Nada cambia
Ramón Zurita Sahagún viernes 9, Sep 2016De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
José Antonio Meade migró de Desarrollo Social a la Secretaría de Hacienda, como ya antes lo había hecho de Relaciones Exteriores a Sedesol.
Los cambios en el gabinete los hace el presidente Enrique Peña Nieto, con el estilo Gatopardo, tratando de que todo cambie, para seguir igual.
Siendo un político poco afecto a los cambios (según dicen sus cercanos), el Presidente de México los desmiente en la realidad, ya que de las 18 secretarías del gabinete federal (incluida la nueva de Cultura), en 11 de ellas ha realizado cuando menos un cambio de titular, otra la desapareció, mientras que en las cuatros direcciones del llamado gabinete también ha pasado más de un titular.
Los cambios de las cabezas se han producido por razones diversas, aunque se mantiene la constante de rotar o ascender a los mismos funcionarios que antes se encontraban en cargos diversos.
El Presidente gusta de trabajar con el mismo equipo, aunque les asigne otras tareas y pocos han sido los incorporados al gabinete, sin importar si son las secretarías o las direcciones generales.
Los cambios los realiza en forma masiva, como sucedió con la salida de Luis Videgaray Caso (inimaginable antes del 30 de agosto) y la rotación de su eterno emergente José Antonio Meade, quien migró de Desarrollo Social a la Secretaría de Hacienda, como ya antes lo había hecho de Relaciones Exteriores a Sedesol.
Aprovechó el momento para ascender a Luis Miranda, de subsecretario en Gobernación, a titular en Sedesol, con todo y que el nombramiento no fue bien recibido en ningún círculo ajeno al del propio gabinete.
Con estos nombramientos, el Ejecutivo federal ratificó que sus cartas son las mismas acomodadas de otra forma.
Antes de ellos, en agosto de 2015, Peña Nieto dejó constancia de ello, ya que en una carambola sacó a su jefe de la Oficina de la Presidencia de la República y súbitamente lo elevó al cargo de secretario de Educación Pública, ante el relevo de Emilio Chuayffet Chemor.
En esa misma ocasión José Antonio Meade (el eterno chambitas) dejó la Secretaría de Relaciones Exteriores y se asentó en la de Desarrollo Social.
Rosario Robles Berlanga fue cambiada de la de Desarrollo Social a la Sedatu. Claudia Ruiz (Massieu) Salinas abandonó la Secretaría de Turismo para hacerse cargo de la de Relaciones Exteriores.
Enrique de la Madrid pasó a ocupar la titularidad en Turismo, dejando acéfala la dirección del Banco Nacional de Comercio Exterior.
Durante esa carambola del 27 de agosto de 2015, Juan José Guerra Abud dejó la titularidad de la Secretaría de Medio Ambiente y en su lugar llegó Rafael Pacchiano Alamán.
José Eduardo Calzada Rovirosa dejó el gobierno de Querétaro para ocupar la Secretaría de Agricultura, de la que salió Enrique Martínez y Martínez.
Antes de eso, ya se habían producido algunos cambios, cuando Jesús Murillo Karam dejó la Procuraduría General de la República, de la que se hizo cargo la senadora (con licencia) Arely Gómez González, mientras que Murillo Karam ocupaba la titularidad de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.
Virgilio Andrade Martínez ocupó la vacante Secretaría de la Función Pública en febrero del 2015, misma que dejó poco más de un año más tarde y sigue acéfala.
Ya en el presente año, José Narro Robles, quien había ocupado la posición de rector de la UNAM por ocho años fue designado secretario de Salud, en sustitución de Mercedes Juan.
Pero en el área de las cinco direcciones generales, que forman parte del llamado gabinete ampliado: Seguro Social, Comisión de Aguas, Petróleos Mexicanos, Seguridad Social para los Trabajadores del Estado y Comisión Federal de Electricidad, los cambios se han producido también.
En Pemex inició Emilio Lozoya Austin, quien dejó su lugar a José Antonio González Anaya, desde febrero del presente año.
González Anaya había iniciado el sexenio como director del Seguro Social, cargo al que llegó Mikel Arriola, quien había iniciado la presente administración en otro cargo (Cofepris).
David Korenfeld abandonó en medio del escándalo la dirección de la Comisión Nacional del Agua, a la que llegó Roberto Ramírez de la Parra desde 2015.
Sebastián Lerdo de Tejada falleció durante su ejercicio como director del ISSSTE, cargo al que llegó José Reyes Baeza, hasta ese momento director del FOVISSSTE, aunque hubo un breve interinato.
La Comisión Federal de Electricidad es de las más movidas, ya que principió Francisco Rojas Gutiérrez como director, le siguió Enrique Ochoa Reza y hoy la dirige Jaime Hernández.
En este recambio de funcionarios en las distintas dependencias, solamente siete de ellos se mantienen inamovibles (por el momento) en los cargos en los que iniciaron la presenta administración sexenal.
Miguel Ángelo Osorio Chong sigue siendo secretario de Gobernación desde el 1 de diciembre de 2012.
Salvador Cienfuegos se mantiene al frente de la Secretaría de la Defensa Nacional, al igual que Francisco Vidal Soberón en la Marina.
Pedro Joaquín Coldwell es todavía el titular de la Secretaría de Energía.
En este compacto grupo se mantienen dos personajes pertenecientes al grupo Edomex, Gerardo Ruiz Esparza como secretario de Comunicaciones y Transportes y Alfonso Navarrete Prida, secretario del Trabajo y Previsión Social.
Ildefonso Guajardo sigue siendo el secretario de Economía, con todo y una serie de amagos de relevo.
El otro que se mantiene inalterable en el cargo para el que fue designado es Rafael Tovar y de Teresa, quien asumió la titularidad de la Secretaría de Cultura, apenas creada en diciembre pasado.
La secretaría desaparecida es la de Seguridad Pública, convertida en la Comisión Nacional de Seguridad, por la que han desfilado Manuel Mondragón, Monte Alejandro Rubido y hoy se encuentra bajo el mando de Renato Sales Heredia.
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