48 días, muchos o pocos
Ramón Zurita Sahagún viernes 14, Oct 2016De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Cuarenta y ocho días son muchos o pocos, depende para qué.
Son muchos cuando alguien espera que llegue esa fecha para recibir una herencia o el cumplimiento de una promesa, pero son pocos cuando corresponden al término de algo y todavía menos, cuando es el plazo para trata de enmendar algo.
En el caso de Flavino Ríos Alvarado, el gobernador de Veracruz, bajo el término de interino, poco es lo que podrá conseguir, aunque, eso sí, dará otra imagen a la administración pública del estado.
Flavino es un político con oficio, hombre discreto, abogado con doctorado y quien ha mostrado sensatez y liderazgo en las dos ocasiones en que ha fungido como diputado local y secretario de Gobierno, en dos gobiernos distintos.
El nuevo gobernador de Veracruz no es político de grupos, ni responderá a los intereses del gobernador con licencia, Javier Duarte de Ochoa, con todo y que fue el principal impulsor para que asumiera el gobierno estatal en sustitución suya.
No pertenece a su equipo, ni es su amigo cercano, como son Alberto Silva Ramos, Tarak Abdala, Edgar Spinoso, Juan Manuel del Castillo, Vicente Benítez, José Antonio Manzur, Adolfo Mota, Jorge Carvallo, Gabriel Deantes Ramos y otros más, algunos de ellos investigados bajo sospechas de corrupción y enriquecimiento con las arcas públicas.
Flavino llegó a la Secretaría de Gobierno como una necesidad, para intentar reordenar el gabinete, donde, hasta el momento, se produjeron cerca de 70 cambios de primer nivel.
La inestabilidad del gabinete de Duarte de Ochoa se apreció desde el inicio de su sexenio, por lo que la llegada de Flavino a esa posición significó el cuarto cambio de secretario, ya que inició Gerardo Buganza, siguió Eric Lagos, regresó Gerardo Buganza y finalmente arribó Flavino.
Pero si alguna explicación hay sobre del desastre financiero de Veracruz, basta con mirar el número de titulares de Finanzas que ocuparon el cargo en el gobierno de Javier Duarte de Ochoa: comenzó Tomás Ruiz, siguió Salvador Manzur, continuó Fernando Charleston, más adelante asumió el encargo Mauricio Audirac y lo sustituyó Antonio Gómez, eso, sin considerar los relevos en las subsecretarías de Ingresos y Egresos.
El descontrol que privó en el gobierno inconcluso de Javier Duarte de Ochoa se aprecia en todos lados. En la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas inició Guillermo Herrera, lo relevó Raúl Zarrabal, siguió Gerardo Buganza, hasta que llegó Tomás Ruiz.
Salud es una de las dependencias que son auditadas por los pagos pendientes a los proveedores y una serie de faltantes y por ella desfilaron Pablo Anaya, José Antonio Nemi y Fernando Benítez.
La Secretaría de Desarrollo Social es otra fiscalizada por las autoridades y por ella pasaron Marcelo Montiel, Alberto Silva, Jorge Carvallo, Ranulfo Márquez y, finalmente, Alfredo Ferrari.
El descontrol se dio en todos los terrenos actuaron como secretarios particulares Harry Grappa, Juan Manuel del Castillo, Juan Antonio Nemi, Jorge Carvallo, Enrique Ampudia y José Ramón Cárdeno.
Como se aprecia en la administración de Javier Duarte de Ochoa se privilegió la amistad, ya que sus cercanos solamente eran rotados de puesto, como es el caso de Jorge Carvallo Delfín, quien pasó por la dirigencia estatal del PRI, la coordinación de los diputados locales, la secretaría particular, la titularidad de Desarrollo Social y la diputación federal.
Juan Manuel del Castillo pasó por la particular, la Subsecretaría de Finanzas y hoy es diputado local electo.
Vicente Benítez, sumamente cuestionado por aquellos 25 millones de pesos que fueron transportados en un avión privado, estuvo como subsecretario en Sedesol, en Finanzas, oficial mayor en Educación Pública y ahora es diputado local electo.
Como ellos, otros personajes, donde se inserta el hoy también diputado local electo por el Partido Verde, Gerardo Buganza, quien inició como secretario de Gobierno, pasó por la secretaría de Infraestructura y regresó a Gobierno y hoy e prepara para asumir en el Congreso a inicios de noviembre.
Uno de los primeros en salir fue el procurador general de Justicia, Reynaldo Escobar, cuando aparecieron más de 30 cadáveres abandonados en la vía pública y fue asesinada la periodista Yolanda Ordaz.
Otros como Salvador Manzur, secretario de Finanzas, fue videograbado ofreciendo estímulos para apoyar las campañas del PRI, evento en el que también participaba Ranulfo Márquez.
El secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez, fue obligado a renunciar para responder sobre propiedades distribuidas en varios lugares del país e incluso en el extranjero.
Hace poco se mostró un esquema de empresas fantasmas con una serie de contratos millonarios.
En medio de todo esto, la violencia, la inseguridad, el crecimiento der la deuda pública y el saqueo del erario fueron situaciones preocupantes para los veracruzanos, pero no para el gobierno federal que se mostraba conforma con que el PRI ganara una gran parte de las diputaciones federales.
La preocupación surgió cuando un voto de castigo hizo ganar al candidato a gobernador de la alianza del PAN-PRD. Miguel Ángel Yunes Linares y este estableció como su prioridad meter a la cárcel a todos los saqueadores que pusieron en la actual situación de quiebra financiera al estado.
Por eso, la tarea de Flavino Ríos Alvarado como gobernador interino de 48 horas será regresar a los ciudadanos la confianza en las autoridades y evitar que se sigan sangrando las finanzas del estado.
El nuevo gobernador de Veracruz tiene una tarea titánica y poco tiempo para tratar de resarcir lo que los ciudadanos perdieron en la presente administración, la confianza en sus autoridades.
Yasmín Esquivel
La presidenta del Tribunal de lo Contencioso Administrativo de la CDMX, Yasmín Esquivel Mossa, asumió como presidenta de los tribunales de ese rubro en todo el país.
Advirtió que se juzgará y sancionará a los funcionarios y particulares que incidan en actos graves de corrupción.