Valeria Martell nos revela sus Mil noches de escort
Cultura jueves 18, Ago 2016En la ruta de las letras
Patricia Correa
¿Cómo se condena a alguien sin conocer su historia previa? Valeria es como cualquier otra chica, sólo que ha decidido vender su cuerpo durante mil noches para salir de los problemas que le han dejado las malas decisiones. Detrás de sus aventuras sexuales surgen dos retos, no involucrar el corazón y no perder el alma. Todo secreto lleva finalmente a una confesión, y las páginas de esta novela son como las sábanas de la cama en un hotel de paso: ocultan el erotismo que muchos callan, pero que todos desean. En entrevista exclusiva para DIARIO IMAGEN, Valeria Martell nos dio más detalles.
-¿Qué fue lo que te motivó para escribir este libro?
Después de escribir muchos relatos en mi blog y participar en un concurso de una plataforma digital y con ella haber realizado un primer libro, surgió la inquietud de hacer una novela de lo que es la vida de una chica escort, su doble vida, la vida difícil de una mujer fácil. Hace casi un año tuve mi primer acercamiento con Alfonso Franco mi editor y de la mano de él llegue a Ediciones B, presentando los relatos ya en un primer borrador como novela. Fueron muchos meses de trabajo, para tener hoy en mis manos Diario Erótico.
-En cuánto a las relaciones sentimentales no las sufrías porque para ti se convertían en un negocio…
Creo que las relaciones humanas, llámense profesionales o amorosas son un negocio. Tan sólo el matrimonio lo rige un papel y te divorcies o no, en muchas ocasiones, sino es que en todas es un negocio; las empresas también hacen firmar un contrato a sus empleados, porque es un negocio para ambas partes. El amor en estos tiempos, más que nunca es un negocio, sólo que lo aprendí a muy temprana edad y con el tiempo se vuelve algo normal.
-Tu madre te decía que “la confianza tiene un precio”…
Así es, la confianza tiene un precio y volvemos a lo mismo; tanto en una relación amorosa como de negocios, incluso es un riesgo que todos corremos. Por ejemplo, las mujeres confiamos en el hombre al que entregamos nuestra intimidad, pensando que será para siempre, pero también es un riesgo que no sabes si el quiere que sea para siempre o no. Con Don Mario aprendí que la confianza se vuelve en lealtad y que cuando eres leal los lazos son inquebrantables.
-Tu relación con Don Mario marcó tu vida, mencionas que tenías una deuda de lealtad incondicional con él… Háblanos un poco de como influyó en tu vida…
Hasta el día de hoy, es él único que estuvo conmigo en las buenas, las malas y las peores, sin juzgarme, sin mentiras ni reproches, en esas palabras puedo definir lo que es tener lealtad hacia una persona; lo aprendí tan bien que con el tiempo con mis semejantes la aplicaba, con él así también sucedió cuando tuvo un problema muy fuerte en el que quisieron meterlo a la carcel injustamente. La lealtad no te permite darle la espalda a las personas, hayan obrado bien o mal contigo. No sé si es bueno o malo, porque quiza hay quienes sean abusivos y te quieran ver la cara de …, lo importante es la lección que aprendes, después de mostrar tu lealtad a las personas.
-“No sé por qué piensa la gente, que ser prostituta o escort es fácil, la vida difícil de una mujer fácil…” ¿Qué fue lo más difícil de ser escort?
En un capítulo lo mencionó al final… La decisión más difícil de ser escort no es entrar o decidirte a hacer esa actividad; realmente lo difícil es salirte de ella y en qué condiciones. Ya que muchas chicas, podría incluirme, entras en un estado de confort, costumbre y quizá hasta te gusta sentirte deseada por muchos hombres. A veces es más fácil seguir en algo que sabes que no haces nada mal, a arriesgarte a hacer algo nuevo… como en muchos trabajos. Si nos vamos al tema del amor, tú autoestima esta por los suelos y llegas a creer que fuera de ese medio nadie te va a apreciar lo suficiente, aun cuando seas la más guapa, estoy segura que no cree del todo que lo sea.
Aprendí que Valeria es capaz de hacer eso y más, quiero compartir mi experiencia con la gente, con las chicas que podrían pensar que es un ambiente fácil y desean entrar; no lo es. Estoy segura que muchas tomamos esa decisión sin medir consecuencias de nuestros actos, incluso aunque sabemos que son nuestras decisiones, no pensamos en nuestro futuro, en cómo puede cambiarte la vida, si es que te alcanza, para contarlo.