Videgaray, dimisión obligada
¬ Jorge Velázquez viernes 9, Sep 2016Picota
Jorge Velázquez
SERÁ EL TIEMPO y sólo este factor tan importante en la vida de los seres humanos, el que señale con precisión y veracidad el porqué de la renuncia de Luis Videgaray Caso a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Hasta ahora, el mar de especulaciones está desbordado. El análisis va de lo ramplón en el sentido de que Trump fue el culpable de la dimisión hasta aquellos que ven en el ex funcionario el viable precandidato a la gubernatura del Estado de México, en donde ya ocupó, del 2011 al 2012, la presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI en aquella entidad.
Lo cierto del caso es que como analistas a “botepronto”, algo se debe decir sobre un hecho tan importante en la vida del país; más aún, cuando el modelo económico de México navega por un tormentoso océano de vaivenes internacionales y nacionales en donde las presiones hacia el peso, para que se siga devaluando, de poderosos grupos financieros, son el pan de cada día y con mayor fuerza; la estrepitosa caída de los precios internacionales del petróleo que dígase lo que se diga sigue siendo uno de los elementos importantes del gasto federal y que escapa a las manos de cualquier acción de un gobierno, entre otras cuestiones, siguen moviendo el piso al modelo económico.
De ello, se había cuidado celosamente la imagen del secretario; era difícil imputarle responsabilidad de situaciones que estaban más allá de sus responsabilidades. Por supuesto, ese panorama tan negro, es un pesado lastre a las aspiraciones de más empleos, salud, vivienda, seguridad y mejoras en los bolsillos de los mexicanos; de nada sirve baja inflación, bajos precios en los productos, si no hay con qué comprarlos.
En ese contexto, los índices de marginación, pobreza y de estabilidad no podían ser diferentes; simple y sencillamente si no hay dinero y lo que se recauda por las ventas en el exterior o la producción en el interior es insuficiente, el panorama y la prospectiva ponen las flechas hacia abajo. Y en ese contexto ¿cómo seguir cuidando la imagen de Videgaray? Quizá ni encargándosela al mago “Merlín”.
Se vino el hecho de Donald Trump del que todo el mundo político sabe, y ahí sí, pegarle con todo a quien tenía en sus manos las riendas económicas del país. Y aunque en las altas esferas, allá donde se analizan a fondo todo tipo de situaciones, ríen seguramente de muchas de las ocurrencias de analistas, se observó que era el momento de sacar de la escena a un hombre que para el próximo año ocupará los reflectores de la vida política nacional. Y si no, al tiempo.
Y HABLANDO DE CANDIDATOS estadounidenses, está en México Roque (Rocky) De la Fuente, quien buscará entrevistarse con políticos mexicanos. De acuerdo a su oficina de comunicación, el aspirante a la presidencia del vecino país del norte, que buscará abollar los números de Trump y de Hillary, es un empresario estadounidense de origen mexicano, quien decepcionado por las candidaturas de sus rivales, es candidato a la presidencia de los Estados Unidos por el Partido Reforma, que creó el magnate texano Ross Perot (por el que fue candidato presidencial en 1992 y 1996). Empresario, de 61 años, hijo de madre veracruzana y padre del estado de Nuevo León, considera ser el mejor calificado para representar los intereses de los hispanos en Estados Unidos. Sobre sus posibilidades reales de triunfo, dijo que éste es el momento ideal para los hispanos. “Si nosotros como latinos no aprovechamos esta coyuntura, no creo que se vuelva a repetir en los próximos 30 años”… NO HABRÁ MÁS IMPUESTOS en los próximos años, se dice en el proyecto de Ley de Ingresos que el nuevo secretario de Hacienda José Antonio Meade, entregó a la Cámara de Diputados. Habrá que estar al pendiente, porque primero se dice una cosas y luego, por los golpazos internacionales, hay que hacer otras.