Inhibe la CNDH lucha contra el crimen
¬ Mario San Martí jueves 25, Ago 2016Consensos y disensos
Mario San Martí
- “Legítima defensa”, en Tanhuato: Renato Sales
- Desde el escritorio, recomendaciones sobre derechos humanos
El fallo sobre el enfrentamiento en Tanhuato, Michoacán, entre fuerzas federales y un grupo de la delincuencia organizada, que la semana pasada presentó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) es un hecho que sin duda desalienta a los organismos encargados de luchar contra la delincuencia y en ese caso se ubican la Policía Federal, el Ejército y la Marina de México.
Y es que no es la primera vez que el ombudsman nacional emite una recomendación a las fuerzas federales luego de que éstas sostienen violentos enfrentamientos contra grupos delincuenciales y, en sus observaciones, el titular de la CNDH da la impresión de que -en el combate contra la violencia que existe en todas partes del país- al delincuente o a los infractores de la ley se les protege y a partir de ahora hay que llevarles ramos de rosas y chocolates para (en el mejor de los casos) pedirles que se rindan, porque a lo mejor la idea es que sigan en libertad y con total impunidad continúen haciendo de las suyas. ¿Eso es lo que buscan este tipo de recomendaciones de la CNDH?
En la lucha contra el crimen está más que documentado que en la mayoría de los casos la delincuencia organizada es superior en fuerza respecto a la que utilizan los elementos armados de la Policía Federal, el Ejército o la Marina, lo que se nota a leguas por el tipo de armas que portan y la tecnología con que se apoyan, fuerza que sin ningún escrúpulo, o tema de respecto a derechos humanos, los delincuentes utilizan contra el Estado mexicano a la hora de que son acorralados en su guaridas o son detectados cometiendo sus fechorías.
Durante la presentación de su informe, el titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González, agregó que denunciará ante la Procuraduría General de la República las 22 ejecuciones arbitrarias en las que presuntamente participaron elementos de la Policía Federal (PF) en el enfrentamiento con miembros de Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ocurrido en Tanhuato, Michoacán.
En tanto que, a través de la Secretaría de Gobernación, el titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), Renato Sales, aceptó la recomendación de la CNDH, pero aclaró que el 22 de mayo de 2015 la Policía Federal respondió ante la agresión de los delincuentes, quienes, según los indicios, pertenecían al CJNG, y la intervención de los uniformados fue para proporcionar seguridad a la población de la región y se actuó en legítima defensa.
En ese contexto, de fuego cruzado, el Comisionado Nacional de Seguridad descartó la hipótesis de que se cometieron atribuciones arbitrarias.
Renato Sales Heredia aseguró en posterior entrevista, que en el enfrentamiento de Tanhuato no hubo “venganza” del gobierno por los ataques cometidos días antes por el cártel de Jalisco Nueva Generación contra fuerzas federales, los cuales derivaron en asesinatos de gendarmes y militares, así como en el derribo de un helicóptero de la Fuerza Aérea; “fue una circunstancia, una coyuntura”.
Destacó, que la CNDH es “una aliada” y “no una adversaria” del gobierno federal para garantizar que las acciones de seguridad se cumplan con apego a derecho y de respeto a los derechos humanos.
Es cierto, tal vez haya que mejorar los protocolos de actuación entre los encargados de guardar el orden y preservar la seguridad de los mexicanos, pero suena un tanto iluso pensar que en un enfrentamiento armado contra grupos delincuenciales las fuerzas federales van a llegar cantando “las mañanitas” para despertar a los infractores y mucho menos imaginar que en lugar de armas los uniformados llevarán ramos de flores a sus contrarios para pedirles que se rindan, que apacigüen sus ánimos de violencia, que no opongan resistencia porque hasta allí llegaron en su correrías, en tanto en la realidad salen a relucir ráfagas de armas de alto calibre de parte de los malandrines, los violentos, los delincuentes.
Tal vez ese sea el mensaje que quiere dar la CNDH y en lugar de inhibir la presencia delincuencial lo que se busca es inhibir la intervención de los encargados de la seguridad del país, digo, porque en la lucha contra el crimen organizado no creo que sea posible imaginar ambientes o escenarios acompañados con música de violines, puros y chocolates, aunque tal vez eso es lo que (desde el escritorio) imaginan los encargados de los derechos humanos.
Con esas recomendaciones es imposible exigir a las fuerzas uniformadas mayores y mejores resultados en materia de seguridad, no, porque dirán que tienen temor de ser acusados de violar derechos humanos de los delincuentes, sólo eso faltaba, por eso estamos como estamos.