Pleito jarocho
¬ Salvador Estrada martes 9, Ago 2016Folclor urbano
Salvador Estrada
Dicen que cuando se pelean las comadres salen las verdades, pero cuando riñen los políticos veracruzanos ¡sale dinero!, como es el caso de los dos gobernadores, uno saliente y el otro entrante.
Miguel Ángel Yunes Linares, gobernador electo, dijo, durante su campaña, que si ganaba la elección “metería a la cárcel” a Duarte por ratero, …y ganó. Ahora, cuando tome posesión, en diciembre próximo, los electores esperan que cumpla. Para que no quede “en habladas jarochas”.
César Duarte, gobernador a punto de terminar su administración, para defenderse, acaba de acusar en la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada -SEIDO- a Miguel Ángel Yunes, de “lavado” de dinero y enriquecimiento ilícito. Y en calidad de mientras, Yunes ha sido llamado a declarar, para hoy martes en la Fiscalía General del Estado de Veracruz por las denuncias que “el góber” interpuso en su contra.
El gobernador Duarte, en su contra-ataque, dijo que Yunes ha hecho una fortuna desproporcionada en el tiempo que ha trabajado en el servicio público. Anteriormente reveló que Miguel Ángel, de pequeño vendía escobas en el mercado, y claro “ese fue el inicio de su riqueza”, aprendió a barrer parejo y se llevó todo lo que encontraba en los distintos cargos que desempeñó.
Pero, “el góber” saliente también tiene lo suyo. Los medios de comunicación de Veracruz, radio, prensa y televisión, reclaman el pago de facturas por 400 millones de pesos. Además, las 19 secretarías de su gabinete tienen adeudos con proveedores y contratistas. Y, según la Auditoría Superior de la Federación, el gobierno de Duarte acumuló desvíos presupuestales por más de ¡35 mil millones de pesos!
El “góber” Duarte asegura que Yunes tiene 26 propiedades en la Ciudad de México y en Veracruz por un valor de ¡400 millones de pesos! Y detalla que entre sus propiedades están mansiones en el puerto, en Boca del Río y en Alvarado, así como departamentos de lujo en Polanco y Lomas de Chapultepec.
El “góber” entrante espera tomar posesión para ordenar una auditoría y “sacarle a Duarte sus trapitos al sol”, y con pruebas en la mano “de las transas que pudo haber hecho”, ¡meterlo en la cárcel a él y a sus colaboradores!
Los pleitos entre los políticos -como éste de los jarochos ricos- pueden evitarse si se aplica la “tres de tres”, donde se dan a conocer los intereses de conflicto, la riqueza que poseen y su pago de impuestos. Y si las cuentas no están claras, tienen que investigarse y evitar la postulación de los candidatos para que no sucedan estas acusaciones entre “el que viene y el que se va”.
Y estos políticos veracruzanos, sean honestos o deshonestos, van a vivir, igual que el “Ratón Crispín”, ¡con odio jarocho!