Celebra Roberto Carlos 50 años de carrera con un concierto lleno de Emociones
Espectáculos lunes 26, Sep 2016- “Un millón de amigos” se dieron cita en la Arena Ciudad de México para disfrutar de los éxitos del glorioso cantautor brasileño
Gloria Herrera
Una noche plena de “Emociones”, esas que llegan al alma nos hacen recordar y vivir los grandes “Detalles” que vamos viviendo a lo largo de la vida, el primero nacer, crecer, escoger al “Amigo”, que estará a nuestro lado siempre y con ella o él ese “Desahogo” nos hará tanto bien, todo esto sintieron los admiradores del cantautor brasileño, el romántico de románticos Roberto Carlos, quienes acudieron puntuales a la cita a la Arena Ciudad de México, entre ellos los cantantes Yoshio y Carlos Cuevas, para celebrar con el compositor su trayectoria de 50 años de carrera musical, habían desde matrimonios de años que recordaban que se habían conocido y casado con las letras y música del célebre maestro, jóvenes que le pedían su éxito actual “Ese tipo soy yo”, cuando llegó el instante de su petición la corearon con gran alegría.
Roberto Carlos comentó en dos ocasiones “me duele la pierna derecha”, tomó asiento y continúo lleno de entusiasmo con su amor a la vida con “La paz de su sonrisa”, y su dulce mirar, extendió sus brazos y entonó “Jesús Cristo”, pieza en que es tradición que el público se acerque y Roberto Carlos después de besar una rosa y la entregue a sus seguidoras a lo largo del escenario, pero en esta ocasión se quedó en un lugar del foro sin moverse, dando las rosas rojas y blancas a su auditorio que con todo respeto y calma esperaba poder acercarse al intérprete que vive, siente y sabe que su deseo de “Yo quiero un millón de amigos” es una realidad que ha sabido cosechar.
Sus conciertos son de película y así lo demostró el pasado 24 de septiembre en la Arena Ciudad de México, pues se presenta ataviado con su tradicional traje azul, camisa blanca, sonrisa perenne, proyectando la imagen de un hombre que goza de paz interior; sus cabellos largos y alborotados (fue el primero que estableció esa moda) y comienza a desgranar una poderosa selección romántica, que nos hace llorar a muchos.
Arrancó el concierto con “Emociones”, siguió con “Qué será de ti”, “Cama y mesa”, “Detalles”, “Desahogo” y “Lady Laura”, melodía que por cierto dedicó a su madre y que dijo que ahora ya no la puede cantar con la alegría de antes, sino al contrario, con una extrema nostalgia.
Fueron dos horas exactas de concierto, pero a los fans de este prolífico compositor brasileño se les hicieron 15 minutos.
La continuidad y selección del orden de su repertorio –se nota–, está fríamente calculada. Concede a su público una respiración cuando pide que le den la guitarra e interpreta “Detalles”, mitad en español, mitad en portugués.
Otra interrupción que en un concierto íntimo del brasileño son compases para respirar, es cuando ofrece una explicación del éxito “Un gato en la oscuridad”, que fue de los hits más sonados de su carrera y refiere que la primera vez que participó en el “Festival de San Remo”, llegó con una canción que no era favorita y ganó y al año siguiente se inscribió con una canción que era marcadamente favorita y no ganó, pero esa canción le dio muchas alegrías.
Refiere que “Un gato en la oscuridad” fue la melodía que llevó la segunda vez a San Remo y la escribió en italiano y al ver el éxito la tradujo al portugués y luego no la entendía y tampoco a la traducción del español, pues no existe ni un gato color azul, lo que arrancó las carcajadas del público.
Asimismo, recordó a Gardel con el tema “El día que me quieras”, Roberto Carlos hizo una recapitulación de lo que es su obra y que le ha merecido vender más de 100 millones de discos. Y se detiene para decir que un día (como lo hizo ahora) se preguntó por qué no había hablado de sexo, a pesar de ser tema del que más le gustaba hablar y lo que más le gusta y apasiona en la vida.
Pero enseguida dudó escribir sobre el tema por el ¿qué dirán?
Sin embargo (remata) un día le preguntaron cuáles eran las tres cosas que más le gustaban y en segundo lugar respondió que el sexo, en primer lugar el sexo con amor y en tercer lugar el helado, para dar entrada a “Propuesta” y “Cóncavo y convexo”.
Las dos horas de concierto no alcanzan para escuchar todos los éxitos de Roberto Carlos, pues disparó “La distancia” y “Jesús Cristo” y “Amada amante” y al mismo tiempo repartiendo rosas blancas y rojas, con las cuales el público quedó más que extasiado.
El hombre se marchó y la gente duró cinco minutos seguidos aplaudiendo, hasta obligarlo a regresar para entonar “Un millón de amigos” y le quedó repertorio para otras dos horas más y cerró todavía con una canción mexicana: “Solamente una vez”.
Son pocos los conciertos que llegan a lo máximo del romanticismo, donde hasta la persona más insensible transpira amor y eso lo logra un grande, como lo es Roberto Carlos, a quien Dios le dio el don de ser un extraordinario cantautor, cuyo talento lo transmite, no sólo con el corazón, sino con el alma.