El trabuco priísta
Ramón Zurita Sahagún miércoles 5, Oct 2016De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
El arribo como gobernante de Javier Corral Jurado fue una de las grandes sorpresas producidas el pasado 5 de junio.
Por fin, luego de tres meses de larga espera, los priístas conocieron a los militantes que conforman el trabuco con el cual el partido enfrentará la ofensiva opositora en 2017.
Seguramente, Enrique Ochoa Reza se devanó los sesos para encontrar esos prohombres y mujeres que le ayudarán a sacar al buey, perdón al PRI de la barranca.
Esa búsqueda lo llevó a pensar en que el senador Emilio Gamboa Patrón le podría proporcionar los mejores elementos para conformar su equipo o, tal vez, le otorgó las mejores posiciones para mitigar el dolor que sufre el coordinador de la bancada priísta por ser pescado in fraganti descendiendo de un helicóptero de un arrecife de coral.
Tarde, pero reaccionó el senador priísta y se puso a disposición de la sanción que marque la Semarnart, aunque nada se dice de sus acompañantes.
Pero esa mala tarde del fin de semana pasado la repuso rápidamente el priísta, que nunca ha ganado una elección, pero que ha sido en dos ocasiones senador y en una más diputado federal, ya que logró sembrar a dos de sus operadores en las dos principales secretarías del Comité Ejecutivo Nacional del partido tricolor.
Héctor Gómez Barraza, su ex secretario particular y a quien empujó como su carta fuerte a Fonatur, es el flamante secretario de Operaciones Políticas, mientras que el senador Arturo Zamora Jiménez es el de Organización, las dos parte de mayor vitalidad y sensibilidad en que descansarán las campañas políticas del año próximo, si es que deciden que Ochoa Reza siga al frente del partido tricolor.
Pareciera ser que diputados y senadores, cuando menos los del PRI, tienen poco que hacer en sus respectivas labores legislativas, ya que un gran número de ellos fueron incorporados a las tareas de partido.
De acuerdo con estos nombres, el PRI muestra una total despreocupación sobre la labor partidista o el que tengan que compartir el trabajo los nuevos integrantes del CEN del partido.
Porque además del senador Zamora Jiménez, Ochoa Reza (si es que el decidió los nombres de sus colaboradores) jaló a otros senadores como son los casos de Blanca Alcalá Ruiz, quien recientemente perdió la elección para gobernador de Puebla, quien ahora ocupará la cartera de secretaria de Vinculación con Instituciones de Educación (nueva) y Roberto Albores Gleason, senador por Chiapas, de tristes resultados como presidente del PRI estatal, quien ahora ocupa la secretaría de Gestión Social.
Carolina Viggiano Austria, diputada federal y esposa del cuestionado gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez, es la nueva encargada de los Asuntos Jurídicos del partido; mientras que Nancy Sánchez, diputada federal por Baja California, se hace cargo de la nueva Secretaría de la Frontera Norte y el diputado federal Jorge Carlos Ramírez Marín continúa siendo el representante del PRI ante el Instituto Nacional Electoral.
En este reparto de posiciones, la senadora Ivonne Álvarez, perdedora de los comicios para gobernador en Nuevo León, ocupará la vocería del partido ante senadores y la diputada federal Yulma Rocha hará lo propio ante diputados.
La ex secretaria de Turismo y varias veces legisladora, Silvia Hernández Enríquez, es la encargada de la Secretaría de Asuntos Internacionales.
Para Ochoa Reza, lo importante a resaltar en esta nueva conformación de su equipo de trabajo es la equidad de género, ya que ocho mujeres y siete hombres están situados en las principales posiciones. De acuerdo con diversos analistas, los nuevos integrantes del CEN priísta muestran, preferentemente, inexperiencia como operadores de su partido y los que la tienen han mostrado resultados sumamente adversos.
Eso sí, los priístas mantienen inalterable la mancuerna que dirige el partido, el presidente Enrique Ochoa Reza y la secretaria general, Carolina Monroy del Mazo.
César Duarte tampoco llegó
No por esperado dejó de sorprender la ausencia de César Duarte Jáquez a la ceremonia de toma de posesión del nuevo gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado.
El panista mantiene viva la advertencia de que rascará las entrañas de la administración del gobernador saliente y en caso de encontrar anomalías actuará en consecuencia.
La disputa es añeja entre César Duarte y Javier Corral, aunque ahora las cosas son distintas y quien mantiene el sartén por el mango es el panista.
El tema de la corrupción es prioritario en la agenda del nuevo gobernador, por lo que la persecución del anterior mandatario es una de las máximas de Corral Jurado.
Tanto así que anunció la creación del Sistema Estatal Anticorrupción, el que será, según dice, el más eficiente del país.
El arribo como gobernante de Javier Corral Jurado fue una de las grandes sorpresas producidas el pasado 5 de junio, en que el PAN ganó siete gubernaturas de las 12 en juego.
Desde entonces el destino de César Duarte quedó sellado, aunque habrá que ver si las pruebas que acumule el gobierno de Javier Corral en su contra son suficientes, para mostrar las denuncias de corrupción, enriquecimiento inexplicable y abuso de poder que obran en su contra.
César Duarte, ex gobernador de Chihuahua y Javier Duarte, aún mandatario de Veracruz, son los priístas más señalados por actos de corrupción y llegan incluso a rebasar las acusaciones que se la hacen a otros ex mandatarios, como Rodrigo Medina de la Cruz, de Nuevo León y al panista Guillermo Padrés Elías, de Sonora.
Por lo pronto, las apuesta corren sobre quién será el primero en pisar prisión y los momios apuntan hacia los Duarte, César y Javier, este último suspendido en sus derechos de militante priísta.
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