¿Por dónde empezar?
¬ José Antonio López Sosa martes 16, Ago 2016Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Cada día que pasa, queda más claro el fracaso del deporte en general en México, con relación a una competición internacional como los son unos Juegos Olímpicos.
Nótese que el fracaso es en general y no necesariamente de los atletas, aunque estos tengan resultados mediocres si nos atenemos a los estándares internacionales y al tamaño de país que somos.
Comienzan ya los dimes y diretes entre los directivos de las federaciones, los dirigentes olímpicos mexicanos y el titular de la Conade, hay decenas de argumentos pero el punto es el mismo: no hay resultados positivos porque no hay formación integral de deportistas en México.
No hace falta ser docto en la materia, movamos la mirada a las colonias en la Ciudad de México o cualquier otro punto de la República. Si un niño tiene habilidades deportivas y quiere incorporarse a alguna disciplina (fuera del fútbol) hacen falta dos cosas, dinero y contactos.
Sin dinero y sin contactos es imposible que un niño se acerque al box, al tae kwon do, a los clavados, a la natación, la esgrima, al tiro, a cualquiera otro deporte olímpico que enlistemos.
En el mejor de los casos, si la familia de ese niño o niña tiene posibilidades, puede inscribirse a algún deportivo público (sí, porque hasta para los deportivos públicos hay que pagar) o a uno privado, ahí posiblemente forme parte de una liga o de un deporte pero para pasar de ahí al alto rendimiento, los canales son nulos, vaya no hay forma.
Ninguna escuela pública ofrece una posibilidad para transitar al deporte por la vía institucional, cuando en la mayoría de los países que tienen equipos deportivos competitivos, el semillero y el lugar de selección para comenzar a preparar deportistas es precisamente la escuela.
Aquí en México las federaciones siguen siendo negocios privados, los dirigentes en muchos casos, pertenecen a mafias que exprimen lo mismo deportistas que deportivos, aquí lo que menos importa es crear deportistas de alto rendimiento, en México se trabaja el deporte bajo el esquema de ocurrencias.
Hay nombres y apellidos, en esta columna investigamos a varios dirigentes que incluso se han convertido en servidores públicos bajo sospecha y denuncias de corrupción. Es curioso pero quienes dirigen el deporte en México se han sentado en la misma silla de la clase política mexicana.
La duda es la misma que encabeza esta columna, ¿por dónde empezar para cambiar?