Adelantados
Ramón Zurita Sahagún miércoles 17, Ago 2016De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Dar el primer paso hacia la eventualidad de una candidatura presidencial, arroja resultados favorables o, cuando menos, así se ha confirmado con los triunfos electorales de los tres más recientes presidentes de los Estados Unidos Mexicanos.
Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, fueron los primeros en aventarse al ruedo de las posibilidades de competir por la candidatura de su partido, la que alcanzaron y ya con ella triunfar en las urnas.
Fox Quesada lo hizo al día siguiente de los comicios federales de 1997, aunque ya se veía venir la búsqueda de la candidatura desde que dos años antes había ganado el gobierno de Guanajuato.
El entonces gobernador de esa entidad de El Bajío nunca engañó a nadie, todos sabían que su meta era la candidatura presidencial y con el disgusto de los panistas puros la logra, y con el tiempo se convirtió en el primer Presidente de las República no priísta.
Fox Quesada venció con amplia diferencia al priísta Francisco Labastida Ochoa y con disgusto de muchos militantes y jerarcas de Acción Nacional, gobernó seis años, sin regirse con los postulados del partido que lo llevó al poder. El siguiente candidato ganador fue otro panista que gobernó con las siglas del partido blanquiazul: Felipe Calderón Hinojosa.
Felipe siguió los pasos de Vicente Fox, adelantándose a todos los demás aspirantes y propiciando su “destape” en el rancho de uno de sus seguidores (Abraham González) y con el aval del entonces gobernador de Jalisco, Francisco Ramírez Acuña.
El hecho molestó al entonces presidente Fox, quien criticó el acto, similar al suyo, por lo que Calderón Hinojosa hubo de dejar la Secretaría (Energía) que tenía a su cargo.
Eso le dio facilidades para que buscara abiertamente el respaldo necesario, que le permitió ganar la contienda interna, sin importar que el favorito desde Los Pinos era Santiago Creel Miranda, quien dejó la Secretaría de Gobernación para competir por la candidatura presidencial.
Conocedor de las entrañas del PAN, del que había sido presidente, no le fue difícil al michoacano conseguir el respaldo de los militantes de su partido y venció por buen margan a Creel Miranda y los demás candidatos que participaron en esa contienda interna.
Ya para la elección constitucional, su triunfo no fue tan contundente y quedó sombra de duda el haber ganado por medio punto porcentual al candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador.
El tercero en seguir la misma línea de promoción es el actual presidente Enrique Peña Nieto, aunque él se guardó siempre de revelar sus pretensiones de ser candidato presidencial de su partido, con lo que no engañaba a nadie, ya que su meta era esa.
Es más, Peña Nieto no tuvo contendiente en su búsqueda, ya que el único que guardaba alguna posibilidad era Manlio Fabio Beltrones y decidió apartarse del propósito de ser candidato presidencial del PRI.
Y es que desde el gobierno del Estado de México, Peña Nieto consolidó su presencia en territorio nacional y sus acuerdos con los gobernadores priístas de entonces. Peña Nieto construyó peldaño a peldaño su candidatura desde el gobierno del Edomex, aunque eso sí, guardándose de decirlo, aunque todo mundo lo veía y lo sabía.
Los tres, Fox Quesada, Calderón Hinojosa y Peña Nieto, ganaron primero la candidatura de su partido y después el proceso oficial.
Ahora cuando faltan menos de dos años para los comicios presidenciales de 2018, son varios los personajes políticos destapados y que aspiran estar inscritos en la boleta electoral del 2018.
Ya no será igual lo que sucedió con los tres presidentes mexicanos expuestos arriba, ya que en esta ocasión son varios los aspirantes “destapados”.
La lista de personajes con aspiraciones reveladas son la panista, Margarita Zavala Gómez del Campo; el dirigente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador; los independientes, Jaime Rodríguez Calderón (gobernador de Nuevo León); Jorge Germán Castañeda (ex secretario de Relaciones Exteriores) y hasta Miguel Ángel Mancera (jefe de gobierno del Distrito Federal), quien pese a no tener militancia partidista aspira a enarbolar la bandera del PRD y sus aliados. De entre esos personajes tendría que salir el próximo Presidente de la República, si nos basamos en lo proyectado en los tres sexenios recientes.
Sin embargo, en esta ocasión no se ve claro el nombre de quien será candidato del PRI, partido que va a la baja, pero que mantiene una nutrida clientela electoral.
Como sucede en el PRI, nadie se mueve y a menos de dos años de los comicios presidenciales no se advierte un claro favorito para abanderar a ese partido.
Es cierto que las encuestas miden como amplio favorito al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, pero éste contiene sus deseos de expresar su intención de competir.
Los otros son el secretario de Hacienda, Luis Videgaray; de Educación Pública, Aurelio Nuño; de Desarrollo Social, José Antonio Meade, y el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila.
Con calzador se intenta introducir el nombre de la secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, quien no pinta en las encuestas y hasta el nuevo presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza, pretende ser tomado en cuenta en esto que parece una caballada demasiado flaca de prospectos priístas.
La realidad, es que el candidato ganador deberá realizar una exhaustiva campaña de convencimiento del electorado, ya que la nutrida participación de candidatos, todos ellos bien posicionados, fraccionará demasiado el sufragio y el triunfador pudiera emerger con una votación menor del 30 por ciento del total de votos emitidos.