Otra renuncia
¬ Augusto Corro viernes 1, Oct 2010Punto x Punto
Augusto Corro
El ex gobernador y ex presidente del Partido de la Revolución Democrática, Leonel Cota Montaño, renunció a su partido. Como anunciamos, la división en el partido del sol azteca se acentúa y pocos son los perredistas que quieren saber algo de su dirigente Jesús Ortega.
Hace cuatro días también renunció al PRD la senadora Minerva Hernández. En ambos casos, se trata de políticos distinguidos. La legisladora argumentó que se iba a otro partido, porque en el que militaba ya se había cumplido su ciclo.
En el caso de Cota Montaño, la dirigencia nacional se empeña en imponer candidatos para las próximas elecciones en Baja California Sur. Por lo tanto, el mencionado político buscará ser candidato a la presidencia municipal de Los Cabos, lejos del perredismo.
Mientras las luchas internas en el PRD se encuentran a la orden del día y constantemente se plantea que Jesús Ortega abandone la dirigencia nacional. El propio Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, en su activo regreso, pugna por el relevo inmediato del chucho mayor.
El político reconocido como el líder moral del PRD se pronunció porque Ortega abandone el partido, de preferencia en diciembre próximo, “porque no hay condiciones para que siga como dirigente del partido”.
En una reunión con los representantes del G8 (tribus adversarias de Jesús Ortega), Cárdenas Solórzano propuso la construcción de una candidatura de unidad “ya que un proceso abierto pondría en riesgo al partido”.
A todas luces se nota que el líder moral citado ayuda a su hijo Lázaro Cárdenas Batel para que consiga la presidencia del PRD y sin lugar a dudas, es el momento oportuno para quitarle a Jesús Ortega y a su grupo la dirigencia del partido del sol azteca.
Sin embargo, el propio Jesús Ortega que se irá de la dirigencia hasta el próximo mes de marzo, sin respetar el acuerdo del último congreso perredista.
Desde las últimas elecciones para gobernadores, el PRD y el Partido Acción Nacional, participaron en una alianza que les redituó triunfos en Oaxaca, Puebla y Sinaloa. Esto motivó a la coalición entre los dirigentes de los organismos políticos citados a continuar en otros procesos electorales.
Jesús Ortega se encuentra, pues, muy comprometido con los aliancistas, a pesar de que en su propio partido hay corrientes que rechazan cualquier contubernio con el PAN, porque es del dominio público la actitud colaboracionista de la tribu de Nueva Izquierda (NI) con el gobierno panista federal.
Al paso del tiempo, el PRD será abandonado por sus mejores hombres y quedará, como ya lo dicen, el puro cascarón del partido. Las dos últimas renuncias de perredistas distinguidos y la actitud de Cárdenas Solórzano, en busca de un lugar para su hijo, sin lugar a dudas representan por lo menos un fuerte dolor de cabeza para el chucho mayor. El PRD no aguanta más otro conflicto interno.
LLEGÓ LA FECHA
Por otra parte, los dirigentes panistas ya no quieren saber nada de Manuel Espino Barrientos y todo se encuentra listo para expulsarlo del partido blanquiazul. Espino Barrientos es un indeseable en el PAN.
Su constante crítica al gobierno panista y a su propia organización política le provocó la enemistad de la jerarquía partidista, entre otros la de César Nava, presidente del CEN del PAN. Y para ser sinceros, este último no se maneja solo, pues recibe y cumple órdenes de más arriba.
El caso es que se acusa a Espino Barrientos de señalar a los panistas del Estado de México como los más corruptos del partido. Además provocaba, con sus críticas verbales y escritas, escozor en sus adversarios.
La carrera política de Espino Barrientos fue exitosa durante el sexenio de Vicente Fox, después su presencia se convirtió en un calvario. Fue denostado y humillado por los dirigentes panistas que le sucedieron en el cargo.
Durante su responsabilidad como presidente del PAN, Espino Barrientos logró, por primera vez, la mayoría de legisladores panistas en la Cámara de Diputados. En lo internacional, logró ser el presidente de la Organización Demócrata Cristiana de América (OCDE). Y tenía la inquietud de ser candidato presidencial panista.
Cada día se intensifican más los movimientos políticos que tienen como objetivo ajustar la maquinaria para la justa electoral del 2012. En otros partidos van adelantados en ese renglón. En Acción Nacional la caballada se cae de flaca.
ADIÓS INVERSIONES
Era una tradición que los gobiernos en turno buscaran, desesperadamente, a inversionistas extranjeros en cualquier parte del mundo.
Las giras presidenciales tenían ese fin. Por lo menos eso nos decían los interesados. Inclusive, los últimos viajes al exterior de Felipe Calderón Hinojosa tenían como meta promover la inversión extranjera en México.
Sin embargo, a raíz de la guerra del gobierno contra el narcotráfico, la economía mexicana se encuentra en situación muy difícil, principalmente porque los inversionistas de cualquier parte del mundo no quieren poner en riesgo sus capitales. La inseguridad y la violencia los ahuyenta.
Ahora, resulta que los propios mexicanos tampoco quieren invertir en su país. Ya es digno de tomarse en cuenta el incremento de la inversión mexicana en el extranjero, que creció considerablemente en el 2010.
El inversionista en general sabe que el gobierno libra una guerra contra la narcodelincuencia que no tiene fin y que la inseguridad, la corrupción y la impunidad frenan el desarrollo de México. Por cierto, los hombres de negocios no se van solos al extranjero, se llevan a sus familias a vivir a otro país con las incomodidades y problemas que esto representan. De ahí que el éxodo de inversionistas y parientes alcancen cifras muy elevadas, principalmente en los estados norteños.
Urge, pues, que el gobierno federal se ponga las pilas y detenga la salida de hombres de empresa y sus capitales que tanta falta hacen en nuestro país. Sólo basta que se hable con la verdad, se pongan los pies sobre la tierra y empiecen a aplicarse medidas que proporcionen seguridad a una sociedad que anhela paz y tranquilidad.