Trump y sus patanerías
¬ Augusto Corro martes 11, Oct 2016Punto por punto
Augusto Corro
Algo anda muy mal en Estados Unidos. No alcanzo a comprender quién o quiénes fueron los que llevaron a Donald Trump a la candidatura presidencial del Partido Republicano. ¿Qué o quién los mareó para escoger a ese sujeto que denigra a la clase política? Pocos sujetos con aspiraciones de ocupar la Casa Blanca demostraron tanta incapacidad, racismo y patanería como el magnate neoyorquino.
En su segundo “debate” frente a Hillary Clinton, abanderada del Partido Demócrata, el patán no sólo se lució como un supermacho, sino que también amenazó a su opositora a encarcelarla. Los grandes problemas a discutir fueron olvidados. En esta ocasión, sin meter el acelerador a fondo, Hillary prefirió que Trump reflejara otra vez su pésima imagen.
Sin darle vuelta al asunto, Trump habló de la vida erótica y los problemas de Bill Clinton como una forma de sacudirse acusaciones de supermacho, registradas en una videograbación. En esas imágenes el candidato republicano enseñó el cobre y su condición de pandillero del Bronx, así como su manera de expresarse, propia de carretonero.
Son innumerables los problemas que afectan a los estadounidenses, quienes esperan soluciones que mejoren sus condiciones de vida; pero esos temas no aparecieron en el debate. El magnate prefirió atacar a Bill Clinton que no es el candidato a la presidencia de EU.
De acuerdo con las encuestas, la candidata demócrata adelanta a su opositor con 6 puntos; pero falta lo más complejo de la campaña que culminará el 8 de noviembre, próximo, día de las elecciones. Por ahora, Trump se encuentra en la lona, pero aún no es tiempo de que Hillary cante victoria.
En el tercer y último debate, posiblemente el magnate continuará con sus acusaciones sexistas contra Bill, que dicho sea de paso, fue un buen presidente para los estadounidenses. Basta con mirar cómo se encontraba la economía de aquel país cuando lo gobernó.
PANISTAS Y EL LODAZAL
En la asociación “Yo con México”, de Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón, empezó la capacitación política para enfrentar la guerra de lodo que se pronostica en el Partido Acción Nacional (PAN), en la lucha por la candidatura presidencial del 2018.
Los representantes estatales recibieron el adoctrinamiento en el World Trade Center de la Ciudad de México. Se trataron temas relacionados con los desafíos de las elecciones interna y presidencial blanquiazules, pero principalmente para prepararse y estar listos para enfrentar a los adversarios políticos. En Acción Nacional, la lucha por llegar a Los Pinos apenas empieza. Por ahora, son dos panistas que ya dijeron sí a su participación electoral de primer nivel: Margarita Zavala y el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle. Queda pendiente el líder Ricardo Anaya, quien dijo que decidirá si va o no en el 2018, una vez que se conozca el resultado de las elecciones en el Estado de México (Edomex).
En tanto, la precandidata blanquiazul tendrá que superar obstáculos internos en su partido, que se encuentra dividido debido a la injerencia de su esposo Felipe desde aquellos años que se desempeñaba como presidente de México. Los primeros pasos que dará Margarita tendrán que ser con cautela para evitar el divisionismo.
En esa misma condición se encuentra Moreno Valle, a quien se le complicó le cambió el escenario cuando la señora de Calderón se autodestapó para pelear la nominación partidista; el dirigente Anaya dejó entrever sus verdaderas ambiciones políticas, tras las victorias de Acción Nacional en siete gubernaturas.
¿Y EL JOVEN MARAVILLA?
Con anticipación, el joven maravilla, como le llaman a Anaya, se adelantó a sus colegas Moreno Valle y Zavala y sin recato alguno utilizó los spots de su partido para su propaganda personal. Este hecho molesto a sus contrincantes y le exigieron que definiera su situación: o líder del PAN o precandidato. Las dos posiciones juntas no, porque es un abuso.
El ambiente en Acción Nacional sigue sin aclararse para los seguidores de Margarita Zavala y su esposo Felipe, porque así como existen grupos que los siguen, también en las filas blanquiazules hay militantes que los detestan. Por ejemplo, ella no pudo conseguir una curul en San Lázaro.
De todas maneras, Margarita Zavala ya dijo que si no participa como aspirante panista presidencial, sí lo haría como candidata independiente. Ante la guerra interna que amenaza su posible nominación, la panista decidió preparar a sus equipos con mucha anticipación para lo que venga, que no es otra cosa que el lodazal de las pugnas políticas.
Por cierto, el propio Anaya no quiere tampoco que haya unidad en su partido. Algo muy difícil de lograr cuando las ambiciones políticas rebasan principios e ideologías que conducen al divisionismo.