La obligación del PRI
¬ José Antonio López Sosa miércoles 3, Ago 2016Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Hoy comienzo esta columna enviando mi más sentido pésame a la familia de mi querida maestra Araceli Covarrubias López, una docente que sembró en cientos valores que nos han quedado marcados de forma permanente. Descansa en paz querida maestra Araceli.
Es una obligación (y no una opción) para el Partido Revolucionario Institucional (PRI), deslindarse de los tres gobernadores cuyas acciones tienen la mirada pública sobre ellos: Javier Duarte, Roberto Borge y César Duarte.
El hecho que el PRI tan solo se deslinde y asegure que no los defenderá no es suficiente, es una obligación que los expulsen como militantes para probar que en efecto, este partido está tratando de cambiar.
Ya existen en la escena pública ejemplares parecidos en el pasado, mismos que fueron protegidos por el PRI: Mario Marín, Ulises Ruíz, José Murat, Humberto Moreira, entre otros, ¿por qué este partido tiene que seguir siendo incondicional de la peor escoria política del país?
El PRI está frente a una obligación histórica, con base en la decisión que tomen al respecto, sabremos cuál es la postura que tendrán tanto para las elecciones próximas en el estado de México y la federal en 2018.
CAOS EN LA GUELAGUETZA
La CNTE cerró los accesos al Lunes del Cerro hace un par de días en Oaxaca. Ni en la última celebración pudo el gobernador Gabino Cué irse libre de culpas.
No le alcanzó el sexenio para pagar las facturas que se comprometió a pagar desde la campaña política hace seis años.
Hubo caos en la Guelaguetza, sólo refleja el caos que vive Oaxaca desde hace décadas y que no tiene para cuándo solucionarse.