Iglesia retadora
Francisco Rodríguez miércoles 14, Sep 2016Índice político
Francisco Rodríguez
Los mandarines de la Iglesia católica mexicana, ancestrales enemigos conjurados de la razón y de cualquier manifestación de progreso, han mostrado su músculo cuando quien sea se enfrente con sus creencias, dogmas, artículos de fe, ortodoxias, fervorines y dicterios. Es peor cuando sus aliados y protegidos faltan a la palabra empeñada en las sacristías y en los negocios.
Eso no es nuevo. Secularmente han estado de lado de los dictadores, los conculcadores de la soberanía, los extranjeros invasores, los enemigos del pueblo, saqueadores, caciques, hambreadores y gente de la peor ralea. Obvio, han existido excepciones, pero son tan pequeñas y reducidas que pueden pasarse por alto.
La Iglesia mexicana, aprovechada de la inconsciencia religiosa, la poca reflexión de sus feligreses obcecados, la ira popular provocada por decisiones insensatas y hasta estúpidas, siempre ha sido oportuna y precisa para poner el dedo en la llaga, de una manera inclemente, precisa, demoledora.
Buscaba reflectores
El sistema cometió el error de enfrentarse a las iglesias católica y evangélica –presbiterianos, adventistas, mormones, etc.– cuando el Poder Ejecutivo, en búsqueda de reflectores publicitarios y de canicas para jugar…
… tuvo la ocurrencia de faltar al trato contraído con ellas, y declarar, en un momento inoportuno e inopinado, su simpatía hacia los matrimonios de personas del mismo sexo y adelantar que enviaría una iniciativa en el sentido de reconocer los derechos homoparentales a la adopción… ¡y ardió Troya!
Jamás se imaginaron el tamaño del rebote a esa audacia de pacotilla, a ese grito desesperado en busca de la excomunión «de todos tan temida», a esa lanzada a moro muerto, que no convenía a nadie, menos a quien siempre fue un enemigo jurado de lo que ahora defendía con una vehemencia prefabricada.
Hubo obispos que interpretaron sus preferencias
La imagen es objeto del escarnio eclesiástico. Han sido presa, todos los miembros del equipo, de epítetos e invectivas, desafortunadamente ciertas, que los tildan de ignorantes, ramplones y todas las lindezas que se puedan imaginar, desde tribunas religiosas que para millones de mexicanos son infalibles.
Se ha dado el caso de obispos que se han metido hasta la cocina, hablando a pecho y población abierta sobre algunas preferencias emocionales del autollamado mandatario, que es mejor omitir, en favor de las letras serías, por respeto a la propia dignidad de la profesión periodística.
Y aunque muchos prelados, obispos y purpurados tienen la cola sucia para clavar la pica en Flandes, han logrado su objetivo, toda vez que sus enemigos escogidos están más descobijados que un teporocho tirado en vía primaria. Con una credibilidad destrozada, amén de una imaginación obsesionada, poseída por el espíritu del dinero fácil.
López Mateos y Álvaro Obregón, otros López
No tienen armas ni para defenderse, ni para jugar al burro castigado. Hasta da pena comparar lo que está pasando con algún episodio de la Guerra Cristera o con algún embate a los libros de texto gratuitos, empujados por López Mateos, que se enfrentaron a las consignas de «Cristianismo sí, Comunismo, no».
Menos, con la decisión que tomó Álvaro Obregón, cuando, ante la oposición eclesiástica a algunas medidas revolucionarias, desnudó a los «jerarcas angelicales» de la Metrópoli, para que mostraran ante el pueblo sus carnes pudendas, laceradas por horrendas marcas de enfermedades venéreas. El pueblo, congregado en el Zócalo se mofó de los ensotanados y lanzó estentóreos vivas a la Revolución.
Pero ésos eran otros López. A los de hoy no hay quien los vitoree, ni quien siquiera tenga un gramo de seso, ni de credibilidad para defenderlos o para intentar meter la mano al fuego solapando o encubriendo con eficiencia mínima sus desatinos y exabruptos, que rayan en la demencia, que insultan cualquier nivel de razón.
Con esa ventaja a su favor, con esa certeza de inminente éxito, los jerarcas de la Comisión del Episcopado Mexicano y la Conferencia de mandos evangélicos, apuran una blitzkrieg que se advierte desde hoy imparable y peligrosa, que pone a los políticos contra las cuerdas, que abona al sentimiento internacional de repulsa y de castigo ejemplar, ganado a riñón en los cinco continentes.
Desde todos los púlpitos, confesionarios, sacristías, universidades, medios y colegios confesionales, se promueve desde hace tiempo una serie de manifestaciones de carácter medieval en todas las capitales del país contra las ofensas verbales –nada más verbales, porque los legisladores tricolores al ver la avalancha ya se echaron p’atras en sus pretensiones modernizadoras–.
Empresarios y narcos ¿tras las movilizaciones?
Las manifestaciones y caravanas de ensotanados en el interior del país se llevarán a cabo, simultáneamente en todo el territorio nacional el muy cercano y fatídico 10 de septiembre. Como suele suceder, en esa fecha todos los «temerosos de Dios» saldrán a las calles con sus cantos hipócritas, a la caza de indulgencias.
Pero 14 días más tarde, el 24 de ese mes, están convocando a una repulsa magna contra el régimen, que llevarán a cabo en el Zócalo capitalino, en la cual, como usted ha de imaginarse, lloverá de todo sobre quienes se atrevieron a subirse al ring sin chones.
No es descartable que detrás de todos los apoyos, se encuentren también muchos empresarios, socios de los purpurados, así como poderosos narcos de todas las raleas, que se han visto traicionados por los que inicialmente fueron y son sus cómplices. A río revuelto, ganancia de pescadores.
Lo que es aún más interesante, es que el Vaticano no ha intervenido, ni en nombre propio, ni a través de su Nuncio Apostólico para tratar de detener, o siquiera aminorar los ríspidos y groseros niveles de enfrentamiento entre su sucursal mexicana y el poder establecido.
Comprueba la despiadada ferocidad con la que están juzgando desde ahora, en todos los países y niveles de mando, los infames resultados de estos sandios. ¿No cree usted?
Índice Flamígero: Uno a uno, senadores y diputados han sido invitados a una merienda con chocolate a la francesa, un té o un cafecito «con el señor obispo» de sus jurisdicciones. Ahí les han hecho ver el infierno en el que podrían arder sus pretensiones políticas –casi todos quieren ser gobernadores–, en caso de que la iniciativa fuese aprobada. Así se entiende el porqué en San Lázaro recularon en voz de su pastor (terrenal) César Camacho. + + + Hace unos días, con la sabrosa prosa a la que nos tiene acostumbrados a sus lectores, don Rodolfo Villarreal Ríos recordó cómo fue que don Joaquín Fernández de Lizardi, El Pensador Mexicano, ya excomulgado por la Santa Iglesia «por expresar ideas políticas no apegadas a lo que el clero político mexicano consideraba era lo correcto.», respondió a un libelo anónimo. Ahí el escritor-historiador señala: «Hoy observamos la pasividad que muestran los miembros de la clase gobernante, y anexos, ante la embestida clerical desatada en su contra desde el púlpito y las páginas de sus órganos informativos…», lo que contrasta con el valeroso escritor-periodista que es ícono de nuestro agitado siglo XIX. + + + Al parecer, el director de la Facultad de la UNAM, Raúl Contreras Bustamante, sí escogió a los más efectivos abogados penalistas y expertos en delitos fiscales para salvar de la cárcel a su ex jefe, Javier Duarte y a su pandilla, quienes saquearon las arcas del gobierno de Veracruz . Habrá que ver cuántos maestros han dejado a sus adjuntos en la cátedra para cumplir cabalmente el encargo del notario público y director de la Facultad de Derecho. Un verdadero ejército de abogados se mueven al ritmo de “La Bamba” bajo la batuta del jarocho director grillo. Se mueve con singular alegría en las redes sociales como si fuera ajonjolí de todos los moles. La sobriedad académica es cosa del pasado y ahora se pretende usar los cargos directivos en esa facultad como trampolín político. Aunque es conocida su militancia priísta, no le hace desaire a ningún personaje de la política de los diversos partidos. Se habla en círculos cercanos que el sería el coordinador de la campaña presidencial del candidato a todo, el ex rector De la Fuente. Con Mancera tiene picaporte y le proporciona herramientas jurídicas para su proyecto futuro y presente . ¿Dónde quedaron los tiempos aquellos donde la cátedra era una entrega total y un apostolado sin salirse de los linderos de esta gran universidad de gran prestigio en América Latina y en otras latitudes? La autonomía universitaria, al parecer no está reñida con el coqueteo político que se vive en el presente en esta facultad, donde se han forjado a lo largo de su historia personajes de pulcra formación académica, orgullosos de ser celosos herederos de un legado de hombres ilustres comprometidos con la UNAM.
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