¿Tendrá sucesor Mancera?
¬ José Antonio López Sosa martes 2, Ago 2016Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Evidentemente habrá alguien que ocupe el lugar del jefe de gobierno a partir de finales de 2018, no me refiero con el título de la columna a ese sucesor, que será electo por la vía democrática en la Ciudad de México.
Me refiero a lo político, Miguel Ángel Mancera está convencido que quien él designe (o acuerde) que sea el candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD) para jefe de gobierno en 2018, será su sucesor.
Las cosas no son así, el electorado ha cambiado y el PRD tiene una de las peores crisis en la capital del país.
Luego de tres períodos (uno de tres y dos de seis años) de administraciones perredistas encabezadas por Cuauhtémoc Cárdenas (con el interinato de Rosario Robles), Andrés Manuel López Obrador (con el interinato de Alejandro Encinas) y por Marcelo Ebrard Casaubon, el hoy jefe de gobierno llegó con la ventaja electoral más holgada en la historia del PRD en la Ciudad de México.
No se trató de las capacidades del entonces candidato Mancera (como él supone) sino por la fortaleza electoral que sus antecesores dejaron.
En tres años el propio Mancera se ha encargado de echar por la borda el trabajo de décadas del PRD en la Ciudad de México.
En las últimas dos elecciones (la intermedia y la del Constituyente) el naciente partido Morena desbancó al PRD y la amenaza es crecer y dejar cada vez más pequeño el resultado perredista en la siguiente elección.
Por ello, la interrogante, ¿tendrá sucesor Mancera?, ¿sucesor de su partido?, particularmente no lo creo.
Suenan nombres entre el escándalo y el feudalismo capitalino, desde Alejandra Barrales con los escándalos de sus bienes y sus tratamientos de fertilidad en Nueva York, hasta Víctor Hugo Lobo Román con los escándalos de corrupción en Gustavo A. Madero, pasando por Leonel Luna y su especialidad en administrar conflictos en la zona de Álvaro Obregón.
Hay otros nombres en la baraja para la sucesión perredista como Manuel Granados, Víctor Romo, Héctor Serrano, Salomón Chertorivsky e incluso hasta Joel Ortega Cuevas.
Ninguno que pueda redirigir el naufragio al que ha dirigido desde el inicio de esta administración el propio Mancera al PRD.
La ciudadanía está cansada de malas decisiones, de corrupción y de abusos. Es increíble cómo en tres años, alguien pudo acabar con el trabajo de más de una década. Este ha sido el éxito de Mancera.