La compleja guerra anticrimen
¬ Augusto Corro martes 6, Sep 2016Punto por punto
Augusto Corro
Para nadie es un secreto que la espiral de violencia azota a varias regiones de México y amenaza con crecer.
Ante esa situación las autoridades federales decidieron intervenir con mayor fuerza en 50 municipios, que concentran 42% de los asesinatos del país.
Es decir, que se incrementará la fuerza pública en esos lugares, con el propósito de reducir el índice de homicidios dolosos.
Se trata pues, de una tarea en la que debe privar la inteligencia con nuevas estrategias que no vayan directamente al enfrentamiento que priva de la vida a personas inocentes.
Concretamente, se deberá tener muy presente el respeto a los derechos humanos de los involucrados. De nada serviría tapar un agujero para destapar otro.
En la lista de municipios con más homicidios se encuentran, entre otros: Acapulco, Tijuana, Ciudad Juárez, Ecatepec, Monterrey, Ciudad Victoria, Chilpancingo, Iztapalapa (CDMX) y Manzanillo.
En Acapulco van más de 500 personas asesinadas en lo que va del año.
La delincuencia organizada se desató desde el sexenio de Felipe Calderón. Sin reflexionar a lo que hacía optó por la erradicación de los grupos criminales. No logró vencerlos y sí multiplicarlos.
Los municipios mostraron su fragilidad y fueron copados por los narcotraficantes en busca de rutas y plazas para los cárteles. Además lograron alianzas con autoridades municipales con costos elevadísimos para la sociedad.
Un ejemplo: la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, que todo mundo conoce. O también Acapulco que perdió, desde hace varios años, su imagen de tranquilidad que debe ofrecer cualquier centro turístico.
Claro que es positivo reforzar la presencia de la fuerza pública en los municipios conflictivos, pero ¿será suficiente? La respuesta se sabrá conforme avance el tiempo. Por lo pronto, la duda ahí está presente.
¿SE VALE PEDIR PERDÓN?
El aún mandatario de Chihuahua, César Duarte, pidió perdón a sus gobernados tras entregar su último informe de gobierno.
El jefe del Ejecutivo lanzó una campaña donde reconoció que cometió errores y ofreció disculpas “si alguien se sintió ofendido”.
Como se informó en este espacio, el gobernador electo Javier Corral, de extracción panista, en sus promesas para llegar al poder, dijo que encarcelaría al mandatario saliente, por un sinnúmero de delitos, entre otros el de enriquecimiento inexplicable. Duarte, de ser un modesto empresario dedicado a la venta de coches seminuevos terminó en socio del Banco Progresa de Chihuahua. Durante su sexenio, la deuda pública de la entidad creció 233%.
También el gobernador que se va aprovechó para decir que las faltas, por lo que lo acusan, fueron magnificadas.
Sobre la solicitud de perdón, los chihuahuenses dijeron que primero Duarte tiene que responder a las acusaciones ante las autoridades correspondientes. ¿Será castigado con la cárcel? ¿Cumplirá Corral su promesa? No olvidar que los ex gobernadores pillos, no importa su extracción política, son protegidos para no ir a prisión.
LOS CALDERÓN, ¿AUSTEROS?
La aspirante a candidata presidencial panista o independiente, Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón, continúa en su intensa campaña política.
Hace unos días, con la idea de proyectar una imagen de austeridad, videograbó su residencia en el sur de la ciudad y la mostró a quien quisiera verla.
Lo que vimos fue una casa de familia rica que nunca podrán disfrutar millones de pobres mexicanos.
Se podría decir que se trata de una residencia austera, pero ¿en comparación con cuál?
En fin, la aún blanquiazul mostró su hogar y dio por cumplida la inquietud de algunos curiosos por saber donde habita la familia ex presidencial.
Aunque le faltó, según algunos medios de información, dar a conocer numerosas propiedades que están a nombre suyo y de su marido, como lo son otras propiedades en la misma calle donde se encuentra la casa del video, y en el Estado de México, específicamente un chalet de descanso en Ayapango, etc.
La actitud de Margarita es la misma que despliegan aquellos que llegaron a la política para enriquecerse sin rubor alguno.
Al ponerse de moda la declaración de la riqueza de los políticos, la opinión pública comprobó que la gran mayoría mintió. Y no pasó nada. Como tampoco alterará nada conocer la “austeridad” en la que viven los Calderón.