Viaje musical y de protesta con Roger Waters
Espectáculos viernes 30, Sep 2016- 58 mil personas acudieron al primero de sus dos conciertos en el Foro Sol
- “¡Bienvenidos, amigos!, este concierto está dedicado a sus hermanos, a sus primos, a sus tíos y a cada una de las personas que están de este lado del muro”, fueron las palabras de bienvenida del principal compositor de Pink Floyd
Asael Grande
El cofundador, el genio y principal compositor de la legendaria banda Pink Floyd, conquistó nuevamente el escenario que pisó hace cuatro años con su tour The Wall, el Foro Sol, antes de su presentación estelar en el Festival Desert Trip, en Indio, California.
Waters llevó a sus fans por un viaje a través de los grandes éxitos de Pink Floyd, guiado por la mente maestra de su banda, conformada por Graham Broad (batería), Jon Carin (voz, teclado, piano, guitarra, bajo, sintetizador), Dave Kilminster (guitarrista y vocalista), Snowy White (guitarra), y Robbie Wyckoff (vocales).
Tras concluir su tour The Wall, que duró más de tres años, durante los cuales ofreció 219 shows con localidades agotadas en arenas y estadios de todo el mundo, incluido por supuesto el Palacio de los Deportes y el Foro Sol, Waters regresa durante dos noches para interpretar los temas de los exitosos álbumes de Pink Floyd: A Saucerful of Secrets (1968), Meddle (1971), The Dark Side of The Moon (1973), Wish You Were Here (1975), Animals (1977), y The Wall (1979).
En punto de las 21:35 horas las luces del Foro Sol se apagaron para dar paso a un video introductorio, y enseguida comenzar con los latidos de corazón de Speak to me, y hacer empatía musical con Breathe. La locura nocturna ‘Pink Floyesca’ empezó a inundar a los asistentes con la psicodélica Set the control for the Heart of the Sun, para enseguida envolver a la audiencia con las profundas e inquietantes One of These Days, Time y The Great Gig in the Sky. El lado oscuro de la luna se veía a lo alto para acompañar Money, Us and Them, y la fina Fearless, en la que al final se escuchó el fonograma de aficionados de la tribuna del Liverpool cantando You’ll Never Walk Alone.
“¡Bienvenidos, amigos!, este concierto está dedicado a sus hermanos, a sus primos, a sus tíos y a cada una de las personas, que están de este lado del muro”, fueron las palabras de bienvenida de Waters, antes de llegar el turno de escuchar el noveno álbum de Floyd, temas que exploraron la ausencia, la industria musical y los problemas mentales de Syd Barrett: la conceptual Shine On You Crazy Diamond, la apocalítica Welcome to the Machine, la abrasadora Have a Cigar, y la bella y nostálgica Wish You Were Here.
La velada continuó con canciones del mordaz y sociopolítico Animals: Pigs On the Wing part I, Dogs, y Pigs (Three Different Ones), esta última acompañada en lo alto del cerdo inflable entre las dos chimeneas de una estación eléctrica. En una enorme pantalla central, que asemejó el muro escénico de su pasada visita, se proyectaron imágenes de animaciones abstractas que fueron formando el escenario virtual donde se desarrolló gran parte del concierto de Waters.
Fue en Pigs (Three Different Ones), donde se leyeron mensajes escritos en otro cerdo inflable que recorrió ambos lados del escenario: ‘Trump eres un pendejo, No queremos que el muro nos separe, 43 Ayotzinapa’, fueron algunos de los mensajes que provocaron euforia y rechiflas entre el público.
El álbum que no podía dejar de sonar fue el metafórico The Wall, del que se escucharon The Happinest Days of Our Lives, el himno de protesta Another Brick in the Wall part II, la acústica Mother y la alucinante Run Like Hell. Después de Brain Damage y Eclipse del The Dark Side of the Moon, la noche finalizaba con Vera, tema en la que al finalizar Waters leyó un mensaje político: “existe otro muro, el de los privilegios que dividen a los ricos de los pobres… la vez anterior que estuve aquí, conocí a algunas familias de los jóvenes desaparecidos. Sus lágrimas se hicieron las mías, pero las lágrimas no traen de vuelta a sus hijos”.
La noche culminó con Bring the Boys Back Home, y la melodiosa y operística Comfortably Numb, que una vez más, logró una alucinante, densa, compleja, y profunda conexión ante 58 mil fans mexicanos, quienes se entregaron a la trascendente noche, al fondo musical de una de las mentes creativas del Fluido Rosa, un experimentador, un genio e ingenioso músico, compositor y productor, George Roger Waters.
Waters se presentará este sábado 1 de octubre en el Zócalo capitalino, en lo que promete ser un gran espectáculo ante más de 100 mil personas.