Prófugo de la justicia
¬ Augusto Corro lunes 17, Oct 2016Punto por punto
Augusto Corro
El ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías, empezó a ser buscado por la Interpol en 190 países. Un juez dictó una orden de aprehensión contra el panista, pero nadie sabe su paradero.
Ante esa situación, la policía emitió una “ficha roja” para localizarlo, detenerlo y deportarlo. A Padrés Elías se le imputaron operaciones con recursos de procedencia ilícita por 8.8 millones de dólares, dinero que, según las investigaciones, fue obtenido mediante “sobornos”.
De acuerdo con la Contraloría General del Estado de Sonora, durante el gobierno del blanquiazul hubo un desfalco al erario público superior a 30 mil millones de pesos. De comprobarse el delito, el ex funcionario sería castigado hasta con siete años de prisión.
También se inició una indagación por el delito de enriquecimiento inexplicable. En el 2014 fue acusado de construir una presa en su rancho, sin los permisos legales. La Comisión Nacional del Agua ordenó la demolición en el 2015.
Con 40 amparos contra una posible detención, Padrés Elías logró eludir a la justicia, pero al final no tuvo otra alternativa que darse a la fuga.
RICARDO ANAYA SE DURMIÓ
El problema de la presunta corrupción de Padrés Elías se presentó en tiempos de pugnas en el interior del Partido Acción Nacional (PAN).
La ex primera dama, Margarita Zavala de Calderón; Rafael Moreno Valle, gobernador de Puebla, y Ricardo Anaya, líder nacional panista, iniciaron su lucha partidista con miras a la sucesión presidencial del 2018.
Los dos primeros ya dijeron abiertamente que quieren la candidatura blanquiazul. El tercero declaró que decidirá su participación tras conocer los resultados de las elecciones en Nayarit, Coahuila y Estado de México.
Sin embargo, aprovechó su condición privilegiada de líder para su promoción personal, entre otras cosas, es el panista que se hace propaganda a través de miles de espots.
Margarita y Rafael le demandaron a Anaya que defina su situación política, pues si desea la candidatura presidencial debe dejar la dirigencia blanquiazul, porque no sería una lucha pareja.
LES REVENTÓ EL ESCÁNDALO
En ese escenario conflictivo surgió el escándalo de Padrés Elías y su fuga que perjudicará, indudablemente, la imagen del PAN, pero principalmente de su dirigente, Ricardo Anaya.
El líder panista sabía muy bien que defender al ex gobernador era una tarea difícil, casi imposible, por tratarse de un político de alto nivel.
Antes de darse a la fuga, el sonorense se presentó ante la Comisión Anticorrupción del PAN como parte de la investigación en su contra por los presuntos actos de corrupción señalados.
Dicho organismo partidista resolvió suspenderle los derechos como militante, pero nada más. ¿No hubo alguien que le aconsejara que mejor enfrentara a la justicia? Que no se prestara al escándalo.
Parece que nadie lo hizo. La campaña anticorrupción de Acción Nacional se desmoronó y en estos tiempos de lucha política, los adversarios de los blanquiazules tienen elementos suficientes para cuestionarlos, con un pez gordo deshonesto.
ANAYA, SIN EXPERIENCIA
El líder panista siempre estuvo enterado de la conducta del exmandatario peró dejó que el tiempo se encargara de solucionarlo. Si bien es cierto que se sintió feliz y poderoso al arrebatarle siete gubernaturas al PRI, la conducta negativa de Padrés Elías oscureció sus triunfos.
Será interesante conocer qué papel jugó el PAN en la fuga del ex gobernador. Las autoridades tendrán que investigar si hubo cierta complicidad con el prófugo, o qué tanto conocía de sus planes.
En esta temporada de escándalos políticos lo que ocurrió en Acción Nacional lo pone al nivel del “affaire” veracruzano, en el que el mandatario estatal, Javier Duarte, del PRI, que se encuentra con licencia para enfrentar a la justicia.
Con la diferencia que el jarocho ya dijo que no se fugará, porque es inocente y que no cometió los delitos que le adjudican.
LOS PARTIDOS
Dos de los principales partidos políticos de México (PAN y PRI) permitieron que las “bombas” políticas les estallaran en las manos. Las consecuencias se verán en las elecciones estatales del próximo año.
La bandera inmaculada de la anticorrupción panista quedó dañada con la huída de Padrés Elías; el lema de la honestidad blanquiazul no podrá ser utilizado en sus campañas electorales, pues en sus filas militó un personaje deshonesto que deshonró a su partido.
A la hora de escribir estas líneas, las autoridades desconocían el paradero de Padrés Elías.