Impunidad, saqueo y piratas
¬ Augusto Corro miércoles 13, Jul 2016Punto por punto
Augusto Corro
Mientras desmantelan “paquetes de impunidad” de gobernadores, en Veracruz, Javier Duarte ya no siente lo duro, sino lo tupido.
El ex candidato priísta a la gubernatura, Héctor Yunes Landa, pidió a Duarte que “por vergüenza y decoro” renuncie al cargo.
El tricolor Yunes Landa fue derrotado en las elecciones pasadas por su primo Miguel ángel Yunes Linares, en una de las peores derrotas partidistas tricolores.
El PRI estuvo en el poder durante 80 años en Veracruz, considerado como una de las reservas electorales más importantes de México.
La pésima administración de Duarte provocó la derrota de los priístas y Acción Nacional ganó siete de 12 gubernaturas en juego. Ante la amenaza de sus adversarios políticos de enviarlo a la cárcel una vez que deje el poder, Duarte intentó blindarse, es decir, protegerse para no ser alcanzado por el brazo de la justicia.
Pretendió implementar un mecanismo que incluía a un fiscal anticorrupción y magistrados para defenderlo.
La Procuraduría General de la República (PGR) tomó cartas en el asunto y promovió acciones legales contra el “paquete de impunidad”.
Al mandatario veracruzano le faltan cinco meses en el poder y los acabará bajo una tormenta de desprestigio político.
Lo interesante será conocer hasta qué punto se encuentra en condiciones de dejar el cargo. Algo tendrá que ocurrir, porque el PRI buscará recuperar esa plaza, contra viento y marea, si pretende ganar las presidenciales del 2018.
EN QUINTANA ROO
Cortado por la misma tijera, el gobernador priísta de Quintana Roo, Roberto Borge, también intentó blindarse contra la acción de la justicia.
Como en otras entidades, en el mencionado estado, el mandatario es señalado por el desvío de recursos del erario.
También en Quintara Roo el PRI fue derrotado. El gobernador Borge se empecinó en promover a su “delfín”, Mauricio Góngora Escalante, quien perdió frente a Carlos Joaquín González. Se trató de una victoria anunciada, pues el mandatario estatal y su pésima administración ya tenían destruido su capital político, que no les alcanzó para ganar.
Como ocurrió en Veracruz, Borge optó por instrumentar también medidas anticorrupción a su gusto para evadir a la justicia.
Las autoridades federales decidieron actuar y frenar las iniciativas del multicitado, por considerarlas “violatorias” de los principios del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA).
Por su parte, Borge se deslindó de la acción de inconstitucionalidad que presentó la PGR en su contra. Dijo que no promovió la creación de ningún sistema anticorrupción. El gobernador electo, Carlos Joaquín, manifestó su respaldo a la acción de inconstitucionalidad promovida por la mencionada dependencia federal contra los acuerdos del “paquete de impunidad”. Señaló que la ciudadanía manifestó su rechazo a la impunidad y nula transparencia en las acciones de gobierno en el estado.
BORGE, EL PIRATA MEXICANO
Las acciones para frenar la voracidad de los gobernadores de Veracruz y Quintana Roo llegaron muy tarde.
Desde las precampañas electorales para cambio de gobernadores, ya se sabía que el Revolucionario Institucional llevaba todas la de perder por los malos gobiernos tricolores.
En Veracruz se pensó que la salida del poder de Duarte era un hecho; sin embargo, sus influencias políticas lo mantuvieron en el puesto, a pesar del sinnúmero de escándalos que afectaban directamente: saqueo del erario, espiral de violencia y una cadena de periodistas asesinados.
La cúpula del poder poco hizo para darle las gracias a Duarte y llegar a las elecciones sin ese lastre. Los resultados ya los conocemos, ganó otro impresentable, Miguel Ángel Yunes Linares, quien prometió juzgar y encarcelar a Duarte en cuanto asuma el poder.
En Quintana Roo sucedió algo similar. El gobernador “Beto” Borge, según sus detractores, gobernó a sus anchas, permitió toda clase de atropellos de sus funcionarios, realizó grandes negocios y fue calificado como “un verdadero pirata del Caribe mexicano”.
Por cierto, el gobernador y sus empleados -los “piratas del Caribe”- tendrán que aclarar el sinnúmero de juicios laborales amañados para despojar a empresas y particulares de bienes inmuebles, pero también de su dinero a través del congelamiento de cuentas bancarias.
DIRECTOS A LA CÁRCEL
Se supone que las acciones de la PGR contra la conducta tramposa de Duarte y Borge no permitirán que la justicia sea burlada.
De esto se desprende que nada ni nadie evitarán que ya como ex gobernadores sean juzgados por sus pésimas administraciones y terminen en la cárcel. No será fácil hacerlo, pero tampoco imposible. ¿Empiezan a soplar nuevos vientos en la política mexicana? Ya lo veremos.