El divo no ha muerto, sigue vivo
* Especiales, Espectáculos lunes 5, Sep 2016- Alberto Aguilera Valadez nació en la pobreza extrema, estuvo injustamente en la cárcel, luchó por sus sueños, aguantando humillaciones, principalmente de su madre, rebasando metas, y el día de su partida millones le lloran, incluyendo mandatarios de diferentes países
Gloria CARPIO
Desde temprana hora y a pesar de la lluvia, miles de capitalinos y oriundos de otras entidades federativas, e incluso países, llegaron a las afueras del Palacio de Bellas Artes, donde, alrededor de las 16:15 horas llegaron procedentes de Ciudad Juárez, los restos mortales de Alberto Aguilera Valadez, a quien el pueblo mexicano se puso a sus pies y entre lágrimas, jolgorio y cantos, recibieron en esta Ciudad de México, que quedó literalmente paralizada desde su llegada al Aeropuerto Internacional, donde desde la semana pasada esperaban darle el último adiós.
Durante el trayecto de los restos del artista al Palacio de Bellas Artes, sito en Eje Central, no se presentaron contratiempos, pero unas calles del lugar, el tumulto sobrepasó las vallas de seguridad intentando estar más cerca de los restos del cantante. Ante esto, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, formaron un dispositivo de seguridad redoblando el ya existente, lo que provocó que se retrasara la llegada del artista al mencionado recinto.
Medios de comunicación nacionales y extranjeros se abarrotaban a la entrada de prensa para el recinto, intentando lograr la tan famosa acreditación para dar cobertura al acto; sin embargo, algunos debieron realizar su actividad en las calles aledañas al sitio, pues el Palacio de Bellas Artes estaba abarrotado.
«Nunca antes se dio algo así, jamás se cerraron las calles por ningún otro artista, siempre se respetaban las calles, aquí la gente no deja de llegar», comentaban las personas alrededor del inmueble que no dejaba de ingresar al lugar.
A las 16:30 se montó la guardia de honor al cantante, y el primero en ofrendar su canto al Divo fue Fernando de la Mora, quien interpretó el tema Amor eterno, que fue coreado al unísono por los asistentes.
Fernando de la Mora consideró que Juan Gabriel traspasó todas las fronteras de la popularidad, pues lo calificó como uno de los grandes compositores de la música popular.
«Nunca pretendió ser más y esa es su grandeza. Fue un hombre muy comprometido con su público, y su público no solamente fue de México, sino de toda Latinoamérica», subrayó el cantante.
En 1982, Fernando de la Mora grabó No me vuelvo a enamorar, pero, dijo, no fue relevante en su carrera, sino hasta que puso su voz en Amor eterno, canción que lo ha acompañado en la mayoría de sus espectáculos.
«La he interpretado centenares de veces y me ha ayudado a llegar y comunicarme con el público».
Cantar en el homenaje luctuoso a Juan Gabriel, resaltó, «ha sido un momento muy especial en mi carrera, muy particular en mi vida. Cuando me lo pidieron, me sentí muy halagado, comprometido, emocionado y triste, porque aunque no fui su amigo, tuve mucho trato con él a lo largo de mi carrera».
Recordó que cuando grabó el clásico Amor eterno con orquesta sinfónica, Juan Gabriel le expresó que se sentía conmovido, reacción que guardará para siempre en el corazón.
Auguró que es ahora cuando se verá el legado que deja el compositor, simplemente, señaló, «cambió la agenda nacional y las agendas políticas. Tardé en llegar una hora más de lo que tenía pensado, debido a la cantidad tan grande de gente que había».
Finalmente, Fernando de la Mora informó que este 15 de septiembre dedicará a Juan Gabriel un segmento de su concierto en el Auditorio Nacional.
Acto seguido llegó el turno de Aída Cuevas, quien se notó muy emotiva en su interpretación y quien por cierto fue una de las que se vio más afectada por la partida de Juan Gabriel.
Al recinto llegaron personalidades del espectáculo, deportes, cultura y ambiente político, así como familiares del artista, a quien México no deja de llorar su pronta partida.
Por cierto, no sólo las calles lucían abarrotadas, también los edificios que rodean el inmueble estaban a reventar, y se comenta que en el caso de un edificio de una tienda departamental que da justo al frente del Palacio, llegaron a cobrar a un medio nacional cien mil pesos para tener una panorámica más clara de la llegada del cantante. La Torre Latinoamericana por ejemplo, a la llegada del cantante lucía con personas pegadas a los vidrios para ver la llegada del maestro, quien dejará en su pueblo una lección grande de comprensión, aceptación y perdón.
DIARIO IMAGEN tuvo la oportunidad de conversar con Lucía Méndez, previo a su ingreso al Palacio de Bellas Artes, y a pesar que dice el dolor de su partida será eterno, también el amor que dejó lo será.
A las afueras del recinto, sobre avenida Juárez, se armó una tremenda verbena popular, y entre la vendimia y los cantos, la gente intentaba encontrar la fila para ingresar al recinto, la cual parecía no terminar, y alcanzó su longitud hasta la Alameda Central, donde algunos más se daban un pequeño descanso mientras pintaban con una especie de sello su mejilla, algunos con la leyenda «Hasta que te conocí».
El cantante Luis Miguel envió 500 rosas blancas para la ceremonia, que fueron colocadas en las escaleras del Palacio de Bellas Artes.
Por su parte, la Presidencia de la República, la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes también enviaron arreglos florales.
En el lugar se vio el alcalde de Parácuaro, Noé Zamora Zamora, quien en nombre del pueblo, pidió a la familia del michoacano darle la oportunidad de tener los restos del cantante en aquel bello pueblo que vio nacer al autor.
«Nosotros no perdemos la esperanza de poder tener al maestro en nuestra tierra, él así lo quería y ojalá su familia le dé la oportundad de visitarnos por allá, para nosotros el es lo máximo que pudo dar nuestra tierra», comentó.
Cabe destacar que los adultos mayores y personas con discapacidad recibieron trato preferencial para ingresar al homenaje que se rindió a Juan Gabriel en el Palacio Bellas Artes de la Ciudad de México.
Por otro lado, algunas personas que salieron del Palacio de Bellas Artes, tras despedirse de Juan Gabriel y agradecieron al presidente Enrique Peña Nieto, no haber hecho acto de presencia, pues dicen “sería una vergüenza que una persona como él, que no ha hecho nada por la cultura del país y que recientemente nos traicionó con la visita del candidato republicano a la presidencia de EU, Donald Trump, fuera a presentarse, que se quede en China, donde actualmente está. Y reprobamos que la ex primera dama de México, Marta Sahagún, haya asistido y tocar la urna con los restos de Juan Gabriel, ¿ella qué derecho tiene?”, expresó doña Alma Rosa Camacho, de la ciudad de Puebla, Puebla.
Al cierre de edición de DIARIO IMAGEN, la verbena en el recinto seguía y la fila de interpretaciones y tributos iluminaban, mientras los últimos rayos de sol se escondían.
La familia confirmó que los restos del cantante seguirán en el Palacio hasta hoy martes, para luego regresar a Ciudad Juárez, donde finalmente descansarán.