Andrés Roemer lo pagó
Francisco Rodríguez jueves 20, Oct 2016Índice político
Francisco Rodríguez
La política exterior es una continuación de la política interna, sostuvo León Trotsky, el gran profeta de la Revolución de Octubre. Sabía lo que decía, ya que las líneas inalterables de la diplomacia de un país se basan en los principios que sostenga para con sus ciudadanos cualquier Estado. Es la imagen con la que se presenta, el rasero con el que se mide su tamaño. Su tamañito, en el caso del gobierno mexicano.
Por eso, cuando Emilio O. Rabasa —buen director del Banco Cinematográfico y pésimo encargado del despacho de la Secretaría de Relaciones Exteriores del echeverriato— votó el 10 de noviembre de 1975 la Resolución 3379 de la Asamblea General de las Naciones Unidas que identificaba “al sionismo como una forma de racismo”, dibujaba el estro de un aparato demolido por la locura y la estridencia.
La locura de Echeverría, por bienquistarse con musulmanes
Emparentar sionismo y racismo tenía para los diplomáticos de Tlatelolco, el objetivo echeverrista de conseguir apoyos para su tercermundista Carta de Deberes y Derechos Económicos de los Estados —hablaba en nombre de todo el Tercer Mundo, usted sabe— y congraciarse con algo superior: el discurso revolucionario en favor de las materias primas.
Identificar su lucha esquizoide con la de los productores musulmanes de crudo, en aquel momento formados alrededor de la OPEP, que hacían bailar a las potencias consumidoras al son de su música. No había necesidad de denostar al pueblo judío, pero Echeverría pensó que era más corto el camino así.
La historia demostró que nunca pudo existir en la economía mundial de este planeta un mercado manejado por los productores. Desde que el mundo es mundo, los mercados son manejados al son de los compradores. Pero en su locura por ser secretario general de las Naciones Unidas, Echeverría comprometió el oro y el moro. Y los árabes lo oyeron cantar música para sus oídos.
Castigos económicos contra LEA derivaron en devaluación
Cuando supo del voto mexicano en contra del sionismo y en favor de los palestinos, el líder Yasser Arafat se desvivió en aplausos para el líder tenochca. De inmediato, giró instrucciones para abrir una oficina de la OLP en México y extender todos los canales de cooperación comercial y cultural con un país que… no tenía petróleo.
Los resultados de esta esquizofrénica decisión de la diplomacia mexicana no tardaron en verse: violentas manifestaciones de protesta frente a la embajada de México en Tel Aviv, así como feroces castigos económicos, restricciones a la importación mundial de básicos mexicanos… y finalmente la primera devaluación de 1976.
Rodó la cabeza de Rabasa. Pero el país pasó las de Caín —y todavía no lo supera— para absorber el descrédito internacional, la fuga de capitales en cascada, el enorme deterioro de la moneda, la burla diplomática y las terribles regresiones que esa “volada” diplomática causó por sí sola.
Ni entonces, ni ahora, era necesario denostar al pueblo judío
Si de lo único que se trataba era de facilitar el ingreso de una representación de la Organización para la Liberación Palestina en la Organización de las Naciones Unidas, no era necesario denostar al pueblo judío, pensaron y opinaron los sensatos, los que siempre habían manejado con pinzas y mucho colmillo esas relaciones.
Pero no. Tenía que regarse el tepache, como ya viene siendo más que una reiterada obsesión, una inclinación enfermiza de los mentecatos. Un destino de los fallidos e improvisados mercachifles a quienes inventan de sopetón para liderar un país. Es el caso más reciente en el escenario internacional.
Enorme influencia de la comunidad judía en México
Una de las cuestiones más delicadas de la política exterior con el Estado de Israel es el respeto a sus entrañables símbolos religiosos. Judíos, cristianos e islamitas forman la trípode de las tres más importantes religiones monoteístas del mundo occidental.
La comunidad judía en México es una de las más nutridas e importantes del mundo occidental. Su influencia rebasa con mucho el peso cultural de su presencia y es decisiva en los terrenos económicos, comerciales, industriales, científicos, financieros y políticos.
Sus símbolos religiosos deberían ser intocables, pero…
Dentro de los símbolos judíos, los relativos al Monte del Templo y al Muro de las Lamentaciones de Jerusalén, son intocables. Representan el lazo milenario con su historia, con monumentos históricos que arraigan sus más profundas tradiciones y creencias, desde los tiempos del rey Salomón.
La historia del mundo ha tenido que voltearse al revés para ocultar deliberadamente la toma de Jerusalén por los ejércitos musulmanes de Saladino y dar una lección a los primeros cruzados cristianos de la alta Edad Media sobre la superioridad de los aceros y disciplina del desierto sobre las pesadas fornituras y espadas yunque de los Caballeros Templarios.
Se olvidó el compromiso del sentido del voto
La desbarrada en el caso de la votación en el Consejo de la UNESCO, no tiene más que una lectura: descuido e ignorancia. Desde que fue a los funerales de Shimon Peres, el presidente recibió la encomienda de grandes jerarcas de la comunidad judía para rechazar la presión árabe.
El mandatario les dijo que faltaba más, que iba a girar sus instrucciones a quién correspondiera para tal efecto, y ¿qué cree usted? Sí, ¡se le olvidó! La Subsecretaría de Asuntos Multilaterales, a cargo de Miguel Ruiz Cabañas Izquierdo (?) de la SRE, al no ser notificada de los acuerdos, siguió con su lamentable hoja de ruta a la que nos tiene acostumbrados…… y dio instrucciones al embajador Andrés Roemer para que la delegación mexicana votara a favor de la resolución presentada por siete países árabes en la que se consideraba al Muro de las Lamentaciones como Plaza Buraq, su nombre en musulmán. La UNESCO, de paso, negó toda vinculación del pueblo judío con esos monumentos históricos. Ruiz Massieu, por cierto, ¡ni enterada!
Valiente voto de conciencia del embajador Andrés Roemer
La UNESCO contribuye con esta deslegitimación, apoyada por la Secretaría de Relaciones Exteriores, a negar el vínculo judío con la vieja ciudad de Jerusalén, aumenta los volúmenes de odio racial y manipula la historia humana. Da reversa al proceso de negociación pacífica, de por sí estancado desde abril del 2014. A ver para cuándo…
Creada para fomentar los lazos culturales de los pueblos y la comprensión multicultural, la UNESCO se convirtió, de un porrazo —con la ayuda de la aldeana diplomacia mexicana— en un garrote de facciones, aprobando una resolución que no fue aprobada por un solo país europeo, unilateral, ignorante y retrechera.
Afortunadamente, al momento de la votación, Andrés Roemer tuvo el gesto de valentía de salir de la sala para manifestar su rechazo a ese ente diplomático, actitud elogiada a tiempo por Carmel Shama Hacohen, embajador de Israel ante la UNESCO. La actitud de Roemer mitigó posibles efectos de repulsa israelita. Es un ejemplo para los improvisados diplomáticos de Tlatelolco, empezando por la sobrina de Salinas de Gortari, Claudia, que ya se siente en ligas mayores.
Miente la SRE, ya no se puede cambiar el sentido del voto
Pero en un despliegue de grilla barata, la Secretaría de Relaciones Exteriores acabó boletinando el despido del embajador Roemer —el chivo expiatorio, de acuerdo al ex canciller Jorge Castañeda Gutman— y cambia su voto institucional “a favor”, por el de “abstención”, “reflejando el enorme aprecio que este gobierno tiene por la comunidad judía y en especial por sus significativas contribuciones al bienestar y al desarrollo de México”. Pero el tepache ya estaba regado.
Y cambiar el sentido de un voto va en contra de los principios de la Organización de las Naciones Unidas, de la que la UNESCO forma parte, y no es admisible, ya que sentaría un precedente negativo e inconveniente, me dice un diplomático que sí tiene experiencia, a diferencia de la sobrina de CSG y demás empleados de la cancillería.
La acusación de racista al sionismo y el despojar a los judíos de sus monumentos históricos, son decisiones jaladas de los pelos de un equipo diplomático que desbarra en todos sus cometidos. La invitación a Trump para homenajearlo en Los Pinos es sólo un pequeño botón de muestra.
Unos por locos y atrevidos, éstos por ignorantes y ambiciosos. Afortunadamente ya no les queda tiempo para esperar que a la rana le salgan pelos. Que si no… ¿No cree usted?
Índice Flamígero: ¿Qué sabía la sobrina de Carlos Salinas de cuestiones diplomáticas como para que se le encargara la política exterior de la República? Cuando el efímero embajador de México en Estados Unidos, Miguel Basáñez, declara al diario Reforma que “tuvo problemas de interlocución con la canciller Claudia Ruiz Massieu. ‘Mi relación con los consulados y con la Subsecretaría para América del Norte fue excelente, teníamos una comunicación constante. Con quien no la pude tener fue con la canciller’, afirmó durante un foro celebrado en El Colegio de México. Asimismo, refirió que como embajador impulsó, “contra los deseos de la cancillería”, a organizaciones latinas en Estados Unidos para promover la doble ciudadanía, y que actualmente hay alrededor de un millón de latinos que se han naturalizado estadounidenses. Un día después de que advirtiera que la facción salinista del priísmo veía con buenos ojos una eventual presidencia de Donald Trump en Estados Unidos, afirmó que Ruiz Massieu es la clara candidata de ese grupo del PRI para el 2018. A Basáñez se le preguntó si había diferencia entre salinistas y peñistas, y de ser así, cuáles eran los precandidatos que veía de cada grupo para 2018: si Ruiz Massieu en el caso de los salinistas y Miguel Ángel Osorio Chong, José Antonio Meade y Luis Videgaray en el caso de los peñistas. + + + Comentaristas y conductores de plataformas digitales y televisoras han hecho cera y pabilo del ex embajador Roemer. Mera envida, cero solidaridad. + + + Dicen en Veracruz —y creo que dicen bien— que el acuerdo al que habrían llegado Miguel Ángel Osorio Chong y Javier Duarte de Ochoa incluía su “graciosa huida”… y que ya después harían la pantomima de que irían tras él “con toda la fuerza del Estado”. Tal se confirma con los dichos del ocupante del depa ubicado en la esquina de Campos Elíseos y Rubén Darío, en el sentido de que no sabe dónde está el otro pillo. Sigue vigente el “tapaos los unos a los otros”, ¿a poco no?
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