¿Exigirle a los atletas mexicanos?
¬ José Antonio López Sosa jueves 11, Ago 2016Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Como en cada Olimpiada, la delegación mexicana tiene una mediocre participación, si tomamos en cuenta el tamaño de país que somos, la población que tenemos y los niveles de otros países que pudiésemos comparar con el nuestro por indicadores económicos y sociales.
En las redes sociales hay una especie de movimiento que pretende desvirtuar las críticas que se hacen con relación a una mediocre participación más de la delegación que nos representa.
Debemos diferenciar las críticas de los insultos, esos no tienen cabida en ningún lugar electrónico o tradicional, sin embargo tampoco se pueden percibir como insultos toda aquella crítica –por más aguda que sea—con relación a México y el deporte.
El Comité Olímpico Mexicano y la Comisión Nacional del Deporte tienen cada cuatro años una serie de justificaciones que los ha hecho unos verdaderos profesionales del pretexto, para explicar por qué México no acumula medallas de acuerdo al número de atletas que nos representan.
Esta columna no se especializa en competiciones deportivas, pero sí en política y, es precisamente la política y los terribles manejos de la misma con relación al deporte, lo que nos tiene como está México en comparación a otras naciones del mundo si nos atenemos a los resultados de unos Juegos Olímpicos.
¿Qué sucede?, lo mismo cada cuatro años, grillas internas, ex deportistas convertidos en políticos que siguen dañando al deporte nacional (como el caso de Felipe “El Tibio” Muñoz), familias enteras metidas en el olimpismo mexicano (como el caso de la familia Vázquez Raña) y gente con nula experiencia en el deporte, llevando la batuta (como el caso de Alfredo Castillo).
Como en otros rubros donde la política se inmiscuye, el deporte no es la excepción y son desastrosos los procesos y por supuesto, los resultados.
¡Claro que tenemos derecho a criticar lo mediocres que somos como país en el ámbito deportivo!, a ver si así por fin, se da paso a liderazgos jóvenes con ideas creativas y propositivas para el deporte y se termina esa suerte de monarquía que se vive en el olimpismo y el deporte mexicano en general.
Da vergüenza el resultado de México cada cuatro años, donde quiera que sean los Juegos Olímpicos.