Suena a burla
¬ Claudia Rodríguez lunes 4, Oct 2010Acta Pública
Claudia Rodríguez
No se trata de criticar la vida social del Presidente. Él como todos los humanos puede hacer en su tiempo libre -si para el caso un mandatario los tiene-, lo que le guste o prefiera.
Aquí lo desquiciante es que en medio de la terrible inseguridad en la que vivimos y la zozobra de todos los mexicanos de ser víctimas de la delincuencia, resulte que en tanto el señor Calderón asiste a la boda de un amigo, goce de un “operativo discreto de seguridad”, al igual que su equipo, en tanto que la gran mayoría de los mexicanos como quienes caminan por una plaza pública son presa de una granada, porque ahí, ni los operativos aparatosos son garantía de seguridad y tranquilidad, sino todo lo contrario.
Mientras, al filo de las 19:35 horas del sábado pasado, el titular del Ejecutivo y su esposa Margarita Zavala, asistieron a la boda civil del dirigente del Partido Acción Nacional (PAN), César Nava, con Patricia Sirvent “Patylu”, para lo cual los residentes de Los Pinos arribaron por la parte trasera del edificio de la Torre Mayor, ubicado en Paseo de la Reforma, a bordo de una camioneta, cuidados por algunos elementos del Estado Mayor Presidencial, en la plaza municipal de Guadalupe, en Nuevo León, a las 22:15 horas una granada de fragmentación fue lanzada y lesionó a por lo menos 14 personas.
No hubo nada que impidiera que impunemente él o los agresores lanzaran el artefacto explosivo frente a la conocida Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe y la presidencia municipal, en el cruce de las calles Guadalupe y Francisco Barbadillo de la citada población, ni siquiera un “operativo discreto de seguridad”.
En tanto, en el piso 51 de la Torre Mayor de esta capital, se degustaban la noche del sábado mariscos, ceviche, tarta de atún, robalo, pasteles y algunos asistentes a las segundas nupcial del señor Nava chocaban sus copas en lo alto, en Guadalupe, Nuevo León, tras el estallido de la granada, se atendían en el lugar al menos a seis menores y seis adultos por la incrustación de esquirlas en su cuerpo.
Suena a burla, que tras los eventos, las circunstancias, las dichas y las desdichas, desde la oficina de Presidencia se insista en señalar que el operativo que custodiaba la noche del sábado a Calderón, a su señora esposa y uno que otro asistente de la crema y nata de la política a la mexicana, fuera tan sólo “discreto”.
Acta Divina… El gobierno federal expresó su repudio al ataque perpetrado frente al palacio municipal de Guadalupe, Nuevo León la noche del sábado 2 de octubre, que dejó 12 heridos. De igual forma, se solidarizó con las personas que resultaron heridas en este reprobable hecho, así como con sus familiares. A través de la Secretaría de Gobernación se precisó que estas acciones subrayan la contundencia con la que los tres órdenes de gobierno, en el marco de la corresponsabilidad, deben hacer frente a la amenaza que representa el crimen organizado.