas por la mezzo-soprano Tara Erraught, el barítono Armando Piña y Camarena.
El concierto siguió con Nabucco, La Traviata y Rigoletto, de Verdi. Después de un breve intermedio, la orquesta despidió las notas de Camile Saint con Samson et Dalila y Lakmé, para dar paso a Bizet con Les pecheurs de perles, y continuar con Romeo et Juliette de Gounod; de Berloiz y Verdi se escucharon La damnation de Faust y La forza del destino, respectivamente.
Para la parte final, el público asistente ovacionó piezas tales como: I puritani di Scozia (Bellini), Don Carlo (Verdi), y Maria Stuarda (Donizetti), y La Traviata (Verdi), en lo que fue un extraordinario concierto lleno de Pasión por la ópera, con la bella instrumentación de la Orquesta Sinfónica de Minería, y la belleza de grandes interpretaciones vocales, en un repertorio de gran virtuosismo y dificultad, interpretadas bajo el techo del Coloso de Reforma, bajo el marco de los 25 Años de Encuentros del Auditorio Nacional.