Monreal y la Condesa
¬ Augusto Corro martes 27, Sep 2016Punto por punto
Augusto Corro
El delegado en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, de extracción morenista, se encuentra sacudido por una serie de problemas.
Uno de ellos es la inseguridad que priva en la colonia Condesa, donde los giros negros propician acciones delincuenciales.
La violencia llegó a esa zona y no se ve la manera de erradicarla. Hace tiempo que los habitantes y empresarios del lugar denunciaron toda clase de ilícitos a los que son sometidos, entre otros el de extorsión, asaltos a transeúntes y los robos a domicilio.
También padecen falta de limpieza, invasión de ambulantes y exceso de ruido, por parte de los antros que cierran en la madrugada.
Los problemas, pues, son añejos y las autoridades delegacionales perredistas se heredaban los problemas y cerraban los ojos a la realidad.
Llegaron los morenistas encabezados por Monreal y hasta donde se ve la situación continúa igual, no cambió.
SITUACIÓN COMPLEJA
Claro, no será fácil que vuelva la seguridad a la Condesa como si fuera por arte de magia. Seguro que no; pero ojalá y se notara un poco de interés de las autoridades para brindar mayor seguridad a los colonos.
La detención del segundo de a bordo de la delegación, Pedro Pablo de Antuñano, con 600 mil pesos en efectivo, de origen extraño en nada abonó a la buena imagen del funcionario.
El próximo día 30, Monreal y Pablo de Antuñano tendrán que aclarar ante asambleístas de dónde salieron esos recursos económicos y que no se trata de un lavado de dinero.
De pasada, el primero deberá informar de la política financiera que maneja en la delegación, pues tiene el dinero en efectivo suficiente para saldar deudas.
Por ejemplo, beneficiarios de programas sociales cuyas tarjetas bancarias no funcionaron, el delegado les pagó en efectivo. Acciones como esta no están permitidas en las leyes del gobierno capitalino.
¿PLEITOS CON LA CÚPULA?
El delegado tendrá que manejar con pinzas su condición política, pues es uno de los morenistas con mayor posibilidad de conseguir la candidatura a jefe de gobierno de la Ciudad de México en el 2018. El otro es Martí Batres, líder de Morena en la Ciudad de México.
El enfrentamiento entre perredistas y morenistas se agudizó por el affaire de Pablo de Antuñano y los del sol azteca enfilarán sus baterías para abollar la imagen de Monreal.
El citado Pablo de Antuñano posiblemente vea los toros desde la barrera, porque ya renunció a su cargo de director Jurídico y de Gobierno de la Cuauhtémoc. Su conflicto caerá en los terrenos de lo político y difícilmente será castigado penalmente.
Si a todo lo anterior se suma el supuesto distanciamiento Monreal con la cúpula de Morena, debido a que no gustó la creación de la asociación civil denominada Red Metropolitana de Amigos (RMA), para apoyar su proyecto político.
En fin, los conflictos se le agudizarán al delegado en su ruta como candidato a la jefatura de gobierno en 2018.
A EVITAR EL DIVISIONISMO
El panista Ricardo Anaya dejará la dirigencia de Acción Nacional después de las elecciones estatales del próximo año.
Como se sabe, habrá cambio de gobernador en el Estado de México, Nayarit y Coahuila. De los resultados obtenidos, el dirigente blanquiazul confirmaría su decisión de participar en la contienda electoral presidencialista del 2018.
Bueno, eso es lo que dice Anaya en teoría, pero en la práctica aprovechará la estructura de Acción Nacional para fortalecer su imagen política, que es precisamente lo que no quieren ni Margarita Zavala ni el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle.
La política de Anaya hacia el interior de su partido tiene como fin evitar el divisionismo que de llevarse a cabo sería un error histórico.
El líder blanquiazul seguramente se apoya en los resultados que obtuvo en los comicios recientes, pues le ganó siete gubernaturas al Partido Revolucionario Institucional (PRI), en alianza con el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Quedó tan satisfecho de sus triunfos que ya se unió a los perredistas de Coahuila para las elecciones del próximo año.
En esas condiciones, Anaya seguirá como juez y parte en Acción Nacional hasta que sus adversarios políticos decidan qué hacer con él. El dirigente ya demostró que es más inteligente que Margarita y Rafael juntos.
¿Le funcionará su estrategia política a Anaya? No pasará mucho tiempo para saberlo.