«La Prieta Linda» le llora a Juanga
* Especiales, Espectáculos martes 30, Ago 2016
Ayer, luego del impacto de la noticia y tras los comentarios en el mundo del deceso del Divo, se logró contacto con Enriqueta Jiménez, Queta, “La Prieta Linda”, la Prieta de gran corazón y de inalcanzable humildad, quien dijo: “No logro asimilar la noticia, me la pasé llorando, aquí en casa le puse su veladora, me siento deshecha, siento que es algo que no se supera. Él deja un gran ejemplo de vida, de humildad, de perdón. Pocas personas que saben otorgar perdón de corazón, él es uno de ellos, le sonrió a la vida”, indicó la cantante.
Doña Enriqueta dijo que a veces la adversidad nos tiene cerca de ser feliz o de obtener los sueños, éste fue el caso de Juan Gabriel, a quien la cantante conoció en un momento adverso de la vida del Divo, y es que fue cuando estuvo interno en la cárcel de Lecumberri que tuvo la fortuna de escuchar su voz y disfrutar de su amistad. “Lo conocí antes de que iniciara su carrera artística. Fue en prisión, lo escuché cantar, vi sus ojos y su transparencia, yo sabía que no habia cometido ningún delito, a veces las circunstancias hacen parecer que alguien es culpable en todo, la vida es injusta, pero no se necesitan pruebas de inocencia cuando ves la mirada transparente de una persona como yo lo vi en Alberto. Lo acusaron de robo y fue a dar a la cárcel de Lecumberri. Lo conocí porque el director del penal era cuñado de mi hermana. Cuando lo miré, pues era un muchachillo flaco. Hace mucho tiempo él y yo hicimos un pacto, éste fue que yo respetaría su vida privada siempre ante los medios de comunicación, me dijo a veces necesitas de la confianza de la gente para salir adelante, yo no lo conocía, pero confié siempre en su talento, en su valor como ser humano, cuando ya era medio famoso, me dijo ‘No vamos a hablar de dónde estuve, de si hice o no hice, vamos a hablar de mi música, y así hicimos”, comenta conmovida.
“La Prieta Linda” asegura que Juan Gabriel, era una persona digna, llena de talento, de amor, de compasión, de perdón, de dar sin esperar, dice que no dejará de llorar su partida, pues cada letra, cada sitio, cada paso le recordarán esas promesas que hicieron y esos pactos de amistad que se forjan para siempre.