Más jóvenes desaparecidos en Veracruz
¬ Augusto Corro miércoles 5, Oct 2016Punto por punto
Augusto Corro
La espiral de inseguridad continúa en Veracruz, una de las entidades más violentas de México.
Desde el jueves pasado se encuentran “desaparecidos” cuatro jóvenes y la sociedad veracruzana exige su presentación con vida.
Nos referimos a Génesis Urrutia Ramírez, estudiante destacada y dos amigos que la acompañaban: Octavio García Baruch (22 años, originario de Acayucan, del Tecnológico de Veracruz) y Leo Arano (egresado de la UV). Del cuarto joven se desconoce su identidad, pero el Ministerio Público ya conoce el caso.
Las actas correspondientes del secuestro fueron levantadas ante las autoridades de Boca del Río. Aunque no se determinó si los muchachos fueron secuestrados en su casa o cuando intentaban abordar un taxi, el hecho es que nadie los volvió a ver.
Anteayer, estudiantes y catedráticos efectuaron una manifestación para exigirle al gobierno de Javier Duarte que “agilice las investigaciones y diligencias para dar con el paradero de la joven”, quien cursa el octavo semestre en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Veracruzana.
Concretamente, el director de la Facultad de Comunicación, Marcos Malpica, pidió a los cuerpos policiales que hagan el trabajo pertinente para dar con el paradero de Génesis.
Veracruz en el sexenio de Javier Duarte se convirtió en uno de los estados más peligrosos, que debido a su situación geográfica es codiciado por el crimen organizado. Además, es paso de migrantes que van a la frontera norte para internarse en Estados Unidos.
Como ocurre en la mayoría de secuestros registrados en aquella entidad, la Fiscalía no quiere dar la cara a las personas que buscan a sus hijos. En los momentos de escribir estas líneas, el padre de Génesis, Edgar Urrutia, no tenía noticias del paradero de la joven.
Veracruz vuelve a ser el escenario violento con un sinnúmero de crímenes, “desapariciones”, secuestros, etc. A la violencia incontrolable se sumó la ineptitud del gobierno encabezado por Javier Duarte, que de no ocurrir un milagro que lo salve, tendrá que terminar en la cárcel.
LOS PRIMEROS
ENCUENTROS
Ya tuvieron su primer debate los dirigentes de PAN, PRD y PRI. ¿Quién ganó?
No es fácil decirlo. Para unos fue el panista Ricardo Anaya, para otros el priísta Enrique Ochoa Reza.También estuvo la perredista Alejandra Barrales.
Se trató de un debate encendido. Todos son jóvenes, las nuevas caras de la política sin “dinosaurios”.
En el enfrentamiento se trataron temas que todo mundo conoce, incluidas las críticas, las acusaciones, etc. Nada de lo que se dijo fue para aliviar por problemas que se viven en México. Ricardo Anaya lució con más tablas que sus adversarios.
Como ensayo político, el debate resultó interesante, sólo que el blanquiazul resultó con mejores ganancias, pues se trata del panista mejor posicionado rumbo a la candidatura presidencial de Acción Nacional, en el 2018.
Su condición de líder panista es aprovechado por Anaya, quien espera tranquilo que su partido se siente a analizar y a decir quién será el abanderado en las elecciones para llegar a Los Pinos en el 2018.
En el debate no estuvo presente el dirigente del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Esa ausencia le resta importancia a la reunión. Ni hablar.
¿SÓLO CHISMES?
YA VEREMOS
En su último día como gobernador de Chihuahua, el priísta César Duarte, dijo que cambió su comodidad por el bienestar de los chihuahuenses. ¿Será?
Porque el ahora ya ex mandatario alcanzó a amasar una fortuna que le permitió participar como socio en un banco allá en su entidad.
De modesto vendedor de automóviles seminuevos, se volvió un político rico. El nuevo gobernador Javier Corral ya sentenció que Duarte terminará en la cárcel, entre otros delitos el relacionado con peculado y enriquecimiento ilícito.
Duarte dijo que su imagen fue dañada con “puros chismes”, tras señalar que el tiempo será el encargado de poner a cada quien en su lugar.
En esas cosas de la política, el ahora ex funcionario alcanzó a develar una pintura con su rostro en el salón de Gobernadores del Palacio de Gobierno, en la capital del estado.
El caso de César Duarte es parecido al de otros ejecutivos estatales, que se encuentran en la lista de espera para ocupar el banquillo de los acusados.
Entre esos gobernantes pillos se encuentran el ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés; el aún mandatario veracruzano, Javier Duarte y otros.