Cien años de la UNAM
Ramón Zurita Sahagún jueves 23, Sep 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Fue una verdadera fiesta la celebración de los 100 años de la fundación de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde sin altos costos, ni gastos superfluos se logró el propósito de conmemorar el hecho.
Contrastante con los festejos del Bicentenario del inicio de la Independencia, el evento universitario estuvo rodeado de colorido, con la presencia de actores destacados en la vida de la principal universidad del país.
Sesión solemne en el Congreso de la Unión, caminata de remembranza de autoridades y alumnos, exposición de los tiempos universitarios en San Ildefonso, además de otras ambulantes en distintos puntos de la ciudad.
La verdad es que la celebración en la que participaron algunos ex rectores de la llamada máxima casa de estudios superiores del país dejó satisfechos a todos, incluida la variopinta clase política.
Pero el evento conmemorativo sirvió también para que el rector José Narro Robles expusiera los graves problemas que enfrenta la institución universitaria.
El momento era oportuno, ya que reunidos, diputados y senadores escucharon de viva voz el clamor general para que el Congreso y los partidos políticos participen en el rescate social de México.
Este rescate social incluye la creación de una política de Estado que duplique la cobertura de la educación superior y se destine el uno por ciento del PIB a la investigación científica y el desarrollo tecnológico.
Luego de escuchar los posicionamientos de cada uno de los partidos representados en el Congreso con respecto a la Universidad, su festejo y sus aportaciones al cambio del país, Narro Robles fue enfático al señalar que la nación no sería la misma sin su Universidad.
Advirtió, también que si no se dan los pasos correctos, si se continúa destinando el 0.4 por ciento de recursos a la investigación, el país quedará retenido en el viejo siglo.
Las palabras de Narro Robles se escuchaban con claridad y atención por parte de los asistentes que provocaron un lleno en las tribunas y en todos los espacios del Palacio Legislativo de San Lázaro.
En diversas ocasiones, la intervención del rector fue suspendida por los aplausos que legisladores y asistentes prodigaban a quien en uso de la tribuna desglosaba problemas y pedía respaldo para que la institución universitaria siga considerada dentro del grupo de universidades privilegiadas y con amplio reconocimiento en el mundo.
A un costado del presídium, las autoridades universitarias y algunos de los ex rectores vivos, apoyaban las gestiones y peticiones que desglosaba una a una la máxima autoridad universitaria.
Jorge Carpizo, Guillermo Soberón Acevedo, Francisco Barnés de Castro, Juan Ramón de la Fuente y Octavio Rivero Serrano, formaban parte del grupo de privilegiados que han regido los destinos de la institución universitaria y que disfrutaron de los actos conmemorativos del centenario universitario.
José Sarukhán y González Casanova, fueron grandes ausencias dentro de las autoridades universitarias vivas que pasaron por la rectoría de la UNAM.
Con ese auditorio y con el respaldo que da el prestigio de la institución, para Narro Robles el escenario era el adecuado para exhortar a quienes definen el presupuesto, definan mayores recursos para las instituciones de educación superior en México, incluida la UNAM.
En términos presupuestales se tiene que actuar con responsabilidad, pero no para privilegiar políticas en las que es más importante preservar los equilibrios financieros o fiscales, que resolver los desequilibrios sociales o del desarrollo humano de nuestra gente, dijo.
El rector de la UNAM destacó la necesidad de preservar la libertad de cátedra, de investigación, de expresión y de crítica. Tal libertad, añadió, implica que la universidad no debe subordinarse, ni comprometerse con los intereses emanados del ejercicio de la política.
En este renglón, Narro Robles recordó que la UNAM tiene como una de sus grandes aportaciones la preparación de millones de jóvenes que han podido estudiar y egresar de sus aulas. La UNAM ha abierto las puertas del conocimiento a jóvenes de todos los estratos sociales, muchos de los cuales han sido los primeros en sus familias en ingresar a la educación superior.
Por eso, la UNAM es uno de los espacios más importantes del país en el cultivo de las ciencias y las humanidades. Es una casa del pensamiento no solo mexicano, sino iberoamericano, que ha contribuido al desarrollo de las instituciones de educación superior en México y en otros países, recordó el actual rector.
*El panista Santiago Creel Miranda, el priísta Francisco Labastida Ochoa y el perredista Alejandro Encinas Rodríguez, son tres egresados de la UNAM que hablaron a nombre de sus partidos en la sesión solemne del Congreso de la Unión. El primero abogado y economistas los otros dos, fueron ponderados y solemnes en sus discursos hacia la casa de estudios de la que egresaron.
No sucedió lo mismo con la diputada verde Ninfa Salinas Sada, la que cuestionó lo resultados de la institución universitaria, señalando que año con año, la universidad recibe un incremento notable en su presupuesto, aunque los resultados en la calidad de la evaluación y el desempeño de profesores y alumnos no corresponde al esfuerzo de los contribuyentes.
*El SME continúa haciendo blanco de sus protestas a cuanto funcionario puede bloquear. Trabajadores de la desaparecida Luz y Fuerza del Centro, se apersonaron en el Senado de la República, para interrumpir la comparecencia del secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, aunque solamente fue un rato, ya que luego se ubicaron en silencio en la parte trasera del salón.
*Veracruz y Tabasco viven sus propias realidades con decenas de cientos de damnificados y daños al por mayor y con la poca ayuda que reúnen, ya que en relación a otras tragedias, la respuesta ciudadana es escasa y lenta.