“Que se quede Duarte”, piden en Veracruz
¬ Mario San Martí viernes 15, Jul 2016Consensos y disensos
Mario San Martí
- Reforma educativa, perfectible en el Congreso
Luego de la controversia constitucional que el Poder Ejecutivo, a través de la Procuraduría General de la República interpuso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación en contra de los congresos y los gobernadores de Quintana Roo y Veracruz, para evitar la violación de los principios del Sistema Nacional Anticorrupción, debido a que recientemente los congresos estatales de ambos estados aprobaron reformas que se oponen a sus lineamientos generales en materia de anticorrupción, en el caso veracruzano la reacción de la mayoría de los jarochos fue inmediata “queremos que se quede Duarte”.
Lo anterior viene a confirmar lo que en este espacio escribimos a principios de año en el sentido de que había muchas voces en Veracruz y fuera de esa entidad que pedían que por el bien de los veracruzanos, el gobernador Javier Duarte de Ochoa debía de irse, que debía hacerse a un lado para dar transparencia a las actuaciones judiciales respecto al asesinato de varios comunicadores, por las acusaciones de enriquecimiento inexplicable y por el abandono gubernamental en que se encontraban sus paisanos.
Esa era la petición de entonces.
Hoy las cosas no han cambiado, el ánimo de la mayoría de sus habitantes es el mismo, las voces de hartazgo contra la administración de Duarte han crecido y si acaso en algo han cambiado las posturas de los quejosos es que hay un sector importante de la población veracruzana que demanda que su gobernador “se quede”.
Sí, que se quede a enfrentar a la justicia por supuestos desvíos de los recursos públicos, por acciones de corrupción en detrimento de las finanzas estatales, por malversación de fondos de diversos programas gubernamentales y otras acusaciones que pesan en su contra.
Eso es lo que quieren, que se quede hasta el último día de su gestión para aclarar lo que pueda y deba aclarar a las autoridades correspondientes, pero sobre todo se quede para que un minuto después de haber entregado la estafeta a su sucesor esté disponible como cualquier ciudadano para enfrentar la ley, lo contrario le permitiría evadir con mayor facilidad a la justicia ya que aunque pidiera licencia para separarse del cargo, seguiría gozando del fuero constitucional.
Quieren que se quede para que rinda cuentas y transparente, si puede, la omisa y opaca administración que caracterizó a su gobierno.
Quieren que se quede hasta el último minuto del ejercicio para el que fue electo y al día siguiente pueda encausar su camino hacia la cárcel, porque a estas alturas muy pocos de sus paisanos dudan de su inocencia y lo mismo viste el uniforme color caqui por corrupto que por asociación delictiva.
El anterior escenario, nos lleva a pensar necesariamente en el caso de Andrés Granier, quien (aunque hoy está en la cárcel) como gobernador constitucional del Estado de Tabasco se fue antes de tiempo, no se presentó al acto protocolario de entrega de su mandato y sabedor de las acusaciones que existían en su contra se dio a la fuga aunque no por mucho tiempo.
Con base en ese ejemplo, el caso del ex gobernador, los veracruzanos le piden a Duarte de Ochoa que no se dé a la fuga, que no se vaya, que si quiere no vaya al acto oficial de entrega de poderes, pero que se quede en el país a enfrentar a la justicia y ese llamado es para que las autoridades judiciales, con tantos elementos que seguramente tienen de la anomalías cometidas, no pierdan de vista ni un segundo los movimientos de Javier Duarte para que puedan echarle el guante como comúnmente se dice cuando llega la acción de la justicia para alguien. Que conste.
Por cierto, durante la presentación de la acciones de inconstitucionalidad que la PGR presente ante la SCJN, Salvador Sandoval Silva, Subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales, señaló que “ninguna institución y ningún servidor público, no importa el orden de gobierno en el que se desempeñe, puede estar al margen de la ley. Esto es lo que demanda la sociedad mexicana. Ni más, ni menos”.
Hemos expuesto el caso veracruzano, pero acusaciones también las hay en Quintana Roo, Chihuahua, Puebla, Oaxaca, etc., por lo que solo nos queda reiterar un “que conste”.
DIÁLOGO RINDE FRUTOS.- También en este espacio dijimos que la mesa de diálogo establecida en la Secretaría de Gobernación (Segob) representaba una esperanza para atender las demandas del magisterio que se oponen a la implementación de la reforma educativa. Y en otras entregas hemos insistido en que el campo legislativo debe ser el campo de batalla de quienes insisten en rechazar la referida reforma.
El diálogo en la Segob continúa y hay elementos que nos hacen pensar en pasos positivos en este tema. Por otro lado, con datos del diario “El Financiero”, nos enteramos que en el Congreso de la Unión existen 114 proyectos para “perfeccionar” las leyes secundarias de la reforma educativa.
Qué bueno, el debate y el diálogo siempre serán el mejor ejercicio para dirimir las diferencias entre la sociedad respecto a diversos temas, mucho mejor que el uso de la violencia que no lleva a ningún lado y lo único que logra es hacer más profundo el desgarre del tejido social.