Anticorrupción panista, ¿demagogia?
¬ Augusto Corro jueves 1, Sep 2016Punto por punto
Augusto Corro
En México, los partidos políticos ponen de moda diferentes temas que conforme avanza el tiempo se olvidan.
Tal es el caso del asunto de la anticorrupción que surgió hace varios meses en la propaganda partidista. Se aprobó una Ley Anticorrupción y sólo falta que se aplique. Es en esta etapa donde se detendrá.
Porque como dijera “#LordAudi”, palabras más palabras menos: no olvidar que estamos en México.
Es decir, que ninguna ley se respeta en nuestro país y el Código Anticorrupción menos. Ni modos que el influyentismo en que se apoyan los políticos transas se termine de la noche a la mañana.
De ninguna manera. Por eso, los servidores públicos gozan del fuero respectivo para burlar a la justicia. Y los propios partidos políticos se prestan al juego de la lucha contra la corrupción, y no llegan al fondo del problema.
LA PARTIDOCRACIA Y LOS CORRUPTOS
En la partidocracia es larga la lista de corruptos. No se diga de los políticos que los representan en las gubernaturas.
Por ejemplo, anteayer en el Aeropuerto Internacional de laCiudad de México (AICM) fue detenido Héctor Ortiz Ciscomani, ex secretario de Agricultura en el gobierno de Guillermo Padrés, por su presunta responsabilidad en el delito de ejercicio abusivo de funciones.
Durante los seis años de gobernar Sonora, el panista Padrés se enriqueció inexplicablemente al mismo tiempo que hacía lo mismo su familia. Como hombre poderoso, sin límite alguno, construyó una presa para usar el agua en sus tierras de cultivo.
Y Héctor Ortiz Ciscomani le copió las malas mañas a su jefe e hizo mal uso de los recursos federales y estatales para beneficiarse personalmente él y su familia.
Una vez capturado en el AICM, el ex secretario de Agricultura fue enviado al penal de Villa Aldama, Veracruz.
LA HISTORIA NO TERMINA
Pero la historia de los pillos saqueadores de Sonora no termina con el encarcelamiento de un funcionario de segunda.
Falta que el ex mandatario estatal sea llevado ante un juez para ventilar la serie de delitos de que lo acusan, entre otros, el saqueo de los recursos públicos. Pero como se trata de una persona influyente, en Acción Nacional, desde un principio eludieron el tema.
Eso sí, la jerarquía panista, desde hace diez meses, más o menos. Integró una Comisión Anticorrupción, encabezada por Luis Felipe Bravo Mena, para hacer una limpia de malos militantes del partido. El reglamento de dicha comisión fue sometido a consideración del Instituto Nacional de Electoral que ya lo aprobó.
Se espera pues, que los blanquiazules empiecen a analizar y a tomar las medidas correspondientes contra los corruptos, alrededor de 20, que tienen identificados en sus filas: el ex gobernador Padrés; Lucero Sánchez, la “Chapodiputada”, los ex diputados que cobraban “comisiones” o “moches” ilegales, etc.
Tienen los panistas tela de dónde cortar. Sólo falta que decidan actuar. Los resultados de la Comisión Anticorrupción nos dirán que no se trato de discursos demagógicos o de un tema de moda.
Y el gobernador electo de Veracruz, de extracción blanquiazul, Miguel Ángel Yunes Linares ¿también será juzgado por el tribunal anticorrupción panista? Porque la fama que tiene de saqueador de recursos públicos, bien podría ser objeto de una investigación: se la ganó a pulso.
En fin, Luis Felipe Bravo Mena tiene la palabra.
GRACO Y SU ESPÍRITU REPRESOR
El gobernador de Morelos, Graco Ramírez, de origen perredista, difícilmente entablará el diálogo con sus opositores.
Anteayer, al filo del mediodía, cuando el Frente Amplio Morelense, encabezado por el escritor Javier Sicilia, estaba en la mesa de la Secretaría de Gobernación, la policía del citado Graco Ramírez apaleaba a morelenses, en Apatlaco, comunidad conocida como Cuauhixtla.
Los campesinos protestaban porque les quieren quitar el agua para utilizarla en el enfriamiento de las turbinas de una termoeléctrica construida en Huexca, comunidad de Yecapixtla.
Elementos del Mando Único policiaco arremetieron sin contemplación contra los manifestantes, incluidos mujeres y niños.
Según se informó, para que la termoeléctrica empiece a funcionar se necesitan mil 500 litros de agua por segundo. Ante esa necesidad, el gobierno inició la construcción de un acueducto para llevarse el líquido del río Cuautla.
Desde hace más de un año, los morelenses detuvieron las obras de construcción y hace dos semanas, fueron desalojadas del lugar las personas del plantón.
Los representantes del FAM fueron informados de lo que ocurría en Apatlaco y el escritor Javier Sicilia le pidió al funcionario Roberto Campa Cifrián acciones para detener la represión.
Las pláticas entre los morelenses inconformes y las autoridades federales continuarán, sin la certeza, pensamos, de encontrar una solución a sus múltiples problemas. El gobernador no se encuentra en condiciones de entablar el diálogo. Su vocación de dictadorzuelo se lo impide.