La pesadilla interminable
¬ Augusto Corro jueves 6, Oct 2016Punto por punto
Augusto Corro
Si las autoridades veracruzanas no tienen ni idea de donde se encuentran los jóvenes desaparecidos, lo mejor sería que guardaran silencio.
Es muchísimo el sufrimiento de una familia el no saber el paradero de uno de sus seres queridos. El hecho se convierte en una pesadilla infernal interminable.
Y el conflicto se agudiza porque no se cuenta con las autoridades capaces de resolverlo. Así ocurre en Veracruz.
Ayer le informamos que el jueves pasado fueron privados de su libertad los siguientes estudiantes: Génesis Deyanira Urrutia Ramírez, Octavio García Baruch, Alan Arroyo Prado o Leo Arana y otro joven no identificado.
Los hechos en dos acciones diferentes ocurrieron en las calles de Boca del Río, Veracruz.
El fiscal estatal, Luis Ángel Bravo, aventuró su hipótesis de que los muchachos no fueron secuestrados, “porque los familiares no han recibido ninguna exigencia de rescate a cambio de su libertad”.
Entonces, ¿Qué sucedió? La autoridad dijo que ya se informó del caso a las autoridades federales, “por existir elementos posiblemente vinculados con delincuencia organizada”.De lo anterior, se desprende que no se trató de secuestros, sino que los muchachos fueron “levantados” por los criminales.
Y la diferencia entre plagiados y “levantados” es clara; en el primer asunto existe la posibilidad de pagar rescate; y en el segundo, no hay manera de llegar a un arreglo, por la mentalidad criminal de quienes participan, ya sea que se trate de ajuste de cuentas o venganzas.
La Fiscalía, como ocurrió en otras desapariciones de personas, alcanzó a reflejar que en Veracruz desde hace varios años empezó a gestarse un vacío de poder, cuyas consecuencias padece la sociedad veracruzana.
NO PUEDE “EL BRONCO”
A un año de gobernar Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, resultó reprobado.
El mandatario que llegó al poder sin el apoyo de partidos políticos, es decir, como independiente “no llenó las perspectivas que generó”. Concretamente no cumplió las promesas de campaña.
Aquella idea de encarcelar al ahora ex gobernador Rodrigo Medina, poco a poco se desvaneció. El priísta se burla de la justicia cada vez que es citado para que responda a los delitos de peculado y enriquecimiento inexplicable.
Y no parece que el ex mandatario pise la cárcel, porque ni siquiera fue expulsado de su partido, como ocurrió con el gobernador Javier Duarte, de Veracruz. Para el panista Arturo Salinas, el desempeño de “El Bronco”, de acuerdo con las encuestas, es de desencanto prematuro, pues “descuidó prácticamente todas las áreas de la función pública en la entidad”.
Dijo que el independiente “no está cumpliendo. Ha decepcionado en materia de transparencia, combate a la corrupción y, en prácticamente todos los asuntos relacionados con mejora la calidad de vida de los ciudadanos”.
Eso sí, el gobernador ya pidió “que den chance hasta 2017” para definir su posible candidatura a la Presidencia de la República. Supongo que si “El Bronco” sigue montado en la demagogia, sí podría participar como uno de los presidenciables en la justa electoral del 2018. Una de sus ventajas es que sabe mentir con facilidad.
REITERA QUE VA TRAS DUARTE
Bueno, como se presentan las cosas en Chihuahua, lo mejor es esperar, con paciencia, lo que viene.
Lo anterior viene a cuento, porque Javier Corral tomó posesión como nuevo gobernador en la citada entidad. Es el segundo panista que llega al poder estatal; el primero fue Francisco Barrio Terrazas.
El nuevo mandatario es uno de los siete ejecutivos estatales que vencieron al Revolucionario Institucional en las elecciones recientes. Igual que los candidatos en otros entidades, el triunfo de los blanquiazules obedeció a sus promesas de encarcelar a los gobernadores corruptos.
La táctica política les funcionó a la perfección en estados como Chihuahua, donde el mandatario César Duarte no pudo simular sus riquezas y sus acciones como aquella de participar como socio de un banco.
En su primer discurso ante los chihuahuenses, Javier Corral dijo que “no habrá tolerancia, pacto de impunidad ni amnistía para los corruptos”.
Reiteró que buscará llevar ante la justicia a su antecesor, el priísta César Duarte Jáquez y a sus cómplices en el desvío de recursos públicos. Ojalá y no le ocurra lo que a su colega “El Bronco”, ya especializado en ofrecer “jarabe de pico”.