Ex presidentes “parásitos”
¬ Augusto Corro lunes 12, Sep 2016Punto por punto
Augusto Corro
Cada año, en estos meses, surge la discusión sobre el Paquete Económico del próximo año.
Para el 2017 ya se habla de un recorte al gasto de 239 mil 700 millones de pesos.
Se trata pues de un presupuesto austero cuya aprobación o rechazo estará en manos de los legisladores. Ojalá y ese proyecto de austeridad vaya a fondo en algunos temas que, con simplemente nombrarlos, provocan el repudio de tirios y troyanos.
Nos referimos a las pensiones vitalicias de los ex presidentes de México, esos individuos que trabajaron seis años y recibieron un sinnúmero de privilegios.
Ahí están Luis Echeverría, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón.
LA CRUDA REALIDAD
En un análisis objetivo se concluye que ninguno de los ex mandatarios tiene los méritos para recibir los beneficios de una pensión tan abrumadora. Su paso por la presidencia de la República fue negativo.
Echeverría, Salinas de Gortari, Zedillo, Fox y Calderón no resultarían bien librados si un tribunal juzgara sus acciones reprobables durante el tiempo que ejercieron el poder. Echeverría trae sobre sus hombros la matanza del 2 de octubre, en Tlatelolco.
Salinas no encuentra dónde esconderse cuando se trata el tema económico en su sexenio y la persecución contra los izquierdistas, encabezados por Cuauhtémoc Cárdenas.
Zedillo, quien parecía no romper un plato, dejó en la miseria a miles de familias, cuyas empresas fueron afectadas por la devaluación del peso.
Claro, tampoco se olvida que fue acusado por la matanza de Acteal, en la que perdieron la vida decenas de indígenas.
Fox, un político inepto e ignorante, que no supo aprovechar el capital político que le entregaron los mexicanos para el cambio que no ocurrió. México estuvo estancado seis años.
CALDERÓN Y SU GUERRA FALLIDA
Calderón optó por enfrentarse al crimen organizado y nos heredó un país de crímenes, desaparecidos y huérfanos.
Las percepciones de Echeverría, Fox y Calderón, de 229 mil pesos mensuales para cada uno, los coloca en el segundo lugar como los mejores pensionados en Latinoamérica.
Además, esos políticos privilegiados cuentan con decenas de personas a su servicio, incluidos elementos del Estado Mayor Presidencial; seguros de gastos médicos gratuitos, no pagan renta, ni servicios de agua, luz, etc.; los boletos de avión también son con cargo al erario.
Sasha Montenegro, viuda del ex presidente José López Portillo; y Paloma Cordero, viuda de Miguel de la Madrid, “gozan de pensión y prestaciones por un total de 118 mil 219 pesos mensuales”.
Como se ve, el Presupuesto de Egresos 2017 también tendrá que repartirse entre esos ex mandatarios parásitos, que sin mínimo rubor aceptan recursos económicos que bien podrían servir para paliar el hambre de cientos de mexicanos.
Si usted le suma a las pensiones privilegiadas los sueldos de los funcionarios de alto nivel del gobierno federal, más las fortunas que reciben por sus servicios ministros, legisladores y ahora hasta los funcionarios del Instituto Nacional Electoral (INE), no habrá presupuesto que alcance. ¿O sí?
Y lo complejo de la situación es que nadie, que se sepa, está dispuesto a que le recorten su sueldo, por una sencilla razón: la política dejaría de ser un negocio redondo, que no les convendría a los grillos.
UN RAYA MÁS AL TIGRE
El ex jugador de futbol, Cuauhtémoc Blanco, es investigado porque cobró 7 millones de pesos para participar como candidato del Partido Social Demócrata (PSD) al gobierno de Cuernavaca, Morelos.
Los dirigentes de ese organismo político, los hermanos Yáñez, se pelearon con el “Cuau” y emprendieron un pleito con el aprendiz de político, para dañarlo, así lo piensa el propio ex futbolista, sin importar que a su partido también alcancen los efectos de la corrupción.
A su vez, el edil acusó a los Yáñez de amenazarlo de muerte y de denostar su imagen. Y en etapa de acusaciones mútuas se encuentra el asunto, que vendría a convertirse en una raya más al tigre.
¿Hay leyes para castigar el fingimiento político? ¿Castigarían a alguien que dice representar a un partido político y no es tal? ¿Y si pagan para representar a una organización política en una contienda electoral, se viola alguna ley?
Lo interesante del affaire “Cuau” y los hermanos Yáñez será su desenlace porque se trata de una elección donde el voto llevó al poder, con mañas o sin ellas al ex futbolista. ¿Usted qué opina amable lector?