¿Si no vale la verdad histórica, cuál es entonces la verdad efectiva?

Roberto Vizcaíno martes 27, Sep 2016

Tras la puerta del poder

Roberto Vizcaíno

 

 

A 2 años cumplidos de los hechos de Iguala, todo se ha ido en refutar las investigaciones de la PGR.

Y por supuesto en exculpar a los verdaderos implicados y cargarle el bulto al gobierno federal.

Yo como muchos que estamos en medio del tiroteo no sé qué tanto de lo que informa la PGR sea cierto y qué no, pero si nada de eso es cierto como afirman los padres de los 43 y sus aliados, ¿entonces cuál es la verdad?, ¿alguno de ellos tiene alguna idea de qué pasó y de dónde están los 43?

Ajeno por voluntad propia del caso, lo único que tengo en mi memoria es lo que ha dado a conocer la autoridad judicial y que se resume así:

Un alcalde y su esposa, ambos del PRD y amigos del gobernador del estado, también del PRD, miembros del crimen organizado, dieron la orden a sus policías, dominadas y al servicio igualmente del crimen organizado, de atajar a un grupo de normalistas que al parecer llegaron a Iguala provenientes de un municipio no cercano, a armar líos en un festejo que sería la plataforma de lanzamiento de la esposa del alcalde para ocupar en las siguientes elecciones el mismo cargo.

Las policías de Iguala acudieron a la ayuda de las de otros municipios colindantes para operar la orden de los jefes y entregar a los normalistas a sicarios del cartel regional dominante.

Los sicarios, bajo instrucciones de sus amos, hicieron lo que saben hacer y ejecutaron de inmediato a los normalistas a los cuales incineraron, pulverizaron y arrojaron sus cenizas al río Cocula. 

Todo ello se sabe por declaraciones de la cadena humana que operó todo el asunto. Todos ellos han sido aprehendidos y remitidos a una cárcel. 

Pero, como lo advertí al inicio, los padres de las víctimas y sus aliados, así como un grupo internacional de expertos que vino a auditar el proceso, afirman que no, que no ocurrió así.

Esta posición ha sido retomada por muchos dentro y fuera del país. Y dentro de esta corriente no sólo se ha acusado al gobierno federal de mentir, sino que ahora hay quienes prácticamente lo culpan de ser el causante del destino de los normalistas.

Aunque nadie se atreve a decir cuál es ese destino.

Así, a 2 años de aquellos hechos, la corriente dominante es la de que lo que dice la PGR no es cierto, pero nadie dice cuál es entonces la verdad del caso.

Ante la ausencia de los normalistas y mi necesidad de creer en algo medianamente verosímil, me quedo con lo que dice la PGR hasta que alguien demuestre lo contrario: para mí que los 43 fueron levantados, sumariamente ejecutados e incinerados, pulverizados y tirados al río Cocula.

Y, a pesar de que sé que me la van a refrescar, creo que algunos de ellos andaban con los malos y el resto pagó una cuenta que no debían. Igualmente creo que fueron llevados a Iguala a encubrir algo de eso, y pues terminaron perdiendo un juego que no era el suyo.

Mala onda para sus padres que ahora andan igualmente penando un castigo que nadie merece.

Los únicos ganadores de todo esto son quienes manipulan a los padres y el caso, para crear una historia con la que mantienen como rehén al gobierno y en especial al presidente Enrique Peña Nieto. Una historia que les ha redituado mucho dinero.

HASTA LAS ÚLTIMAS CONSECUENCIAS



Con una credibilidad casi en ceros, el presidente Enrique Peña Nieto afirmó ayer que su compromiso es el de “trabajar a profundidad y ampliar las investigaciones que correspondan por parte de la Procuraduría General de la República, a efecto de que estos hechos queden debidamente esclarecidos.

“No hay otro interés. El único que el gobierno de la República ha puesto por delante, con total apertura y transparencia, es precisamente saber qué fue lo que ocurrió ahí, en Ayotzinapa, en Iguala”, indicó.

Y repitió que continuará con este proceso para que “se llegue hasta las últimas consecuencias, se deslinden las debidas responsabilidades, se dé con los responsables, involucrados y participantes del crimen organizado, de instituciones o miembros de las autoridades municipales, policía municipal, y todos aquellos señalados como presuntamente responsables de estos muy lamentables hechos”, es decir la desaparición de 43 normalistas.

PAREN LA CAÍDA


En este contexto, Javier Bolaños, presidente de los diputados urgió al gobierno de Peña Nieto y a su círculo financiero a detener la caída del peso frente al dólar.

El explosivo aumento del dólar, dijo, está a punto de provocar un incremento de precios en productos básicos y medicinas, los de importación.

Bolaños, diputado del PAN, consideró que Peña Nieto puede instruir a  la Secretaría de Hacienda y al Banco de México, a aplicar medidas sumarias que paren el alza del dólar y evitar efectos dañinos para la economía de las familias mexicanas.

QUE NO SE VA

Acusado por Margarita Zavala, Rafael Moreno Valle y Gustavo Madero de realizar juego sucio, Ricardo Anaya, presidente del PAN, afirmó ayer que él sólo está dedicado a cumplir con su tarea de liderazgo partidario.

Conminado a renunciar explícitamente a su posible nominación como candidato a la Presidencia en 2018, o a separarse de la presidencia del PAN, Anaya afirma que renunciará a la presidencia de su partido porque él no busca ninguna hoy candidatura, “por el momento”, y que en todo caso no viola los estatutos internos de su partido.

Calificado por las más recientes encuestas como el puntero del PAN en la contienda por la Presidencia de la República, Anaya aparece en todos los spots oficiales de su partido, lo que le da una plataforma de penetración y posicionamiento inmejorable con miras a obtener la nominación presidencial de su partido.

Algo similar realiza Andrés Manuel López Obrador como presidente de la Morena.

VAN DOS


Con la llegada anteayer de Carlos Joaquín a la gubernatura de Quintana Roo, ya son dos hermanos quienes han ocupado el mismo cargo en ese estado. El primero fue Pedro Joaquín, quien cubrió el período de 1981 a 1987.

Y hay que recordar que su hermana Addy Joaquín, al igual que él, renunció al PRI en 2005 para ser lanzada por una coalición de PAN, Convergencia, a la gubernatura del estado, quedando en tercer lugar con apenas un 22 por ciento de los votos.

Por cierto, ni Addy ni Pedro estuvieron el domingo en el acto de toma de posesión de Carlos Joaquín como gobernador de Quintana Roo.

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