El reto político
¬ Salvador Estrada jueves 4, Ago 2016Folclor urbano
Salvador Estrada
Ricardo Anaya, presidente del Partido Acción Nacional, está corriendo por las mañanas para estar en condición de enfrentarse a un peso pesado de la política, cuando él es tan sólo un peso pluma.
Ha lanzado Anaya un reto a debatir al campeón de la palabra sin freno, a quien Jacobo Zabludovsky trataba de entrevistar en la radio, y después de hacerle la primera pregunta habla, habla y habla, y Jacobo, luego de media hora, le daba las gracias por “la entrevista del monólogo”.
A este personaje de la política nacional: Andrés Manuel López Obrador, el joven panista lo quiere “exhibir en los medios” para acusarlo de populista y cree que con ello los electores se le van a entregar al PAN.
Craso error del “aspirante a candidato a la grande”, porque llamar “cobarde y soberbio” a López Obrador para que “se encienda” y le entre al reto, es no conocer las cualidades del opositor.
Por su parte, López Obrador, peso completo del estado de Tabasco, se para el cuello y dice un NO, rotundo, porque “Anaya es apenas un aprendiz de mafioso y si voy a debatir me gustaría hacerlo con el jefe de jefes, el jefe de la mafia, Carlos Salinas de Gortari”.
Anaya no es de su peso y no se vale “rudeza innecesaria” porque si debatieran “los moches azules” saldrían al escenario y rasparían al joven Anaya, quien también podría ser exhibido de alta traición a Gustavo a Madero, su padre putativo en la política, que le dio le presidencia del PAN y luego se hizo como el “tío Lolo” ante las demandas maderistas. Si quisiera atacar a López Obrador no podría porque como lo dice en sus anuncios televisivos “no soy ratero”
El presidente del Movimiento de Regeneración Nacional, Andrés Manuel López Obrador, anda de gira en todo el país “haciendo proselitismo para su partido” y “no tiene tiempo para perderlo en una confrontación con un mafiosillo”.
Anaya ya no debe insistir en ese debate y debe empezar a trabajar en su partido para seleccionar a su candidato a gobernador en el Estado de México, que siempre ha estado en poder del PRI, porque es el más importante de todos los estados debido a su número de electores que son 12 millones.
A los electores les gustaría ver un “entre”, a control remoto, en vivo y en directo y a todo color y de costa a costa, al PRI contra Morena, representados por sus respectivos presidentes, Enrique Ochoa Reza y Andrés Manuel López Obrador, pero éste no se dará.
El posible sería en 2018, pero se llevaría a cabo entre todos los candidatos a la presidencia de la República. Sería un debate entre iguales.