Ecos del informe
Freddy Sánchez martes 6, Sep 2016Precios y desprecios
Freddy Sánchez
“Música para sus oídos”… Los comentarios al informe presidencial, no lo ha sido para el gobierno federal y sus actores de primer nivel. Por más esfuerzos que se hacen para aplacar las críticas, éstas son implacables, queriendo ver lo insuficiente.
Pese a que lo bueno casi no se cuenta, pero cuenta mucho, lo que más sale a relucir entre los críticos que se refieren al contenido del informe y el novedoso encuentro del presidente Peña Nieto con jóvenes, el pasado 1 de septiembre, es un afán obsesivo por hacer notar lo que está mal y lo que falta por hacer. En ese tenor se unificaron las críticas por la visita del candidato presidencial norteamericano, Donald Trump.
Con la “sangre caliente” ante los agravios proferidos contra los mexicanos, legisladores, intelectuales, analistas y por supuesto particulares (una vasta cantidad de ellos aposentados en las redes sociales), lamentan que al señor “de las trompadas” ( como se le califica en un anuncio difundido en las televisoras), no sólo se le haya invitado, sino que en vez de decirle que la nación está ofendida y reclama un desagravio, se le dio un trato cortés que no se merece.
Más aún después de que el presidente Peña le dijo que México no pagaría el muro que se propone construir de llegar a la presidencia de los Estados Unidos, y el señor Trump horas más tarde aseguró que los mexicanos sí van a pagar por ese muro, pero no saben cómo.
Una burla que inevitablemente alimenta el repudio nacional contra el non grato visitante. Ahora que también hay que pensar que si llegara a ganar la presidencia, el primer mandatario de México, dejó abierta una puerta para reanudar el diálogo y evitar que las fobias de aquel hombre pongan contra la pared a cientos de miles de compatriotas en territorio nacional y allende el Bravo.
La críticas al gobierno del Presidente pues, tras la invitación a Trump (a pesar de que no vino a disculparse ni se le pidió hacerlo y mucho menos ofreció o se le solicitó un cambio en su proyecto de política exterior respecto a la migración), deben tomar en cuenta lo positivo que significa entrar en contacto con quien pudiera ser el futuro presidente de los Estados Unidos.
Baste recordar el dicho aquel de que “a los enemigos hay que tenerlos cerca”. De ahí que las críticas por la invitación y la visita de Trump, no deberían pecar de exageradas.
Y lo mismo se puede decir en relación a los resultados que hasta la fecha han reportado las reformas estructurales promovidas desde Los Pinos y apoyadas además por fracciones partidistas distintas al PRI, entre cuyos representantes actualmente han surgido furibundos críticos, como si nada hubieran tenido que ver en lo que se aprobó y está en marcha.
Es verdad que persiste la insatisfacción social respecto a los impactos en favor de la comunidad, en distintos rubros de gran importancia, dado a que siguen faltando nuevas oportunidades de empleos mejor remunerados, los servicios en telecomunicaciones, el ámbito bancario y financiero sólo han mejorado relativamente y sus precios al público continúan muy por encima de lo deseable, además de que el tropezón educativo no parece corregirse en perjuicio de cientos de miles de educandos, pero no todo se puede catalogar de fracaso y desastre.
Justo es por ello reconocer los cambios positivos, aunque más justo sea demandar mayores y más rápidos beneficios para la sociedad, como parte de esos ecos del informe presidencial.