Agua: la tercera guerra mundial
Mauricio Conde Olivares miércoles 10, Ago 2016“Hora 14”
Mauricio Conde Olivares
Dicen los que saben que la tercera guerra mundial no la desatará la lucha por los hidrocarburos ni por riquezas acumuladas en oro o plata, sino por el agua como sustento indispensable de la vida humana y paradójicamente, en sentido contrario a la universalización de la dotación del vital líquido, nuestras economías tienden a privatizarla y ponerla en manos de unos cuantos.
Así ocurrió en Quintana Roo, donde el sector privado tiene concesionado el servicio del agua potable hasta el último día del año 2053.
Mientras tanto, ayer Fitch Ratings ratificó la calificación de Largo Plazo en escala nacional de ‘AA(mex)’ a Desarrollos Hidráulicos de Cancún, S.A. de C.V. (DHC).
La Perspectiva es Estable.
Al mismo tiempo ratificó la calificación de ‘AA(Mex)’ a la emisión de Certificados Bursátiles DHIC15.
La calificación refleja el desempeño estable y predecible de DHC. La empresa tiene la concesión hasta 2053 para prestar servicios públicos de agua potable, alcantarillado, saneamiento y tratamiento de aguas residuales a los municipios de Benito Juárez, Isla Mujeres y Solidaridad, todos en Quintana Roo.
DHC opera en un ambiente regulado que disminuye su riesgo de negocio.
Realiza inversiones para optimar su eficiencia física e incrementar la cobertura de la infraestructura.
Actualmente mantiene un perfil financiero fuerte y flexible ya que no enfrenta vencimientos de deuda hasta 2022, año en el que vence la emisión de Certificados Bursátiles (CB) DHIC15.
Mejoras en la generación operativa, manteniendo la estructura de capital actual, se reflejarán en una reducción del apalancamiento en el mediano plazo.
La calificadora decidió mediante factores clave que existe un riesgo de negocio bajo, es decir que DHC presenta un desempeño operativo estable y predecible, lo cual reduce la volatilidad de los resultados.
Las inversiones de capital, la demanda casi inelástica del agua y las tendencias demográficas permiten un incremento continuo en el número de clientes.
Asimismo, las tarifas son reguladas y aplicables para toda la entidad por la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Estado de Quintana Roo (CAPA).
Estas se actualizan de manera mensual y se ajustan por cambios en el salario mínimo, inflación y costos de electricidad.
También se revisan cuando son insuficientes para garantizar la operación y conservación de los servicios.
DHC es supervisada, inspeccionada y regulada por CAPA; organismo público descentralizado del estado de Quintana Roo.
La comisión, facultada para examinar y vigilar el cumplimiento de la operación de los sistemas, la calidad de los servicios concesionados y la eficiencia en la prestación de los mismos.
En caso de haber necesidad de realizar obras fuera de lo trazado en los planes de desarrollo urbano, DHC y CAPA pueden negociar y acordar los términos en que se cubrirá esta demanda excedente. CAPA actualiza las tarifas y cuotas para los organismos de agua de Quintana Roo (públicos y concesiones privadas).
La calificación incorpora la cobertura de infraestructura que tiene DHC al cierre de junio de 2016.
Esta incluye 100% de servicio de agua potable, 92% en alcantarillado y 100% en saneamiento para los municipios de Benito Juárez e Isla Mujeres.
Contempla 100% de agua potable, 94% de alcantarillado y 100% de saneamiento en el municipio de Solidaridad.
DHC busca ampliar su cobertura para cumplir con los requisitos de la concesión y para incrementar su base de clientes.
Al cierre de junio de 2016, alrededor de 92.2% de sus clientes fueron del segmento doméstico, lo que indica poca dependencia de un cliente en particular.
En cuanto al consumo de agua, el sector doméstico utiliza alrededor de 68.7% volumen del agua vendida y genera 55.6% del ingreso total de agua potable.
Le siguen los segmentos hotelero y comercial con 25.3% y 16.4% de los ingresos respectivamente. DHC está concentrado geográficamente en los municipios donde opera: Benito Juárez, Isla Mujeres y Solidaridad, en el estado de Quintana Roo.
Los servicios que presta DHC, se han beneficiado por tendencias demográficas favorables y crecimiento en turismo en dicha zona.
Además, un incremento en eficiencia física ayuda a mejorar la estructura de costos.
La eficiencia física medida como volumen de agua potable vendido sobre volumen de agua potable extraído es de 49.3% al cierre de junio de 2016. La empresa continúa reemplazando la red de agua potable en mal estado principalmente en el centro de Cancún.
Por ejemplo, la súper manzana 23 tenía una eficiencia de 13% en diciembre de 2013 y al cierre de abril de 2016 su eficiencia es de 75%.
La empresa espera que conforme mejore la red la eficiencia en el sistema se aproxime a niveles acordes con la industria de entre 60% y 65%.
Al cierre de junio de 2016, DHC cuenta con indicadores de eficiencia operativa saludables.
El número de empleados por mil tomas fue de 2.4 y el nivel de cobranza por facturación de 95%, lo cual se compara favorablemente con otros organismos de agua de México.
El artículo 81 de la Ley de Agua Potable y Alcantarillado del Estado de Quintana Roo autoriza suspender el servicio en el caso de mora por parte de los usuarios en el pago de dos o más meses.
Fitch espera que tanto las inversiones de capital como los dividendos a sus accionistas, mantengan la generación de Flujo de Fondos Libre (FFL) en territorios neutrales.
DHC realiza inversiones fuertes de capital orientados a mejorar la eficiencia física y a ampliar su cobertura de servicio.
Estas inversiones son modulares, por lo que DHC puede manejar el ritmo de inversión y administrar su flujo de efectivo en situaciones económicas adversas.
Al cierre de 2015 la empresa refinanció la totalidad de su deuda ampliando su perfil de vencimientos hasta 2022 con la emisión DHIC15 por MXN1,650 millones.
Fitch incorpora en las calificaciones de DHC que el indicador Deuda total a EBITDA se encuentre en niveles cercanos a 2.5 veces (x) y tienda a disminuir conforme se incremente la generación de EBITDA mediante el crecimiento de los resultados.
Fitch espera que los niveles de caja de DHC se ubiquen en MXN100 millones y que sean suficientes para financiar su capital de trabajo.
Los supuestos clave de Fitch dentro de su caso base de calificación para el emisor incluyen:
– crecimiento en los ingresos de alrededor de 5% y un margen EBITDA cercano a 38% para 2016; – inversiones de capital en niveles de MXN280 millones a MXN350 millones;
– pago de dividendos de alrededor de MXN140 millones en 2016 y 2017;
– nivel de apalancamiento medido como Deuda total a EBITDA cercano a 2.5x.
Las calificaciones incorporan que en el largo plazo el nivel de apalancamiento, medido por el indicador Deuda total a EBITDA, de la compañía estará en niveles de 2.5x o inferiores.
Apalancamiento total de manera temporal en rangos de 2.5x y 3.0x debilitaría el perfil crediticio de la compañía y niveles superiores a 3.0x de manera sostenida resultaría en una acción negativa de calificación.
Asimismo, la calidad crediticia de DHC se afectaría por un deterioro permanente en la rentabilidad, cambios regulatorios adversos, generación de FFL negativo a lo largo del ciclo económico o cambios significativos en las políticas financieras de la compañía.
Entre los factores que podrían propiciar acciones positivas de calificación están la consistencia y reducción del apalancamiento por debajo de 2.0x, la generación de FFL positivo de manera sostenida o una diversificación mayor de sus operaciones; pero esto será motivo de posterior análisis en otra entrega de Hora 14.